Durante la noche del jueves 12 de diciembre, una cena navideña en la casa del senador Ariel Ávila, ubicada sobre la vía hacia La Calera, se convirtió en el centro de atención pública. Al evento asistieron destacados personajes del ámbito político, como el expresidente Juan Manuel Santos, el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, el procurador electo, Gregorio Eljach, y otros influyentes actores del poder.
El encuentro, que parecía un evento privado de amistad, reunió a políticos y empresarios en un escenario aparentemente ajeno a la esfera pública; sin embargo, declaraciones realizadas en la reunión comenzaron a generar controversia.
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Uno de los momentos más comentados fue la intervención de Juan Manuel Santos, que enfatizó la importancia del diálogo y la armonía política en un país como Colombia. “Este evento, Ariel, realmente, se lo digo de corazón, es un ejemplo maravilloso de ejemplos que ojalá se repitan y se multipliquen. A todos ustedes, estimularlos para que sigan en esa tónica de armonía y diálogo, porque eso es lo que el país necesita”, expresó el exmandatario desde la cabecera de la mesa, donde reposaba un menú que incluyó pavo, lomo de res, puré de papa, ensalada, flan de caramelo y cheesecake de maracuyá, según conoció W Radio.
Entre los asistentes, además de Santos y sus cercanos colaboradores, estuvieron presentes líderes como el senador Humberto de la Calle, el magistrado Vladimir Fernández de la Corte Constitucional; el presidente de la Jurisdicción Especial de Paz, Alejandro Ramelli; el registrador nacional, Hernán Penagos; la ministra de Agricultura, Martha Carvajalino; el exmagistrado de la Corte Constitucional Alejandro Linares y varios empresarios.
La controversia creció rápidamente al punto de que la senadora del Centro Democrático María Fernanda Cabal no dudó en criticar el encuentro. “El diablo Santos afilando las uñas para seguir en el poder”, escribió en su cuenta de X, dejando entrever su rechazo hacia los acuerdos que puedan surgir de este tipo de reuniones privadas, justo en un momento crucial para la política colombiana.
Y es que, este evento más allá de ser un simple encuentro amistoso, generó controversia principalmente porque sucedió a solo tres días del cierre del período legislativo, cuando las conversaciones en torno a reformas clave y las próximas elecciones presidenciales y legislativas del 2026 empiezan a cobrar relevancia.
De hecho, el ministro Juan Fernando Cristo, que también asistió al encuentro, adelantó que el próximo año se vendrán cambios significativos en el gabinete ministerial, con miras a las elecciones del 2026. “Al término de una legislatura y al comenzar la otra, más este año, que es electoral, de inhabilidades de quienes están ocupando ministerios, pues vienen las renuncias y la reorganización del gabinete”, afirmó Cristo.
De acuerdo con el protocolo presidencial, en situaciones como estas, todos los titulares de cartera deben presentar su renuncia al presidente, quien toma la decisión sobre su continuidad en el cargo. Según confirmaron fuentes cercanas a la Casa de Nariño a Blu Radio, se espera que los ministros que abandonen sus cargos sean anunciados antes del 31 de diciembre.
Entre los nombres más destacados que podrían presentar su renuncia se encuentra el canciller Luis Gilberto Murillo, que ha sido considerado como una figura clave de la izquierda en el escenario político actual, con miras a su posible candidatura en los próximos comicios presidenciales.
El ministro Juan Fernando Cristo, quien se unió al Gobierno Petro como el último jefe de cartera designado, podría no escapar al remezón político que parece gestarse en el gabinete. Aunque Cristo ha negado categóricamente los rumores sobre su posible salida, afirmando: “Yo no voy a renunciar, yo no sé por qué no me dejan pasar la Navidad y los aguinaldos tranquilos. (...) Voy a estar ahí hasta que el presidente lo decida”, las especulaciones sobre su posible salida no se han disipado.