El 2024 se caracterizó por los turnos de racionamiento en el consumo de agua, fundamentalmente en la capital de Colombia y en once municipios aledaños, cuyo suministro depende del sistema de la Empresa de Acueducto de Bogotá (Eaab).
Para el cierre del año, las medidas restrictivas siguen en pie, según informaron el alcalde, Carlos Fernando Galán, y Natasha Avendaño, la gerente del Acueducto, con la excepción de que se levantará el racionamiento durante quince días, desde el 23 de diciembre de 2024 hasta el 6 de enero de 2025, con motivo de las festividades decembrinas.
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La temporada de lluvias ha sido determinante en el crecimiento de los niveles hídricos en los embalses que abastecen a Bogotá y a once municipios, pero las autoridades insisten en la pertinencia de las lluvias.
Aun así, el racionamiento, por ahora, continuará en el 2025 y, según advirtió Avendaño, podría intensificarse en caso de que no se registren las lluvias necesarias para mantener el nivel de los embalses en tendencia de incremento. Tanto que, si no hay precipitaciones, el ‘Día Cero’ podría llegar a ocurrir entre febrero y marzo del 2025. Tras semanas atrás, en diálogo con el diario El Tiempo, informó que podría ser a finales de marzo.
Qué es el ‘Día Cero’
Esta denominación tiene que ver con los niveles de llenado del sistema Chingaza y a su capacidad. En términos de la Alcaldía de Bogotá, si el nivel del sistema llega al 36% de su capacidad, se activará el denominado ‘Día Cero’, lo que implicaría restricciones aún más severas en el suministro de agua.
El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, explicó que el ‘Día Cero’ se alcanzará si dos factores principales no se dan: las lluvias, que son impredecibles, y el consumo responsable de agua por parte de la ciudadanía, que es fundamental para evitar llegar a ese punto crítico.
No obstante, en la rueda de prensa del 5 de diciembre de 2024, la gerente del Acueducto, en compañía del alcalde, afirmó que el panorama es mucho mejor que las circunstancias que atravesó la capital a finales del 2023, además, con las facilidades que podría traer la modernización del sistema Tibitoc.
“Efectivamente, en esta época del año (finales de año y primer trimestre del siguiente) el sistema comienza a caer, porque el sistema Chingaza tiene un comportamiento unimodal, que es que hacia mediados del año se llena y luego del mes de octubre comienza a descender hasta el mes de marzo. Entonces, no está pasando nada distinto en tendencia a lo que en esta época del año sucede”.
Hay un parte de tranquilidad
Agregó que “gracias a las medidas, y a que noviembre fue un mes particularmente generoso en afluencias, atípico, tenemos la posibilidad de estar por encima, incluso, de lo que estábamos el año pasado. Estamos tranquilos con las proyecciones”.
Especificó que se puede avanzar en el primer trimestre del año, que es el más seco, pero insistió en que “estamos tranquilos por el respaldo de Tibitoc. A finales de este año esperamos poder subir a 8,6 metros cúbicos por segundo, hoy estamos a 8,2, y estamos pendientes de recibir por parte de la CAR esa respuesta positiva del aumento del caudal concesionado”.
Entonces dejó claro que el primer trimestre del 2025 será “muy distinto al primer trimestre del 2023″ y se contará con el caudal adicional como respaldo.
El mismo Galán respaldó las palabras de Avendaño y afirmó que el cierre de año, por cuenta de las intensas lluvias de noviembre fue menos traumático que el del 2023: “si comparamos el nivel este año con el nivel del año pasado en esta misma fecha tenemos cerca de 21 millones de metros cúbicos de agua adicionales en el sistema Chingaza. En este momento no estamos todavía en lo que llamamos la curva guía, lo que sería, digamos, la meta promedio histórica que deberíamos tener en el sistema Chingaza, pero estamos como les digo cerca de 21 millones de metros cúbicos por encima de lo que estaba el sistema exactamente el 5 de diciembre del 2023