Militares retirados amenazan con bloquear el Hospital Militar para evitar la atención a los disidentes de las Farc: “Estamos dispuestos a seguir hasta las últimas consecuencias”

El jueves 8 de agosto del 2024, el sargento retirado Luis Leniz, en representación de los veteranos del Ejército Nacional de Colombia, anunció la disposición de bloquear las entradas y salidas del centro médico para impedir el ingreso de excombatientes de la guerrilla que hacen parte de los firmantes de paz.

Esta medida, señaló Leniz, se debe a que consideran que la atención a estas personas vulnera la dignidad de las víctimas, destacando una fuerte oposición de los veteranos a la política actual del Gobierno.

En contexto, Leniz fue la misma persona que, en medio del rendimiento de cuentas del Ministerio de Defensa, interrumpió la ceremonia con una pancarta y a gritos solicitó respeto y dignidad a los soldados, reservistas y veteranos del Ejército Nacional.

Leniz comentó que la iniciativa no es una decisión impulsiva, sino el resultado de varios días de trabajo y reuniones con autoridades del Ministerio de Defensa: “Estuvimos en una mesa de trabajo con la viceministra, les explicamos los pros y contras”. Tras estas reuniones, los veteranos realizaron una marcha frente al Ministerio de Defensa, la cual culminó con el bloqueo del edificio durante una hora.

El sargento retirado enfatizó que los militares y policías no ven posible que su dignidad y seguridad sean negociables: “Estamos dispuestos a seguir hasta las últimas consecuencias. Si nos toca bloquear la entrada y salida del Hospital Militar para impedir que estas personas ingresen para atentar contra nuestra seguridad, téngalo por seguro que nos vamos a organizar y lo vamos a hacer”.

Leniz sostuvo que no es suficiente que el gobierno intente mejorar su bienestar para que acepten la integración de los excombatientes. “No es dándonos algo de bienestar como luego nos van a arrodillar y nos van a obligar a aceptar todo lo que el gobierno desee”, había sostenido Leniz en declaraciones previas, en mayo. Los veteranos reconocen la necesidad de un proceso de paz, con la condición de que no viole su dignidad ni la seguridad de los usuarios del sistema de salud.

Leniz afirmó que el régimen especial de salud está diseñado para los militares y sus familias, previendo las afectaciones a su seguridad. Según él, sus enfermedades son únicas y no pueden ser tratadas de la misma manera que las de los ex guerrilleros. La opinión de Leniz sobre la seguridad sanitaria asegura que: “Nuestras enfermedades son únicas, no se pueden poner a vincularnos y mucho menos a vulnerar atendiendo al lado de nosotros a los mismos subversivos que nos victimizaron”.

A lo largo de las opiniones y medidas manifestadas, queda clara la preocupación de los veteranos por su seguridad y dignidad, así como su disposición a tomar acciones fuertes para proteger esos valores. La cobertura mediática subraya la sensibilidad y la división que generan las políticas de reintegración de excombatientes en el país.

El sargento retirado Luis Leniz, junto con otros veteranos, expresa que sus demandas no solo buscan mejorar sus condiciones sino también enviar un mensaje claro al Gobierno sobre la importancia de respetar el trato especial que, consideran, merecen por sus años de servicio a la nación. Leniz finalizó sus declaraciones afirmando: “La dignidad de los militares y policías no se puede negociar…”, enfatizó.

En un evento reciente en el cual el gobierno de Gustavo Petro celebraba sus dos años de gestión, el ministro de Defensa de Colombia, Iván Velásquez, enfrentó un escenario de agitación cuando un grupo de veteranos militares protestó vehementemente. Los veteranos estaban en desacuerdo con un convenio que permite que los excombatientes con discapacidad de las Farc sean atendidos en el Hospital Militar. Ante la situación, los exmilitares levantaron pancartas y gritaron consignas como “Respete a la Fuerza Pública”.

Durante la presentación, Velásquez intentó apaciguar los ánimos subiendo la voz y argumentando que el convenio tiene como fin construir “un país más solidario”, afirmando que las instalaciones del Hospital Militar cuentan con la experiencia necesaria para tratar casos de discapacidad. Velásquez justificó este acuerdo, enfatizando en la capacidad y el conocimiento que tiene el hospital para atender a los desmovilizados con discapacidades derivadas del conflicto armado.

El convenio, que se hizo público hace unos meses, ha sido un tema controversial en Colombia. La intención del Ministerio de Defensa era brindar atención médica a más de mil exguerrilleros de las Farc, en función de equiparar la atención a desmovilizados con discapacidad. Este acuerdo generó intensa polémica y rechazo en diferentes sectores, especialmente entre quienes consideran que el Hospital Militar debería enfocarse exclusivamente en atender a los miembros de las Fuerzas Armadas activas y retiradas.