Nairo Quintana: el día que se consagró en la historia de Colombia vestido de rosa

“En mí no cabe tanta felicidad, tengo los músculos de la cara reventados de tantas sonrisas”, señaló un joven Nairo Quintana que había logrado una gesta deportiva que solo había logrado Lucho Herrera por allá en el 87′ cuando se coronó campeón de la Vuelta a España. El de Cómbita -Boyacá- dejó en claro que no solo era una promesa del ciclismo colombiano, sino que estaba listo para hacer historia. A sus 24 años, el tímido corredor del Movistar Team le dio al país su segundo título más importante en el ciclismo en toda su historia, el Giro de Italia.

Nairo Quintana llegó al Giro de Italia luego de haber sido una de las grandes figuras del Tour de Francia 2013, en donde se coronó campeón de los jóvenes, campeón de la montaña, se ubicó segundo en la general y sumó un triunfo de etapa. En la carrera italiana partió como uno de los candidatos a tener en cuenta en la lucha por la maglia rosa, pero las dudas surgieron por los grandes competidores que iba a enfrentar como Fabio Aru, Pierre Rolland, Domenico Pozzovivo, Rafal Majka, Wilco Kelderman y su compatriota, Rigoberto Urán.

La carrera italiana partió desde Irlanda del Norte, país en el que se realizaron las tres primeras jornadas y en las que los corredores Svein Tuft y Michael Mathews se vistieron de rosa. En su llegada a Italia el pedalista australiano supo defender el liderato en la general hasta la octava etapa cuando cedió el primer lugar de la clasificación a su compatriota Caleb Ewan.

A diferencia de lo que muchos llegaron a pensar, el inicio de Nairo Quintana no fue el mejor en aquella edición del Giro de Italia debido a que sufrió una caída y luego tuvo una alergia que complicó su estado de salud y afectó su rendimiento. Durante varias jornadas el de Cómbita se mantuvo con el pelotón, esperando encontrar el momento preciso para ir por la general. En la contrarreloj de la etapa 12 fue Rigoberto Urán el que se puso la maglia rosa y la defendió por tres fracciones más.

En la etapa 16 entre Ponte di Legno y Mortello, considerada la etapa reina de esa carrera, Nairo Quintana, completamente recuperado, atacó desde lejos a su compatriota que no tuvo el mejor día. El ciclista boyacense no miró atrás, marcó un pasó fuerte que solo pudo mantener el canadiense Ryder Hesjedal; sin embargo el del Movistar Team se impuso y marcó una diferencia de 4:11″ con Rigoberto Urán. La promesa colombiana se convirtió en el nuevo líder de la clasificación general y obtuvo una diferencia de 1:41″ con Urán.

“Vine con el objetivo de pelear por el podio y de momento ya hemos conseguido la `maglia rosa´, aunque algunos ya me daban por descartado después de los problemas que había tenido estos días. Esto me da confianza y confirma que puedo conseguir grandes cosas en el presente y en el futuro”, afirmó en ese momento Quintana a EFE.

Aunque muchos esperaban que Rigoberto Urán pudiera descontar tiempo o recuperar el liderato en la contrarreloj de la fracción 19, el ciclista del Movistar Team sorprendió a todos, se impuso con una diferencia de 17 segundos sobre Fabio Aru y 1:26 sobre el ciclista de Urrao y quedó a una sola etapa para que se pudiera coronar como campeón virtual del Giro de Italia, pero la penúltima fracción traía consigo la alta montaña.

31 de mayo de 2014, la etapa 20 del Giro de Italia tenía un recorrido entre Maniago y Monte Zoncolan de 167 kilómetros con tres premios de montaña, un puerto de segunda categoría y dos de primera con final en alto. Ese día hubo dos grandes protagonistas, Nairo Quintana y Rigoberto Urán; los dos corredores colombianos no cedieron, presionaron, atacaron y se defendieron; una verdadera lucha en la alta montaña que culminó con el corredor el del Movistar cruzando por delante del pedalista Omega Pharma-Quick Step pero sin descontarle tiempo. Una victoria que quedó en la memoria de todos los colombianos porque ese día, prácticamente, se firmó el 1-2 en la general del Giro de Italia.

El 1 de junio de 2014, Nairo Quintana disputó la última etapa del Giro de Italia entre Germona de Friuli y Triste, un recorrido de 172 kilómetros que sirvió para que el colombiano pudiera celebrar el título obtenido. Ese día fue especial y el rosa acompañó toda la jornada en la que Nairo Quintana cruzó la línea de meta como campeón de la Corsa Rosa.

“Grande Nairo, Genio, qué lindo es verte, qué lindo es ver esa sonrisa... ¡Somos campeones Colombia!, ¡Somos campeones Latinoamérica!”, relató emocionado el comentarista deportivo Mario Sabato durante la transmisión televisiva.

En el podio el colombiano primero vistió el maillot blanco de mejor joven y superó a grandes promesas del ciclismo en ese entonces como Fabio Aru del Astana, Rafal Majka del Tinkoff-Saxo, Wilco Kelderman del Belkin y a su compatriota Sebastián Henao del SKY.

Minutos más tarde, Nairo Quintana, con una enorme sonrisa y con una mirada tranquila, como si no dimensionara la hazaña que había logrado, recibió la Sensa Fine, el trofeo que para muchos es considerado el más lindo del ciclismo, levantó los brazos y le dio a Colombia su primer título del Giro de Italia y el segundo de grandes vueltas en la historia.

Aquella tarde-noche en Trieste todo fue celebración y el colombiano subió al podio acompañado por su compatriota Rigoberto Urán, que por segunda vez consecutiva fue subcampeón de la carrera y por el italiano Fabio Aru, que disputó en ese momento su segunda gran vuelta del ciclismo mundial. Esa fiesta no solo se vivió en Italia, el festejo se trasladó a Colombia en donde muchas personas celebraron el importante triunfo de Nairo Quintana.

Nairo regresó a Colombia, fue recibido como una gran estrella y los ciudadanos pudieron expresarle su cariño y admiración tras conquistar la carrera italiana. Pasaron más de siete años para que esta hazaña fuera igualada por otro colombiano, Egan Bernal, que siguió los pasos de Quintana y vistió nuevamente al país de rosa.