Caso Rubiela Chivará: condenaron a la Secretaría de Salud de Bogotá y a la Fiscalía

El juez 37 administrativo del Circuito Judicial de Bogotá determinó que la negligencia de las autoridades, que tardaron cerca de siete horas en levantar el cadáver de la mujer, que se desplomó en la autopista Norte con calle 116, provocó daños morales a la familia y a la ciudadanía

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También se condenó a la Fiscalía General de la Nación y a la Secretaría de Salud de Bogotá al pago de una multa que supera los 190 salarios mínimos legales vigentes. Imagen de referencia/Colprensa.
También se condenó a la Fiscalía General de la Nación y a la Secretaría de Salud de Bogotá al pago de una multa que supera los 190 salarios mínimos legales vigentes. Imagen de referencia/Colprensa.

El 19 de enero de 2016, en la autopista Norte con calle 116, en Bogotá, al lado del puente peatonal de la estación de TransMilenio de Pepe Sierra y alrededor de la 1:30 p. m., Rubiela Chivará se desplomó: una arritmia cardiaca acabó con su vida. El cadáver de la mujer estuvo en la calle hasta pasadas las 7:15 p. m. cuando finalmente llegaron las autoridades a hacer el levantamiento del cuerpo. Siete años después, el juzgado 37 administrativo de oralidad del Circuito Judicial de Bogotá condenó a la Secretaría de Salud de la capital colombiana y a la Fiscalía General de la Nación por negligencia y por los daños morales que causó a la familia.

Así las cosas, el juez, al demostrar que la negligencia de las autoridades para hacer el levantamiento del cadáver no solo provocó un daño moral a la familia de Chivará, sino también a la ciudadanía, condenó a la Fiscalía General de la Nación y a la Secretaría de Salud de Bogotá al pago de una multa que supera los 190 salarios mínimos legales vigentes.

En el fallo se advierte que la falta de acción en el caso de Chivará provocó un daño evidente a la ciudadanía, luego de que, ante la negligencia para hacer el levantamiento, se registraron manifestaciones y protestas de los transeúntes que pedían celeridad en el procedimiento. Para acallar las manifestaciones, hizo presencia el Escuadrón Móvil Antidisturbios, que según determinó el juez, habría incurrido en malas prácticas al contaminar la escena con gases lacrimógenos que fueron lanzados cuando la familia de la mujer aún estaba en el lugar.

En cuanto a la Fiscalía, en particular al Cuerpo Técnico de Investigación (CTI), también se probó su negligencia al no haber atendido los protocolos para el levantamiento de un cuerpo, que no deben superar las dos horas. En el caso de Chivará, la mujer duró más de siete horas en la calle sin que su cuerpo fuera atendido por las autoridades. En su momento desde el CTI advirtieron que fue hasta las 5:00 p. m. cuando fueron notificados de la muerte de la mujer, y que fue esa la razón para llegar al lugar pasadas las 7:00 p. m.

Este fallo, vale advertir, es de primera instancia, por lo que tanto la Fiscalía como la Secretaría de Salud de Bogotá podrán apelarlo e interponer los recursos que contempla la ley.

Chivará fue víctima de la negligencia de las autoridades antes y después de su muerte

La mujer falleció el 19 de enero de 2016 por una arritmia; estaba esperando que le reagendaran una cirugía para controlar sus problemas cardiacos. Facebook.
La mujer falleció el 19 de enero de 2016 por una arritmia; estaba esperando que le reagendaran una cirugía para controlar sus problemas cardiacos. Facebook.

En sus últimos meses de vida, Rubiela Chivará tramitaba una cirugía prioritaria de reemplazo de la válvula aórtica y la reconstrucción de la aorta torácica ascendente que le había ordenado un médico de Cruz Blanca, su EPS, en mayo de 2015. Con la cirugía se buscaba controlar los problemas cardiacos que aquejaban a la mujer desde joven. Para poder programar la cirugía, Chivará tuvo que someterse a varios exámenes y autorizaciones. Sin embargo, según le contó a El Tiempo, Samuel Parra, yerno de Rubiela, “hubo demoras grandísimas por parte de la EPS”.

