Qué pasará con el partido de Atlético Nacional contra Melgar en la Copa Libertadores tras los hechos violentos en el Atanasio Girardot

El conjunto ‘Verdolaga’ no podría jugar en casa su siguiente encuentro del certamen internacional. La Dimayor intentará interceder para que se haga una excepción ante la decisión tomada por la Alcaldía de Medellín

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Atlético Nacional no podría jugar uno de sus partidos de Copa Libertadores debido a los desmanes violentos en el Atanasio Girardot. Alcaldía de Medellín, CONMEBOL y Atlético Nacional.
Atlético Nacional no podría jugar uno de sus partidos de Copa Libertadores debido a los desmanes violentos en el Atanasio Girardot. Alcaldía de Medellín, CONMEBOL y Atlético Nacional.

La jornada de domingo del Fútbol Profesional Colombiano se preparó para ver uno de los encuentros más destacados de la fecha 14. Atlético Nacional recibía en el estadio Atanasio Girardot al América de Cali en el que es considerado el “clásico de Colombia” y en un enfrentamiento directo por asentarse más cómodamente entre el grupo de los mejores ocho de la Liga BetPlay I-2023. No obstante, el encuentro ni siquiera pudo iniciar por desmanes que se presentaron en la tribuna sur del estadio.

Ante los hechos violentos presentados en la principal plaza deportiva de la capital antioqueña, el alcalde de la ciudad Daniel Quintero se pronunció en sus redes sociales y afirmó que hasta que no se solucione el problema de Nacional con las barras no podrán jugar en el Atanasio.

Ahora fuera de la delicada situación de convivencia entre afición y equipo, los Verdolagas tienen un problema más que añadir a su lista, ya que uno de sus partidos de Copa Libertadores agendados inicialmente para disputarse en el Atanasio está en duda debido a la decisión tomada por el alcalde.

El enfrentamiento afectado es el que viene ante Melgar (Perú), perteneciente a la segunda fecha de la fase de grupos del torneo internacional, que está previsto para disputarse el jueves 20 de abril. Si la cúpula del club antioqueño no puede llegar a un consenso con la Alcaldía de Medellín a tiempo, estos quedarán totalmente a la deriva en cuanto a escenario deportivo se refiere.

Teniendo esto en cuenta el presidente de la Dimayor, Fernando Jaramillo, “se puso la 10″ y le comentó a Antena 2 que intentará establecer conversaciones con la CONMEBOL para establecer un acuerdo con la Alcaldía y que puedan hacer una excepción para la siguiente presentación de Nacional en el certamen continental.

No obstante, debido a que ánimos todavía están caldeados, dentro de la esfera administrativa del Rey de Copas no hay mucho positivismo sobre el poder usar el Atanasio. Así lo comentó el presidente Mauricio Navarro en Blu Radio, quien explicó que si les toca buscar estadio lo harán sin problema alguno:

“Posiblemente ahora, si el Alcalde no presta el estadio, tenemos que ir como parias, como fue en una época de Copa Libertadores jugando por el resto del país o por otro país, que esa es otra posibilidad que no descartamos y si no tenemos estadio”

No obstante antes de cerrar su intervención, Navarro le aclaró al alcalde de Medellín que a ellos no les “prestan” el estadio, sino que lo alquilan y que no les será un problema buscar otra plaza en la que jugar temporalmente:

“Al Alcalde le quiero recordar que el estadio no es prestado, es alquilado, nosotros pagamos un alquiler por el estadio, que él tenga la potestad de decir jugamos o no jugamos, perfecto, si no tenemos estadio tenemos que hacerlo en otra parte y eso demuestra que estamos solos en este problema”.

¿Qué fue lo que sucedió en el estadio Atanasio Girardot?

El Atanasio Girardot fue epicentro de actos vandálicos en la previa del partido entre Atlético Nacional y América de Cali. La barra Los Del Sur fueron los causantes de que el encuentro se tuviera que suspender luego de que se requiriera la intervención del Escuadrón Móvil Antidisturbios para intentar controlar los ánimos de los hinchas que anunciaron un día antes del partido el fin de las relaciones con la dirigencia Verdolaga.

La presencia del ESMAD terminó de consumar la indignación de los fanáticos que tuvieron que ser dispersados con bombas de estruendo, mientras que los barristas activaban los extintores que tenían para ambientar la salida de su equipo al terreno de juego. Esto obligó a que la transmisión de televisión desmontara sus cámaras y que la gente intentara abandonar el Atanasio Girardot, mientras en sur se desataba una batalla campal entre policías y aficionados.