Hombre resultó con tres costillas fracturadas tras ser empujado en un tumulto en TransMilenio

Sin duda alguna, TransMilenio es uno de los sistemas de transporte público más importantes del país. Con millones de usuarios a diario, se ha convertido en la solución para los capitalinos que se dirigen hacia sus sitios de trabajo, así como a sus respectivos hogares al iniciar el día, así como cuando cae la noche.

Aunque hay quienes lo califican como uno de los mejores sistemas de transporte público en la región, es claro que presenta decenas de problemáticas con las que viven a diario los capitalinos.

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Por ejemplo, es usual escuchar que dentro de sus buses se registran robos, agresiones e incluso hasta asesinatos, situación que ha llevado a la ciudadanía a estar cada vez más alerta; sin embargo, con el pasar de los días, cada vez son más frecuentes las denuncias sobre personas que resultan gravemente afectadas por situaciones que viven al interior del sistema.

Muestra de ello es el caso de Jhon Jairo Vargas, un ciudadano que, como millones de personas a diario, se dirigía hacia su lugar de trabajo en la mañana del martes 27 de agosto. El hombre había salido de su hogar rumbo al Portal de las Américas, en el sur de Bogotá, donde abordaría el bus que lo llevaría hacia su destino.

A las 4:30 a. m., cuando cientos de personas llegaban a copar la zona, Vargas comenzó a hacer la fila para tomar el biartuculado que acostumbraba, cuando fue víctima de una desafortunada situación.

El bogotano estaba por ingresar al bus que le servía cuando fue empujado por decenas de personas que permanecían en el típico tumulto que se registra cuando los usuarios se percatan de la llegada de un bus.

Fue cuestión de que el biarticulado abriera sus puertas para que Vargas perdiera el equilibrio y chocara contra el borde de una de las sillas.

Según contó el mismo afectado a Infobae Colombia, al chocar con los asientos sintió un dolor muy fuerte, razón por la que comenzó a pedir auxilio entre quienes habían logrado ingresar al bus.

“Yo ya estaba dispuesto a ingresar y ahí fue cuando me empujaron”.

La situación generó que algunas de las personas que estaban en el vehículo pidieran al conductor que no arrancara el bus, mientras que alguien prestaba atención médica al afectado; sin embargo, quien manejaba el vehículo no prestó atención a las quejas y emprendió su rumbo con normalidad.

Así las cosas, Vargas, que describió su dolor como “si se partiera un palo” – haciendo alusión a la triple fractura de costilla que sufrió – tuvo que esperar hasta que el bus parara en la estación de Biblioteca El Tintal para él poder descender del mismo.

Allí dio a conocer su situación ante dos agentes de TransMilenio que tomaron sus datos e intentaron hacer seguimiento a su situación de salud durante algunos minutos. Así mismo, un uniformado de la Policía Nacional se acercó al lugar y pidió información al afectado.

Al notar la gravedad del asunto, el policía optó por llamar una ambulancia, procedimiento que, ante una emergencia tal, no debería tomar mayor tiempo. Sin embargo, en este caso, Vargas, que sentía temor por el estado de sus órganos (corazón, pulmón, entre otros) tuvo que esperar cerca de 30 minutos a que una persona cercana lo recogiera. Esto, porque la ambulancia que habían llamado las autoridades nunca llegó.

De inmediato, su ser querido lo trasladó hacia un centro médico en la localidad de Puente Aranda, donde le tomaron los primeros exámenes para, posteriormente, ser trasladado hacia una clínica en la localidad de Chapinero, donde duró hospitalizado cuatro días.

En todo ese tiempo, recalcó la víctima, ninguna persona adscrita a TransMilenio lo llamó para cerciorarse de su estado de salud, a pesar de que en la estación Biblioteca El Tintal le habían tomado sus datos.

Así las cosas, los especialistas le dieron una incapacidad de 45 días, periodo en el que Vargas no ha podido consumir un medicamento que le formularon, conocida como Hidromorfina, para calmar los fuertes dolores.

Vargas fue claro en que toda esta situación ha valido una cifra cercana a los dos millones de pesos, teniendo en cuenta además que ante su incapacidad, no podrá trabajar durante un tiempo.

Ante todo ello, el bogotano fue claro en que su deseo es interponer una demanda en contra de TransMilenio por los daños causados dentro de sus instalaciones, teniendo en cuenta además que lo que a él le sucedió, le puede pasar a cualquiera de sus usuarios.