Una pizzería ubicada en la zona centro de Bucaramanga fue víctima del hambre y la delincuencia el martes 3 de septiembre por la noche, cuando un habitante de calle se las arregló para colarse por el techo y luego prepararse algo de comer.
Así lo dio a conocer su propietaria, Julieth Díaz, a través de un video, publicado en las redes sociales del establecimiento: “Nos robaron por segunda vez. Habemus, como muchos negocios, ha superado diferentes momentos y hoy, a pesar de la situación, les queremos decir que esta no va a ser la excepción y que por más inconvenientes que sucedan, siempre vamos a mostrar nuestra mejor versión para ustedes. Continuamos con el servicio habitual y extendemos la invitación a todos los negocios que pasan por situaciones similares que no se desanimen y, por el contrario, continúen dándola toda, como nosotros lo hacemos por ustedes”.
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Ante el robo, Díaz y su personal adoptaron una actitud resiliente. Sin embargo, los daños ocasionados a su pizzería ascienden los 10 millones de pesos y es que, en su incursión, el delincuente dañó el mobiliario, destrozó el circuito de seguridad para no dejar evidencia y causó la pérdida total de sus alimentos, al dejar las neveras abiertas.
“También dañó el DVR y algunas cámaras, destrozó unas mesas, entre otros daños que tenemos que asumir. Se comió unos chorizos y otras cosas, pero luego no cerró las neveras y todo el mercado se dañó”, precisó Díaz, que a las perdidas agregó 800.000 pesos en efectivo que robó el habitante de calle de la caja fuerte, una guitarra de cerca de 3′000.0000 de pesos que se dañó y un juego de cuchillos para cocina.
En diálogo con TuBarco News explicó que no se dio cuenta del robo, sino hasta el mediodía del miércoles, cuando llegó al local y notó los destrozos: “Llegué al mediodía y fue horrible ver todo dañado. Es muy triste. Llevo ocho años con el negocio, soy sola y eso desanima. Da mucha impotencia”.
Pero, aun así, decidió mantener el local abierto y continuar prestando sus servicios, en una muestra de fortaleza para otros negocios que sean víctimas de la delincuencia en la capital del del departamento de Santander.
Ladrón dejó una nota disculpándose tras robar la cafetería de un colegio, con lo que afectó a 200 estudiantes
En abril del 2023, un grupo de ladrones irrumpió en el Colegio Gabriela Mistral en Puerto Wilches, Santander, llevándose la comida que sería destinada para 200 estudiantes durante una semana.
En su huida, los delincuentes dejaron una nota de arrepentimiento en la que uno de ellos pedía disculpas justificando su acción por la falta de medicamentos para su hija, quien está hospitalizada. A pesar de que la comida sustraída no era para ellos, evidencias en la cocina sugieren que los ladrones tuvieron el tiempo de freír algo de carne y plátano antes de escapar.
De acuerdo con el rector del colegio, Lazaro Barriga, el hecho se dio en una de las escuelas urbanas que se encuentra sobre el río y la ciénaga, en una zona con un descampado por detrás. Al parecer, los ladrones aprovecharon esta vulnerabilidad para escalar el muro y forzar la puerta de la cafetería escolar.
Este fue el quinto incidente de robo en la institución en cuestión de meses, un problema que el rector asocia a la negativa de la Secretaría Departamental de Educación de contratar un servicio de vigilancia. “Hace quince días había reforzado la puerta, pero ahora me tocará poner una reja especial”, comentó Barriga. Además de los alimentos del Programa de Alimentación Escolar (PAE), los ladrones también se llevaron un computador viejo que ya estaba dado de baja.
El rector enfatizó que la Gobernación tiene la obligación de prestar seguridad a través de vigilantes nocturnos, una responsabilidad que, según él, no se había cumplido hasta el último robo.