José Félix Lafaurie dijo que el proceso de paz con el ELN no va bien y criticó a Juan Manuel Santos

Por medio de su columna semanal, el dirigente gremial aseguró que hoy Colombia enfrenta una dolorosa realidad

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Jose Félix Lafaurie hace parte del equipo del Gobierno nacional que negocia la paz con el ELN. Reuters.
Jose Félix Lafaurie hace parte del equipo del Gobierno nacional que negocia la paz con el ELN. Reuters.

El Ejército de Liberación Nacional (ELN) aceptó su autoría en el reciente atentado terrorista en Tibú (Norte de Santander), el cual dejó tres muertos y varios heridos, por el que las autoridades ofrecían hasta $250 millones como recompensa por los responsables.

De acuerdo con el grupo insurgente, dichas actuaciones bélicas correspondieron a los enfrentamientos que desarrollan contra las disidencias de las Farc y lo que llamaron “estructuras narco-paramilitares” en las que de manera lamentable perecieron uniformados y civiles.

Sobre este hecho se pronunció el presidente ejecutivo de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), José Félix Lafaurie, por medio de la columna que escribe cada semana para la página web del gremio.

En esta, aseguró que se le quedaron grabadas las imágenes difundidas por internet del ataque terrorista en Tibú perpetrado por el ELN, el video dramático de la explosión, los cuerpos de policías al borde de carretera y el hilo de sangre brotando de la cabeza de una mujer que, simplemente, pasaba por ahí.

“El país no se recuperaba de los cuatro menores asesinados por el ‘Estado Mayor Central de las Farc (EMC)’ -demasiado nombre-, que para ‘Iván Mordisco’ fueron ‘ajusticiados’ por querer desertar y, además, reclutados de ‘manera voluntaria. ¡Háganme el favor!”, señaló el dirigente gremial.

Según él, las líneas que escribió son insuficientes para retratar el clima de violencia que azota a los territorios, donde solo el EMC, en lo corrido del año, suma 226 acciones violentas y, aun así, acusa al Gobierno de incumplir el cese al fuego y reitera su “férreo compromiso de lucha por la paz”. “¡Vaya cinismo!”, criticó Lafaurie, que señaló que “esto no va bien”.

El ELN se adjudicó varias acciones violentas en lo que va del año. Reuters.
El ELN se adjudicó varias acciones violentas en lo que va del año. Reuters.

148 acciones violentas

En esta citó que, según registros de las Fuerzas Militares, el ELN ya cometió 148 acciones violentas y 91 las cometieron las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, otro nombre, para el presidente ejecutivo de Fedegán, equívoco y ostentoso- sin contar el caos de violencia del microtráfico en las ciudades convertidas en “Ciudades Góticas” asediadas por el crimen, pero sin un “Batman” que las defienda.

“¿Por qué esto no va bien? El gran antecedente es la paz de Santos (Juan Manuel), que se prometió ‘estable y duradera’ y, sencillamente, nunca fue. El acuerdo con las Farc violentó la democracia, sembró el odio dividiendo el país entre amigos y enemigos de la paz, desarmó a medias, contó verdades a medias, no reparó a las víctimas, consagró la impunidad y, de contera, nos encimó las disidencias y la neutralización de la lucha contra el narcotráfico, con la herencia maldita de 300.000 hectáreas de cultivos ilícitos”, cuestionó.

Manifestó que hoy el país enfrenta una dolorosa realidad. Advirtió que, “una vez más, en la tormentosa historia de violencia, lo importante, que es la construcción colectiva de la paz como valor supremo, es desplazado por lo urgente: la protección de los ciudadanos, la seguridad como derecho fundamental, sin la que trabajar y emprender es una aventura, expresarse y disentir es un riesgo, y vivir, que nunca ha sido fácil, se torna peligroso. Sí, la seguridad como condición y a la vez resultado de la paz verdadera”.

No obstante, insistió en que en una sociedad que convirtió la indisciplina social en norma de conducta y refundió el principio de autoridad, el mandato constitucional de la Fuerza Pública de proteger a la población a partir del uso legítimo de la fuerza se torna imposible y empieza a ser delegado en guardias indígenas, cimarronas y campesinas, cuando no copado por una violencia dispersa y multiforme, o suplantado por la dominación efectiva de los grupos ilegales en los territorios.

“En medio de este escenario violento, las negociaciones con el ELN, a pesar de sus crisis y dificultades, se erigen como el único proceso formal, el único que muestra avances y tiene oportunidades. ¿De qué? De generar acciones transformadoras en los territorios, derivadas de los acuerdos de la mesa, y de mandar mensajes positivos al país en medio de la desesperanza”, apuntó.

Recomendó que para que “esto vaya mejor” hace votos porque se logre un acuerdo posible de cese al fuego y de hostilidades al término del actual ciclo de La Habana. “No será fácil, pero la tranquilidad de quienes hoy sufren la violencia bien merece el esfuerzo”, concluyó José Félix Lafaurie.