Como parte de la conmemoración de los 100 años de la Contraloría General de la República, el ente de vigilancia presentó la primera Serie Virtual de Estudios Sectoriales, la cual busca presentar a la ciudadanía y a las entidades un análisis de diferentes políticas públicas.
“Están relacionados con los estudios que las respectivas delegadas de la Contraloría General de la República vienen adelantando”, señaló el contralor delegado de Minas y Energía, Germán Castro Ferreira.
Esta primera serie corresponde a la Contraloría Delegada sector Minas y Energía, que se compone de ocho estudios orientados al monitoreo del sector petrolero, el servicio público de energía, la minería y la exploración y explotación de gas.
Así las cosas, la Contraloría General dio a conocer el documento “Avances de la estrategia para la prestación del servicio de energía eléctrica en la Región Caribe”, que presenta las conclusiones a las que llegaron grupos especializados frente al programa definido en el Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2018-2022.
De acuerdo con el informe, en 2020, la prestación del servicio de energía en la región Caribe fue posible gracias a actividades de generación e interconexión eléctrica y a la gestión de entidades estatales. Sin embargo, los dos últimos eslabones de la cadena presentaron falencias; estos corresponden a las redes de distribución y a la atención al cliente, los cuales estuvieron a cargo de Electricaribe hasta octubre de 2020.
Pues, la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios (Superservicios) tuvo que tomar posesión de la empresa por problemas en la prestación continua del servicio y por dificultades en el pago de obligaciones mercantiles.
“Electricaribe no estaba en condiciones para superar dichos problemas y garantizar una prestación continua y eficiente del servicio”, estableció en su momento la Superservicios.
Por eso, la empresa pasó a ser sustituida por dos nuevos operadores: Afinia y Air-e. El estudio evaluó los recursos asignados en el proceso de vinculación de estos dos operadores, así como sus resultados en la prestación del servicio de energía eléctrica.
“De los indicadores analizados a los nuevos operadores hay avances importantes, como en los relativos a la calidad del servicio, destacándose el cumplimiento temprano de los indicadores de continuidad y ejecución de inversiones; y hay rezago en otros, como los asociados a la gestión de pérdidas y zonas de difícil gestión”, explica el documento de resultados publicado por el órgano de control.
Los resultados del estudio evidencian que, para 2021 y 2022, Air-E y Afnia mostraron un amplio cumplimiento de metas en cuanto a normalización, calidad y atención al cliente. En cuanto a Sistemas de Distribución Local, los indicadores de SAIDI y SAIFI evidenciaron mejoras frente a interrupciones del servicio.
“Estos valores presentan una tendencia positiva y demuestran una gestión de mejora en la calidad y, pese a que los indicadores están muy por encima del promedio nacional (en el último informe de calidad de la SuperServicios de 2020, eran de 31,49 de SAIDI y 28,60 de SAIFI), las empresas que atienden el mercado Caribe dejaron de ser las de peores indicadores”, explica el documento del órgano de control.
Con respecto a la atención a los usuarios, Afnia reportó 3.436 clientes beneficiados en 2021, con una inversión de $543.000 millones de pesos. Air-E, por su parte, avanza en inversiones por $71.426 millones de pesos, con los que se espera beneficiar a 22.610 clientes.
Las quejas y reclamos, por su parte, se fueron reduciendo después de 2019. Frente a la facturación del servicio, los trámites bajaron del 88% al 61% luego de que los nuevos operadores sustituyeron a Electricaribe. Lo mismo ocurrió con la prestación del servicio; se pasó de atender 1.993 casos entre 2015 y 2022, a atender 1.479 casos.
Así las cosas, ambos operadores evidenciaron mejoras en la prestación del servicio eléctrico en el Caribe. Sin embargo, los índices de pérdidas son elevados.
Afnia, por ejemplo, registró un avance de reducción de pérdidas de solo 27,63 %. “Este hecho se considera de alarma, ya que impacta directamente en los ingresos de la empresa y en el flujo de caja”, dice el órgano de control. Con respecto a Air-E, el resultado se presenta anualmente y por ello no hay información.
“Aunque se observa el cumplimiento de los indicadores de gestión, acordados con la SuperServicios, y las inversiones definidas en las respectivas tarifas, las quejas de la ciudadanía y las advertencias expuestas en los debates de control político analizados, demuestran que el actual esquema definido para la prestación del servicio en la región Caribe requiere una revisión y ajustes”, concluyó el estudio de la contraloría.