Esta es la razón por la que Fecode, CUT y otros sindicatos serán reparados por la Unidad de Víctimas

Cuatro centrales obreras fueron reconocidas como víctimas de violencia sistemática en su contra durante el conflicto armado

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Marcha de centrales obreras (COLPRENSA-GERMAN ENCISO)
Marcha de centrales obreras (COLPRENSA-GERMAN ENCISO)

La Confederación General del Trabajo (CGT), la Confederación de Trabajadores de Colombia (CTC), la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y la Federación Colombiana de Educadores (FECODE) fueron reconocidas como víctimas por los hechos de violencia que sufrieron sus miembros durante el conflicto armado.

Las organizaciones sindicales habían buscado por décadas el reconocimiento de la violencia ejercida por los actores armados en su contra. En el 2016 se abrió la puerta para la reparación colectiva como movimiento sindical con la instalación de una Mesa de Concertación con la Unidad de Víctimas que solo rindió frutos el 24 de marzo de 2023 cuando se expidió la resolución para su inscripción en el RUV.

“En un trabajo articulado con la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, la Unidad para las Víctimas ha reconocido al movimiento sindical como víctima del conflicto armado. Esto abre paso al reconocimiento de sus derechos, a la reparación y a reconocer los daños que esta población ha sufrido en el marco de este conflicto”, anunció la directora de la entidad, Patricia Tobón.

CGT, CUT, CTC y Fecode se agruparon como Movimiento Sindical Colombiano y se reconocieron, según la solicitud, como las centrales obreras más grandes y representativas del país, con más de 1′385.626 afiliados a nivel nacional. Todos fueron reconocidos como sujeto colectivo por las vulneraciones a sus derechos, tanto individuales, como por pertenecer a alguna de esos grupos.

Martha Alfonso, ejecutiva de Fecode, fue quien representó a los movimientos sindicales para la solicitud. Sostuvo que desde antes de 1985 los movimientos sindicales fueron víctimas de graves, permanentes y sistemáticas violaciones a los derechos humanos. Entre 1970 y 2021, según la Comisión de la Verdad, se presentaron 15.481 hechos victimizantes contra miembros de estos grupos.

Martha Alfonso, representante del Movimiento Sindical Colombiano
Martha Alfonso, representante del Movimiento Sindical Colombiano

Los miembros de estas organizaciones han sido víctimas desaparición forzada, ejecuciones extrajudiciales, homicidios, masacres, delitos contra la integridad personal, tortura, discriminación, hostigamiento, de manera individual. También han sufrido afectaciones a sus derechos colectivos y los ataques a líderes y figuras han terminado en impactos colectivos.

Así mismo, la violencia no se ha detenido. En su solicitud señalaron que del 2019 al 2021 se registraron 463 violaciones violaciones a la vida, la libertad y la integridad física cometidas contra sindicalistas en Colombia, entre ellas, 55 homicidios, 3 desapariciones forzadas, 23 atentados contra la vida, 307 amenazas, 52 hostigamientos, 12 detenciones arbitrarias, 6 secuestros y 3 desplazamientos forzados.

Esta violencia se ha ejercido como instrumento de regulación y control político de las movilizaciones y protestas obreras, así como un instrumento para el conflicto laboral. Así mismo, se ha presentado como “corrección ideológica” a causa de la estigmatización. “Las personas sindicalistas y sus sindicatos han sido victimas de una violencia histórica, sistemática y selectiva (...) que funciona como una violencia ejemplarizante que transmite un mensaje social de terror y disciplinamiento”, señalaron.

Resolución que reconoce al Movimiento Sindical Colombiano
Resolución que reconoce al Movimiento Sindical Colombiano

A través de diferentes informes y registros históricos, la Unidad para las Víctimas determinó que el grupo social Movimiento Sindical Colombiano “ha sido víctima de una dinámica de violencia antisindical de carácter sistemático, con ocasión al conflicto armado interno. Es decir que no se trató de situaciones aleatorias o aisladas por la presencia del colectivo en escenarios de violencia, sino de un conjunto de planes o políticas ejecutadas por los actores del conflicto armado, que a través de la repetición continua de diferentes acciones buscaron exterminar, debilitar, inmovilizar, cooptar o excluir a este grupo social, pues su objetivo era impedir su ejercicio sindical y su consolidación como un actor político”.

Tras el reconocimiento como víctima, se iniciará el proceso de reparación integral del que se encargará el Estado colombiano para reparar los daños sufridos por este Sujeto Colectivo a satisfacción, de manera simbólica y con proyección en la comunidad, como establece la norma, buscando su dignificación, el restablecimiento de sus derechos, y la promoción de la reconciliación.