La situación en Venezuela tras el fraude que el régimen de Maduro realizó tras las elecciones presidenciales que se llevaron a cabo el 28 de julio de 2024, sigue generando posiciones a favor y en contra. De cuerdo con el Consejo Nacional Electoral de ese país, el ganador fue Nicolás Maduro, resultado que no ha sido aceptado por la oposición, encabezada por María Corina Machado y Edmundo González, ni por un creciente número de naciones en todo el mundo, que piden que el dictador abandone el poder.
Por su parte, los gobiernos de Brasil, Colombia y México hicieron un llamado a las autoridades venezolanas para que avancen con celeridad en el proceso de escrutinio y publiquen los datos desglosados por mesa de votación.
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“La gran mayoría de países ve con muy buenos ojos el esfuerzo diplomático que están haciendo los presidentes (de Colombia, Gustavo) Petro; (de Brasil, Luiz Inácio) Lula, y (de México) Andrés Manuel López Obrador, allí hay una luz de esperanza”, indicó el canciller Luis Gilberto Murillo.
Sin embargo, Tamara Taraciuk Broner, cabeza del Centro Peter Bell para el Estado de Derecho en el Diálogo Interamericano, en diálogo con El Tiempo, hizo un análisis de la crisis que se vive en Venezuela, así como de la posición que tiene Colombia, México y Brasil.
Según Broner, los mandatarios tienen que “abandonar los eufemismos y llamar las cosas por su nombre. En Venezuela se robaron las elecciones y es importante que ahora empujen una negociación, pero no hacia un pacto de coexistencia política, sino para una transición democrática en la que se concrete el ascenso de la oposición y la salida de Maduro”.
La analista afirmó que después de dos semanas de haberse realizado las elecciones, solo se han visto esfuerzos para que Nicolás Maduro se quede en el poder. “Ahora intentan meter al Tribunal Supremo de Justicia, que es un apéndice del Ejecutivo, para que resuelva una cuestión electoral para la cual no tiene ninguna facultad”, afirmó Tamara Taraciuk Broner.
Asimismo, destacó la situación que vive Venezuela con la comunidad internacional, razón por la cual destacó la posición que están teniendo Colombia, Brasil y México, resaltando que los tres Gobiernos deben tomar acciones.
“Los gobiernos de Lula, Petro y Obrador tienen la enorme responsabilidad de llamar las cosas por sus nombres y de dejar de hablar sobre Venezuela con eufemismos. No se trata de decir: ‘Hay que respetar derechos humanos’, como acaban de decir en el más reciente comunicado. Lo que hay que decir es que no puede haber represión”, aseveró.
Y agregó: “Es importante que empujen por una negociación, pero no para negociar un pacto de coexistencia política, sino para una transición democrática en la que se concrete el ascenso de la oposición y la salida de Maduro”.
Tamara Taraciuk Broner resaltó en su iniciativa de ofrecer incentivos legales a quienes se encuentran en el poder, con el objetivo, según ella, de que “vean que tienen un futuro mejor en una transición democrática”.
“Quizá sea moralmente desagradable, pero se tiene que considerar. Pero volviendo al tema de Petro, Lula y Obrador, son ellos los que tienen que hacerle entender al régimen que no van a poder gobernar bajo estas circunstancias ni mantenerse en la comunidad internacional”, afirmó a El Tiempo.
En cuanto a la posición que tendría Estados Unidos, Broner afirmó que el país norteamericano es clave para investigaciones de corrupción, narcotráfico y lavado de dinero. Según la analista, el presidente de Estados Unidos puede otorgar “clemencias” en procesos que ya tienen un rumbo a cambio de una “transición democrática”.
Por último, Tamara Taraciuk Broner afirmó al citado medio que en los próximos tres o seis meses la situación en Venezuela va a estar “peor”; sin embargo, resaltó que se están llevando a cabo condiciones para negociaciones.
“Es clave que exista un consenso no ideologizado de la comunidad internacional y que se pongan sobre la mesa los incentivos legales de los que le hablo para ofrecerle salida a los distintos actores. E insisto. El papel de Petro, Lula y Obrador es crítico y su responsabilidad enorme, para bien o para mal”, puntualizó.