En medio del escándalo que hay por la investigación al actual presidente de la compañía, Ricardo Roa, quien fungió como gerente de campaña del presidente Gustavo Petro y habría permitido el ingreso de dineros ilegales a la misma e, incluso, la violación de topes, Ecopetrol mantiene las calificaciones nacionales de largo y corto plazo en ' AAA(col) ' y ‘F1+(col)’, respectivamente.
Esto refleja el vínculo importante con el perfil crediticio de Colombia y los incentivos del Gobierno para apoyar a la empresa en caso de dificultades financieras. Es así como, por ejemplo, la calificadora internacional Fitch Ratings dio a conocer un informe en el que expuso que “las calificaciones de la petrolera incorporan los incentivos significativos del Gobierno colombiano para apoyar a Ecopetrol en caso de dificultades financieras, dada la importancia estratégica de la compañía para el país”.
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Sin embargo, el análisis revela preocupaciones sobre la gobernanza de la compañía. Aunque Fitch reconoce la solidez de los estatutos en este sentido diseñados para asegurar la independencia del accionista mayoritario, se generaron dudas ante cambios recientes en la composición de la Junta Directiva.
“A pesar de reconocer la solidez de la gobernanza y los estatutos establecidos para asegurar la independencia del accionista mayoritario, las últimas decisiones generan dudas sobre el grado de independencia del consejo de la junta directiva”, declaró la entidad. Destacó que los eventos recientes pusieron en duda la efectividad de los sistemas de gobernanza dentro de la compañía.
Impacto en el desempeño operativo
Sobre el impacto potencial de estas preocupaciones, Fitch advirtió que las inquietudes sobre esto podrían “resultar en un impacto en el desempeño operativo futuro en términos de adición de reservas y producción”.
Asimismo, que la capacidad de acceder al mercado de bonos de manera eficaz también podría verse afectada. Esta situación se agrava con la renuncia de algunos miembros de la junta de Ecopetrol, lo que incrementó la incertidumbre en los mercados. “La renuncia de algunos miembros de la junta de Ecopetrol y las reacciones del mercado ante preocupaciones gerenciales evidencian un ruido en torno a la solidez de los marcos de gobernanza de la compañía”, se detalla en el informe.
Dos directivos afuera de la Junta Directiva
Esto, teniendo en cuenta que, por ejemplo, el 8 de noviembre de 2024 se conoció que Juan José Echavarría y Luis Alberto Zuleta salieron de la Junta Directiva de la compañía, algo que ya se había anticipado previamente a finales de agosto. La partida de estas figuras relevantes en los comités de la compañía se hizo efectiva el sábado 9 de noviembre.
Según una comunicación a la Superintendencia Financiera, “la Junta Directiva deliberará y decidirá posteriormente sobre la eventual recomposición de los comités que integraban los miembros dimitentes”.
La renuncia de Echavarría, presidente del Comité de Gobierno Corporativo y Sostenibilidad, y de Zuleta, presidente del Comité de Auditoría y Riesgos, se destapó tras la negativa a un proyecto muy importante para Ecopetrol: la inversión en Crownrock , propiedad de Occidental Petroleum Company. (Oxy) en la cuenca del Pérmico , Estados Unidos. Así, estos movimientos generaron discusiones sobre el futuro de la compañía y su estrategia de expansión.
Compromiso con el Fepc
A pesar de estas complicaciones, Ecopetrol sigue siendo un pilar estratégico para Colombia al abastecer la demanda de combustibles líquidos en el país y poseer el 100% de la capacidad de refinación nacional. El Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (Fepc) juega un papel en el manejo financiero de la empresa, ya que contrarresta el impacto en la caja al recibir fondos del Gobierno para compensar el margen de venta de gasolina y diésel a precios más bajos. en el mercado local.
El informe de Fitch también proyecta que el saldo del Fepc continúa disminuyendo dado que el Gobierno nacional sigue con la política de aumentos en los precios minoristas de combustibles.
Y es que, a agosto de 2024, Ecopetrol estima que el monto acumulado en Fepc fue cercano a los $13 billones. Esta previsión es vital, dado su efecto en las finanzas a mediano y largo plazo de la petrolera.