La ministra de Justicia, Ángela María Buitrago, se refirió a los esfuerzos del Gobierno para entablar diálogos de paz con el Clan del Golfo. En su intervención, destacó que la mesa de negociaciones apenas inició, y enfatizó la importancia de las solicitudes que se realicen en el marco de este proceso, como el levantamiento de órdenes de captura contra los principales cabecillas de dicha organización criminal.
La alta funcionaria también señaló que, aunque el camino a seguir está definido en caso de que no se logre ningún acuerdo en estas negociaciones, es fundamental que todos los involucrados contribuyan para alcanzar consensos. A este respecto, Buitrago afirmó: “Frente al tema de sometimiento, la mesa se acaba de abrir, de sentar. Las solicitudes que se hacen bajo el marco de la paz total, es importante entender que todos tenemos que poner un grano de arena para ver cuáles son los consensos, si no hay acuerdos el camino está claro”.
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Aunque las conversaciones con el Clan del Golfo fueron decretadas por el presidente, Buitrago explicó que es crucial que los grupos involucrados respeten las obligaciones adquiridas durante el proceso de negociación. La ministra explicó que ya se vieron casos de incumplimientos que obligaron al Gobierno a tomar decisiones firmes, enfatizando la necesidad de un compromiso serio por parte de todos los actores implicados.
Por otro lado, Buitrago mencionó que aún no se recibe ninguna notificación por parte de la Fiscalía para proceder con el levantamiento de las órdenes de captura.
La ministra concluyó su intervención reafirmando el compromiso del Gobierno con la paz y la necesidad de un esfuerzo conjunto para lograr acuerdos que beneficien a toda la sociedad. Según ella, este es solo el comienzo de un largo proceso que requiere la colaboración de todos los sectores involucrados para alcanzar una paz duradera.
Diálogos con el grupo armado más grande de Colombia
El anuncio realizado el lunes 5 de agosto por el Gobierno de Gustavo Petro marcó un avance en la política de paz total, que busca negociar con todos los grupos armados del país simultáneamente. Mediante una resolución ejecutiva el Gobierno declaró su intención de iniciar diálogos con el Clan del Golfo, el grupo armado más grande de Colombia que, hasta ahora, había quedado excluido de las negociaciones de paz. Este grupo, con raíces paramilitares, generó tensiones y dudas en el alto Gobierno sobre la legalidad de una negociación con ellos.
El Gobierno tomó esta decisión de dialogar por primera vez con el Clan del Golfo, un grupo que extendió su control sobre varias regiones de Colombia en los últimos años. Cabe destacar que, en marzo de 2024, la organización cambió su nombre a Ejército Gaitanista de Colombia (EGC), intentando presentarse como una entidad con objetivos políticos.
Desde el lanzamiento de la política de paz total en agosto de 2022, cuando Petro asumió la presidencia, los acercamientos con este grupo han sido lentos. A pesar de sus reiteradas peticiones para participar en diálogos, el Gobierno había mostrado reticencia. Este anuncio llega justo cuando faltan menos de 48 horas para que Petro cumpla dos años en el cargo.
El Clan del Golfo evolucionó en los últimos años hasta convertirse en el grupo armado más grande de Colombia. De acuerdo con una investigación del centro de pensamiento International Crisis Group, cuenta con entre 6.000 y 7.000 miembros y opera en al menos 17 de los 32 departamentos del país, con una presencia notable en el norte.
Sus actividades incluyen el narcotráfico, la extorsión, la minería ilegal y la captura de recursos públicos a través de las administraciones municipales. Además, controlan el paso de migrantes por las rutas peligrosas de la frontera entre Colombia y Panamá, en la densa selva del Darién. Los analistas coinciden en que el Clan del Golfo tiene una posición dominante en el mundo criminal, manteniendo conflictos abiertos con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las disidencias del Estado Mayor Central. Estos grupos también están en negociaciones con el Gobierno y acordaron ceses al fuego bilaterales, aunque ambos procesos enfrentaron crisis recientemente.