La Fiscalía General de la Nación desarticuló una red criminal acusada de utilizar huellas dactilares falsas para solicitar tarjetas de crédito en Colombia, concretamente en las ciudades de Bogotá, Villavicencio, Barrancabermeja y Barranquilla.
Nueve personas, presuntamente vinculadas a esta organización, fueron formalmente judicializadas. La operación, según la Fiscalía, es parte de un esfuerzo concertado para combatir el fraude y proteger los datos personales en el país.
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Las denuncias que dieron pie a las investigaciones revelaban un sofisticado sistema en el que “se utilizaban datos ficticios o de personas ajenas” para llevar a cabo las solicitudes de tarjetas de crédito.
La Fiscalía General, al recibir estas alertas, inició un amplio operativo investigativo que descubrió “cómo el grupo delincuencial copiaba en placas de látex las huellas de usuarios del sistema financiero”.
Estas falsificaciones se utilizaban posteriormente para obtener documentación, y junto con la colaboración de algunos empleados de los bancos, conseguían productos financieros en nombre de usuarios desprevenidos.
Además de la interceptación de los nueve presuntos responsables en localidades como Soacha, Bucaramanga, Curumaní y Pailitas, también se incautaron importantes pruebas materiales.
En los operativos se decomisaron 2.500 cédulas, 964 tarjetas SIM, 314 tarjetas de crédito y débito, celulares, líquido látex para fabricar huellas, plantillas metálicas con las copias de las huellas, entre otros elementos. Estas pruebas constituyen una parte crucial del caso contra los acusados.
La Unidad de Delitos Informáticos de la Seccional Tolima presentó formalmente a los detenidos ante un juez, imputándoles “delitos de concierto para delinquir, hurto por medios informáticos y semejantes, y violación de datos personales”. A pesar de que los acusados “rechazaron los cargos”, se ha determinado que deben permanecer en detención provisional mientras avanza el proceso judicial en su contra.
Entre los implicados, cuyos nombres han sido dados a conocer por las autoridades, se encuentran Juan Carlos Cruzado Ortiz y Juan Carlos Cruzado Machado, junto con siete personas más.
La Fiscalía ha acreditado hasta ahora 12 eventos delictivos relacionados con este caso, resaltando el impacto económico que se estima “cerca de los 200 millones de pesos”. Este monto refleja no solo el daño monetario causado a los bancos, sino también la posible afectación indirecta sobre miles de clientes cuyo derecho a la privacidad podría haber sido vulnerado.
La Fiscalía General de la Nación subraya la importancia de la cooperación interinstitucional para enfrentar organizaciones delictivas que operan de manera tan compleja y con vastos recursos tecnológicos.
Este caso pone de manifiesto los desafíos que Colombia enfrenta en la lucha contra los delitos cibernéticos y el fraude financiero. A medida que la tecnología avanza, también lo hacen las tácticas empleadas por los criminales, lo que exige una respuesta robusta y coordinada de las autoridades.
El proceso judicial que ahora enfrentan los presuntos responsables servirá como un indicador de progreso en estas áreas críticas de la seguridad nacional.
Consejos para evitar fraudes con tu tarjeta
La Superintendencia Financiera de Colombia ha emitido una serie de recomendaciones para proteger a los usuarios de servicios financieros de las crecientes amenazas de estafas. Con el aumento de los fraudes y la evolución de sus métodos, es crucial que los consumidores tomen medidas preventivas para salvaguardar su información personal y financiera.
Una de las sugerencias clave es la personalización de las tarjetas de crédito. Se recomienda que las tarjetas incluyan el nombre del titular y que sean de chip, en lugar de banda magnética, para aumentar la seguridad.
Además, es importante no perder de vista la tarjeta durante las transacciones y tener a mano los datos de contacto de la entidad emisora para bloquearla rápidamente en caso de robo o pérdida.
Otra medida esencial es la creación de contraseñas únicas para las operaciones financieras, distintas de las utilizadas en plataformas de entretenimiento o correos electrónicos. Esto ayuda a prevenir el acceso no autorizado a las cuentas bancarias.
La Superintendencia también aconseja no aceptar ayuda de extraños al realizar operaciones o transferencias de dinero, ya que esto podría ser un intento de fraude.