“En ese momento, el doctor le dijo que tenía que realizarse una cantidad de exámenes: cuadros hemáticos, radiografías, electrocardiogramas y un cateterismo, ella se movilizó para poder completar todos los exámenes, pero hubo unas demoras grandísimas por parte de la EPS, nos enviaban de un lado para otro, fue casi imposible completarlos, hasta que en noviembre se logró”, contó Parra en 2016.

Para noviembre de 2015, la orden de la cirugía cumplió siete meses, por lo que se reformularon, nuevamente, 14 exámenes de sangre; después de estos el procedimiento fue agendado para el 6 de enero de 2016. Rubiela Chivará llegó ese día a la clínica Jorge Piñeros Corpas, ubicada entonces en la autopista Norte con calle 104, de Saludcoop IPS. La cirugía, sin embargo, no se pudo realizar: un ascensor estaba dañado, por lo que se la reprogramaron para el 12 de enero de 2016.

“Pero justo cuando ya estaba lista en una camilla, se le acercó un médico del lugar para comunicarle que no le podían realizar la intervención porque el ascensor del lugar estaba dañado”, contó Parra a El Tiempo en 2016.

El 12 de enero, Chivará llegó a la clínica y después de esperar dos horas le reprogramaron, otra vez, la operación: el cirujano estaba en una reunión muy importante, “que no se preocupara, que la llamaban en esos días para una segunda reprogramación”, contó su yerno.

Siete días después, ese 19 de enero, Rubiela Chivará salió al mediodía, de Fontibón en donde trabajaba en una comercializadora de frutas. Atravesó la ciudad y sobre la 1:45 p. m., llegando a la estación de TransMilenio de Pepe Sierra, en la autopista Norte con calle 116, se desplomó. Una arritmia acabó con su vida mientras esperaba una cirugía para salvar su vida. Tenía 50 años.

Las siete horas de espera

La mujer falleció el 19 de enero de 2016 por una arritmia; estaba esperando que le reagendaran una cirugía para controlar sus problemas cardiacos. Facebook.
La mujer falleció el 19 de enero de 2016 por una arritmia; estaba esperando que le reagendaran una cirugía para controlar sus problemas cardiacos. Facebook.

Los familiares de Rubiela Chivará se enteraron de su muerte por terceros. Ese día Rubiela no llevó su celular, se lo había dejado a su hija, que tenía que estar atenta a la llamada de su EPS para el reagendamiento de la cirugía. Esa llamada nunca llegó. En cambio, una mujer se comunicó con la familia y les contó que pese a que le prestaron los primeros auxilios y que pararon una ambulancia, Rubiela había muerto.

Los familiares de comunicaron entonces con la línea de emergencias 123 para solicitar el levantamiento del cuerpo. Hicieron tres llamadas, contó el yerno de Chivará a El Tiempo en 2016: “Hice tres llamadas a esa línea, llamé también a la Fiscalía, a la Secretaría de Salud y todos me decían que estaban muy próximos”. Sin embargo ninguna autoridad se presentó en el lugar, por lo que además de la familia de Rubiela Chivará, los transeúntes y testigos bloquearon la autopista Norte sobre las 6:00 p. m.

“A las 6:30 de la tarde llegó el Esmad, nos golpeó, nos arrinconó ahí al lado del cuerpo de doña Rubiela. A las siete de la noche llegó un vehículo de la Fiscalía, pero nos dijeron que ellos no eran los encargados de hacer el levantamiento; 15 minutos después llegó el vehículo que se llevó el cuerpo. Esperamos más de 6 horas”, concluyó su relato Samuel Parra, que reparó en por qué llegaron primero a disolver la manifestación, y no el CTI a levantar el cadáver.