Otra balacera en Bogotá tras el robo de una camioneta

En la noche del lunes 29 de mayo, la capital del país volvió a ser escenario de una persecución a mano armada entre la Policía Metropolitana de Bogotá y una banda delincuencial dedicada al hurto de vehículos.

Esta vez, el incidente ocurrió en la localidad Rafael Uribe Uribe, al sur de la ciudad, cuando varios hombres interceptaron a una pareja al momento en el que esperaban que la puerta del conjunto residencial en el que viven se abriera para entrar al parqueadero.

Los hicieron bajar y se dieron a la huida, pero gracias a la acción oportuna de las autoridades y su plan candado, lograron interceptarlos pasados unos minutos de cometido el hurto.

Sin embargo, en un primer momento se resistieron y empezaron a disparar en contra de los uniformados, mientras escapaban a toda velocidad; lo que inició una persecución que terminó en la localidad de Tunjuelito, con la captura de los delincuentes, que fueron trasladados a la URI de Molinos.

Así lo habría dado a conocer en entrevista para Blu Radio el coronel Montañez, de la Policía Nacional: “En el sector de Gustavo Restrepo se presenta el hurto de una camioneta cuando el propietario se disponía a ingresarlo a su conjunto, quien al final es abordado por tres delincuentes con armas de fuego. Al final, se les incautaron dos armas traumáticas y una de fabricación artesanal”.

El vehículo fue recuperado y los criminales se encuentran bajo custodia de las autoridades a la espera de ser judicializados, probablemente, por porte ilegal de armas y hurto calificado.

Días antes, un caso similar se registró en el barrio Marsella, localidad de Kennedy, cuando los habitantes del sector fueron testigos de una persecución a mano armada, entre las autoridades de policía y tres hombres que, sobre las 10:45 de la noche del miércoles 10 de mayo, interceptaron a una pareja para robar su vehículo y demás pertenencias cuando llegaban a la casa del trabajo.

En los videos de seguridad del sector logra apreciarse como uno de los delincuentes corre hacia el vehículo de las víctimas, mientras estas avisaban al cuadrante.

Sin embargo, en ese momento un par de agentes se encontraban cerca y ante los gritos de auxilio de la pareja llegaron en cuestión de segundos para iniciar una persecución. Dos de los delincuentes esperaban en otro carro a quien intimidó a la pareja, pero tan pronto como logró hacerlos bajar del vehículo se dieron a la huida.

Aceleraron a fondo, pero los dos patrulleros los alcanzaron por un costado. Así que su reacción fue arrollarlos para sacarles algo de ventaja.

Así lo habría descrito el comandante de la Policía de Kennedy, coronel Camilo Torres, en una entrevista para el matutino Arriba Bogotá: “Mediante las labores de patrullaje del cuadrante se dan cuenta que están hurtando un vehículo. De inmediato se inicia la persecución del mismo (…) dentro de esta misma persecución, este vehículo arrolla a los policías. Sin embargo, con el apoyo del resto de cuadrantes se continua la actividad para tratar de ubicar el vehículo”.

Fue entonces que empezaron disparar en contra de quienes, a toda velocidad, los perseguían. Aunque gracias a la activación de un plan candado con los demás oficiales del cuadrante, lograron dar con la captura de uno de los ladrones y recuperar el vehículo.

“Es así que se da la captura de un sujeto que va conduciendo un vehículo que estaba siendo usado para hurtar el vehículo de las víctimas y de esta manara pues se logra inmovilizar el vehículo de los delincuentes e igualmente recuperar el vehículo de las víctimas”

Todo, en medio de una operación que recibió halagos de parte del coronel Torres: “afortunadamente ellos están ilesos. Con unos golpes normales por la caída. Pero igual en la reacción policial, en este acto, también, valiente de los policías pues se logra dar este resultado”

Los dos uniformados, como se mencionó anteriormente, fueron valorados por personal médico que, tras una revisión exhaustiva, determinó que no sufrieron alteraciones en su estado de salud. Mientras, el detenido fue conducido a la estación de Policía, a la par que sus cómplices huían, llevándose consigo dos celulares y otras pertenencias de las víctimas.