En un avance significativo para los diálogos con las bandas urbanas en el marco del proyecto de Paz Total, la senadora Isabel Zuleta anunció la aprobación de una comisión accidental que acompañará los espacios de diálogo socio-jurídico con organizaciones criminales.
Este anuncio marca un hito en los esfuerzos legislativos y gubernamentales para avanzar en la pacificación de las zonas urbanas más afectadas por la violencia.
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“Anunciamos que, por solicitud de este espacio, ya fue aprobada la comisión accidental para el acompañamiento a la paz urbana. El Congreso tiene hoy no solo un objetivo concreto de los diálogos con las estructuras de alto impacto, sino que, además, acaba de crear una comisión legal de paz”, declaró Zuleta, de acuerdo con El Espectador, durante la segunda audiencia pública del Senado, celebrada en Medellín el jueves 5 de septiembre.
La creación de esta comisión accidental es el resultado de un esfuerzo coordinado entre legisladores y organizaciones sociales, quienes llevan tiempo trabajando en la estructuración de estos diálogos. La senadora Zuleta subrayó que este avance es producto de una ardua labor en conjunto con las comunidades afectadas por la violencia urbana, especialmente en ciudades como Medellín.
La solicitud para la creación de esta comisión fue radicada de manera formal el 20 de agosto. En el texto de la proposición se destaca la importancia de este mecanismo como parte de una estrategia integral para avanzar hacia la paz y la estabilidad en el país. El documento menciona que, al igual que los diálogos con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las disidencias de las Farc, es esencial que el Congreso, a través de una delegación, participe activamente en las conversaciones con las organizaciones criminales urbanas.
“La creación de una Comisión Accidental de Senado se presenta como una estrategia crucial para avanzar hacia la construcción de la paz y la estabilidad en el país. Tal y como pasa con los diálogos con el ELN y las disidencias de las FARC, con quienes existe un acompañamiento y participación del legislativo a través de la Comisión de Paz, es preciso que una delegación del Senado atienda las demandas de institucionalidad y aporte, por su nivel de complejidad y particularidad, ideas y fórmulas para viabilizar las conversaciones con estas organizaciones que el Gobierno ha denominado ‘no rebeldes’”, señala la proposición radicada en el Congreso.
El enfoque sobre las “organizaciones no rebeldes” se refiere a aquellas bandas criminales que, si bien no tienen un trasfondo ideológico o insurgente como el ELN o las Farc, representan un grave desafío para la paz en las ciudades. Estas organizaciones, que operan en el crimen organizado, extorsión y narcotráfico, tienen una alta incidencia en la violencia urbana.
El proceso de paz urbana: una estrategia revitalizada
Este anuncio se enmarca en la estrategia del Gobierno de Gustavo Petro para revitalizar los procesos de paz urbana en varias regiones del país, particularmente en ciudades como Medellín, Buenaventura y Quibdó. En mayo de 2024, el Ejecutivo reveló sus planes para reactivar los diálogos con grupos criminales urbanos, destacando la necesidad de generar avances visibles en este frente.
El facilitador de paz del Gobierno, Jorge Mejía, destacó en esa ocasión la intención de reactivar las conversaciones con grupos del Valle de Aburrá, donde, aunque los diálogos no se han interrumpido, es necesario demostrar resultados más concretos.
“Nosotros creemos que es una posibilidad muy grande, porque el consejero comisionado Otty Patiño ha dado cuenta también de su voluntad de continuar con el proceso de darle vía libre al ejercicio sin posibilidad de hacer ese relanzamiento de la paz urbana”, señaló Mejía, haciendo referencia al compromiso del Gobierno de continuar por este camino sin necesidad de empezar desde cero.
Mejía también destacó la disposición de las bandas delincuenciales en la región para continuar con el proceso de paz, resaltando la importancia de traducir este compromiso en acciones verificables. “Es una expresión de buena voluntad, de compromiso, es una decisión igualmente con el proceso de paz urbana, dar cuenta de que esa decisión se va a traducir en hechos tangibles, verificables de paz, no solamente en Medellín, sino en otros territorios”, agregó.
El reto ahora para el Congreso y para la recién creada comisión accidental será acompañar estos diálogos con propuestas y mecanismos que aseguren la efectividad del proceso. La meta es lograr que las conversaciones con las estructuras criminales urbanas generen avances concretos que se reflejen en una mejora de la seguridad y la calidad de vida en las ciudades más afectadas por la violencia.
El proceso de paz urbana es considerado una de las piezas más complejas del proyecto de ‘Paz Total’ impulsado por el Gobierno Petro. A diferencia de las guerrillas, las organizaciones criminales urbanas no tienen una agenda política clara, lo que complica las negociaciones y exige un enfoque mucho más pragmático y flexible. La creación de la comisión accidental, por lo tanto, representa un paso importante hacia la consolidación de estos esfuerzos.