“Nairo Quintana es una víctima”: escritor español destacó la actual situación del pedalista colombiano

La situación de Nairo Quintana no es ajena para los seguidores del ciclismo mundial y son muchas las inquietudes con respecto a la situación del corredor colombiano que pese a su enorme trayectoria y el buen rendimiento que ha demostrado en las diferentes carreras que ha disputado, no ha podido encontrar un equipo para competir en 2023.

El colombiano fue sancionado por la Unión Ciclista Internacional luego de que en dos pruebas de sangre realizadas durante el Tour de Francia se comprobara la presencia de tramadol. Por esta razón el pedalista boyacense fue descalificado de la Grande Boucle y salió de la escuadra francesa, Arkéa-Samsic. Desde finales de septiembre el pedalista se encuentra sin equipo.

El colombiano se encuentra actualmente en Europa a la espera de poder resolver su situación y poder encontrar un equipo en el que pueda competir en la actual campaña, sin embargo, la dificultad que ha tenido el corredor para encontrar una nueva escuadra sigue llamando la atención de muchos.

El escritor español, Miguel Usabiaga, que ha publicado El caso Martana, La joven Guardia, El alcalde Floridsdorf, Flores de la República, el sueño de Nicolás Colber, Marcelo, el hombre imposible, Maillot Rojo, entre otros, le dedicó una columna de opinión al pedalista colombiano titulada: “Réquiem por Nairo Quintana” y este fue publicado en el portal de Noticias de Gipuzkoa

El español no solo se refiere a la dura situación por la que está pasando Nairo Quintana, también realiza señalamientos a la Unión Ciclista Internacional y la Federación Colombiana de Ciclismo debido a que considera que no han intervenido por el campeón del Giro de Italia y el Tour de Francia. . Para el escritor, el pedalista boyacense es una víctima y resaltó que el silencio con respecto a su caso es porque, “hay otras cosas peores por descubrir”.

El escritor comenzó hablando de la Milán-San Remo y allí destacó algunos ciclistas que fallecieron recientemente, también como algunos que se retiraron y ahí fue cuando habló del colombiano y afirmó que, “no mencioné a Nairo Quintana, pues me animaba la esperanza de que encontrara algún equipo para seguir compitiendo, tal cual es su deseo. Pero cada día esa esperanza mengua”.

Luego Miguel Usabiaga destacó que Nairo Quintana se encuentra en forma y esto quedó en evidencia en los Nacionales de Ruta de Colombia en donde culminó por detrás de Esteban Chaves y Daniel Felipe Martínez y enfatizó en que el boyacense “Tuvo que competir con una bici montada ex profeso, pues no podía usar la de su equipo Arkea, del que fue excluido. Con un maillot sin marca, como el que podemos comprar cualquiera de nosotros en una tienda de bicis”.

El español consideró que lo que le está pasando a Nairo Quintana es una “gran injusticia”, porque, “sin estar sancionado por dopaje, ha sido expulsado de la familia ciclista. Nadie le quiere contratar ni recibir, no existe. Si no es bullying, se trata de algo parecido. Porque no hay mayor injusticia que la de la arbitrariedad, aquella cometida en nombre de principios elevados, y que no se somete al arbitrio de la ley, que no necesita someterse a las normas existentes, porque esa injusticia deja al acusado, sin defensa posible”.

Luego el escritor afirmó que, “Nairo es una víctima, una ofrenda para conseguir el silencio y la inacción de los jueces, con el fin de evitar que miren más, porque seguro que hay otras cosas peores por descubrir. Tampoco la UCI, ni la federación colombiana, hacen nada por él. Y podrían hacerlo”. Además, mencionó que cuando fue ciclista y decidió retirarse para seguir con sus estudios lo llamó el presidente de la Federación Guipuzcoana de Ciclismo “para pedirme que no lo dejara, que él me buscaría un equipo. Y yo no era nadie al lado de Nairo”.

Por último, el escritor culminó la columna haciendo una referencia sobre el actual momento del colombiano y cómo se debe estar sintiendo. “Me imagino a Nairo, un corredor honesto, un hombre comprometido también con el proceso de paz de su país, un ciclista inteligente, deambulando impotente, como un personaje de Kafka, llamando a puertas que no le abren, sin comprender el absurdo de su veto, que es también la negación de su historia, de su memoria, de su honor”.