En la mañana del miércoles 11 de diciembre de 2024, la Fiscalía General de la Nación dio un nuevo golpe contra las finanzas del Ejército de Liberación Nacional (ELN), tras la incautación de 141 bienes avaluados en más de 33.000 millones de pesos.
Según la investigación adelantada por la Dirección Especializada de Extinción del Derecho de Dominio del ente acusatorio, estarían vinculadas más de 25 personas con nexos con el Comando Especial Urbano del grupo guerrillero, al establecer que los activos identificados habrían sido obtenidos con dineros producto del cobro de extorsiones, la ejecución de secuestros y la explotación ilícita de minerales, entre otras.
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Igualmente, la entidad detectó que estas personas no tenían ingresos económicos estables ni capacidad económica para adquirirlos y sostenerlos.
Entre los bienes ocupados por la Fiscalía, se destaca una avioneta localizada en el aeropuerto Olaya Herrera de Medellín, con la que, según las autoridades, era utilizada para las actividades ilegales del grupo armado.
Además de la aeronave, la entidad también ocupó 51 vehículos, 24 fincas, 41 inmuebles ubicados en zona urbana, 7 sociedades, 9 establecimientos de comercio, dinero en efectivo en pesos y dólares, entre otros bienes.
“Las propiedades, avaluadas preliminarmente en 33.615 millones de pesos, fueron ocupadas en diligencias realizadas en Antioquia, Santander, Córdoba y Cundinamarca, gracias al trabajo coordinado de la Fiscalía, el Ejército Nacional, la Policía Nacional y la Fuerza Aérea Colombiana”, señaló la Fiscalía en un comunicado.
Finalmente, el ente acusatorio mencionó que, durante la exhaustiva investigación, fueron creadas sociedades comerciales en el ámbito ganadero y minero para presuntamente ocultar el origen ilegal de los recursos, y así evadir los controles de las autoridades.
Por ahora, las propiedades incautadas por la Fiscalía, pasarán a ser administradas por la Sociedad de Activos Especiales (SAE).
Fiscalía incautó los bienes de ‘Pelomono’, cabecilla del Clan del Golfo, en el Urabá antioqueño
Además de este operativo contra el ELN, la Fiscalía General de la Nación asestó un duro golpe contra las finanzas de Pablo Guzmán Usma, conocido como alias Pelomono, señalado cabecilla del Ejército Gaitanista de Colombia (EGC) o conocido como Clan del Golfo.
De acuerdo con el reporte oficial, fueron ocupados 101 bienes con fines de extinción de dominio, ubicados en el municipio de Necoclí, en la región del Urabá antioqueño, punto clave para la salida de toneladas de cocaína por las costas del Caribe.
El informe detalla que los bienes confiscados, incluyen “7 inmuebles urbanos, 27 vehículos, 66 semovientes y un establecimiento de comercio”, superando los 2.300 millones de pesos en valor (“aproximadamente 587.000 dólares estadounidenses”), y que fueron estratégicamente colocados a nombre de “familiares y amigos” de Guzmán Usma en un intento por “ocultar su origen ilegal” y evadir el control de las autoridades.
Según la Fiscalía, alias Pelomono ha sido identificado como una figura clave en el cobro a otras estructuras ilegales para que puedan “sacar toneladas de cocaína por el Golfo de Urabá”
“Los predios fueron afectados con medidas cautelares de suspensión del poder dispositivo, embargo, secuestro y toma de posesión”, detalla la Fiscalía en un comunicado, con incursiones llevadas a cabo en lugares como Apartadó y Turbo, en el departamento de Antioquia.
Pablo Guzmán Usma, alias Pelomono fue capturado por las autoridades en el mes de enero de 2024, en un trabajo conjunto entre la DEA y la Dijín de la Policía Nacional en el departamento.
Según informes, Pelomono utilizaba la fachada de organizador de eventos musicales internacionales para coordinar actividades ilícitas y justificar sus frecuentes viajes a Europa.
Pelomono desempeñaba un papel crucial como jefe financiero dentro del Clan del Golfo, supervisando la producción y envío de drogas hacia Estados Unidos desde las regiones de Urabá antioqueño y chocoano.
El Clan del Golfo ha sido objeto de múltiples investigaciones debido a su implicación en actividades delictivas que van desde el narcotráfico hasta el lavado de dinero. Este grupo ha sido uno de los principales responsables del tráfico de drogas en la región, utilizando diversas estrategias para evadir la vigilancia de las autoridades.