Google cuenta con un servicio innovador para los dispositivos Android, ofreciendo una alerta sísmica gratuita que tiene como finalidad advertir a los usuarios sobre sismos inminentes. Este sistema utiliza la tecnología ShakeAlert, compuesta por una red de 1.675 sensores sísmicos, capaz de detectar movimientos telúricos a nivel global y notificar a los usuarios antes de que se perciban las sacudidas.
La activación del servicio requiere que los usuarios sigan algunos pasos específicos dentro de la configuración de su dispositivo móvil.
Después de acceder a la configuración, deben buscar la opción ‘Seguridad y emergencia’ y, dentro de esta, seleccionar ‘Alertas de terremotos’.
En caso de no encontrar esta ruta, se puede acceder a través de ‘Ubicación’, seleccionando ‘Avanzada’ y luego ‘Alertas de terremotos’.
Este procedimiento constituye un esfuerzo por parte de Google para contribuir a la prevención de daños y víctimas fatales en caso de sismos. El funcionamiento del sistema se basa en el análisis de datos recabados por la red de sensores sísmicos, los cuales permiten determinar la ubicación y magnitud del evento sísmico.
De esta forma, el sistema ShakeAlert envía una señal a los dispositivos Android que tengan el servicio de alerta activado, proporcionando una alerta temprana que podría ser crucial para tomar precauciones y salvaguardar la seguridad de los individuos en áreas afectadas.
En caso de sismo, si tiene perros o gatos como mascotas, es importante considerar las siguientes recomendaciones al evacuar su lugar de residencia:
Es fundamental estar preparados, tanto para su propia seguridad como para la de sus mascotas, en situaciones de emergencia.
Colombia experimenta frecuentes sismos debido a su ubicación geográfica en una zona de alta actividad sísmica. Las principales razones son:
La entidad Ungrd enfatizó que es muy complejo saber con exactitud cuándo puede ocurrir un sismo; no obstante, al momento de que se registre es clave que las personas conserven en todo momento la calma, esto permitirá actuar con mayor seguridad.
Por otra parte, una vez se registre un sismo, lo primero que se debe hacer es buscar protección. Para ellos es crucial tener en cuenta los siguientes puntos:
De acuerdo con el Instituto Distrital de Gestión de Riesgos y Cambio Climático, Idiger, Colombia se encuentra en uno de los puntos más críticos en términos de actividad sísmica a nivel mundial, debido a su posición en el encuentro de las placas tectónicas de Nazca y del Caribe con la placa Suramericana. Este escenario convierte al país en una zona de alto riesgo sísmico, caracterizado por la constante interacción tectónica que no solo origina sismos, sino también la formación de relieves como montañas y cordilleras.
La peculiar ubicación de Colombia, sobre todo en su franja pacífica, facilita el fenómeno de subducción, un proceso geológico por el cual la placa de Nazca se desliza bajo la placa Suramericana. Este movimiento es responsable de la generación de material volcánico que, tras ser sometido a elevadas temperaturas en el manto terrestre, emerge a través de los volcanes situados en la Cordillera Central. Tal actividad no solo resalta la dinámica natural del país, sino que también plantea desafíos significativos en términos de gestión de riesgos y preparación ante desastres naturales.
En Bahía Solano, una secuencia de tres devastadores sismos golpeó la región entre el 26 y 27 de septiembre de 1970, causando significativos daños estructurales y llevando al pánico a sus habitantes. Los eventos telúricos, que comenzaron en la madrugada del 26, provocaron el colapso de edificaciones, agrietamientos profundos en el suelo y deslizamientos de tierra, lo que obligó a una evacuación masiva hacia ciudades como Medellín, Quibdó, Cali y Buenaventura.
El desastre comenzó con un sismo temprano ese día, seguido por un segundo temblor a las 9:57 a. m. que fue percibido con mayor intensidad. Edificaciones ya dañadas colapsaron, mientras que el miedo se apoderaba de la población ante la caída de escombros. Un tercer sismo en la noche, aunque de menor magnitud, fue descrito por los locales como el más aterrador debido a su impacto en estructuras ya comprometidas. Más de 15 réplicas, todas de magnitud igual o superior a 4.0, se sintieron en la región, empeorando la situación.
Inmerso en el imponente Cañón del Chicamocha, el municipio de Los Santos se erige como un epicentro de actividad telúrica sin igual. Esta pequeña localidad de 12.000 almas se ha convertido en un hervidero sísmico, registrando entre 12 y 20 movimientos de tierra al día - crédito Facebook del alcaldía de Los Santos
Inmerso en el imponente cañón del Chicamocha, el municipio de Los Santos se erige como un epicentro de actividad telúrica sin igual. Esta pequeña localidad de 12.000 almas se ha convertido en un hervidero sísmico, registrando entre 12 y 20 movimientos de tierra al día, cifras que la posicionan como uno de los puntos más sísmicamente activos del planeta.
Aunque la mayoría de estos temblores suelen pasar inadvertidos por su imperceptibilidad, el pasado 10 de marzo, un sismo de magnitud 6.6 sacudió los cimientos de la cotidianidad en Los Santos. Este poderoso evento geológico, si bien causó daños menores en algunas estructuras, sirvió como un crudo recordatorio de la vulnerabilidad que enfrenta esta comunidad ante las implacables fuerzas de la naturaleza.
Ubicado al sur de Bucaramanga, en el corazón del cañón del Chicamocha, Los Santos solo es superado en frecuencia sísmica por la legendaria región del Hindu Kush en Afganistán. Ante esta realidad, las autoridades locales y entidades como la Casa de la Cultura y la Secretaría de Educación de Santander han alzado la voz, resaltando la imperiosa necesidad de adaptar la infraestructura del área para soportar estos eventos geológicos sin precedentes.
Un kit de emergencia es crucial para afrontar los desafíos que plantea un sismo. Agua, el elixir de la vida, debe estar disponible en cantidades suficientes para al menos tres días, con un galón por persona por día.
Alimentos no perecederos, enlatados, barras energéticas y deshidratados conforman la despensa de supervivencia para tres días de incertidumbre. Una radio a pilas o manivela será la ventana al mundo exterior, brindando noticias e instrucciones cuando la electricidad falle.
De igual manera, deber tener, linternas y pilas adicionales iluminarán el camino en la oscuridad, mientras que un botiquín de primeros auxilios, con vendas, desinfectante, medicamentos personales y suministros médicos, velará por la salud. Un pito o silbato podría ser el salvavidas que solicite ayuda cuando más se necesite. Tapabocas N95 o contra polvo filtrarán el aire potencialmente contaminado después de un colapso estructural. Toallitas húmedas, bolsas de basura y amarras mantendrán la higiene personal en condiciones precarias.
Una llave inglesa o alicates serán las herramientas para cortar servicios públicos como agua y gas. Ropa de abrigo, mantas térmicas y documentos personales importantes, junto con números de emergencia y dinero en efectivo, completarán este kit de supervivencia. Guardar estos elementos en un lugar accesible y revisarlos periódicamente asegurará que estén en óptimas condiciones cuando se necesiten.