Murió Edilia Mendoza Roa, símbolo de la lucha agraria y de los Derechos Humanos

La mujer falleció el fin de semana del 19 de febrero consecuencia de un cáncer con el que lidiaba desde la pandemia

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Edilia Mendoza Roa incentivo y apoyó a colectivos de pescadores, artesanos y mineros Cortesía: @URestitucion
Edilia Mendoza Roa incentivo y apoyó a colectivos de pescadores, artesanos y mineros Cortesía: @URestitucion

La galardonada con el reconocimiento a “Toda una vida de lucha” del Premio Nacional de Derechos Humanos falleció el fin de semana, del 19 de febrero, como consecuencia de un cáncer con el que lidiaba desde la pandemia.

Con más de 30 años de trabajo a favor de los Derechos Humanos, Edilia Mendoza Roa incentivo y apoyó a colectivos de pescadores, artesanos y mineros, la labor que gestó durante este tiempo no solo atribuyó a un reconocimiento por parte del Premio Nacional, sino que le permitió una participación directa en la promulgación de las leyes 160 de 1994 “Reforma agraria”; la Ley 731 de 2002, sobre la mujer rural y la Ley 2071 de 2020, alivios financieros para productores agropecuarios, pequeños y forestales.

La muerte de la colombiana fue lamentada por la cuenta oficial de la Unidad de Restitución de Tierras donde expresaron que “Con inmensa tristeza nos despedimos de Edilia Mendoza Roa, una mujer luchadora, campesina orgullosa y la fuerza que allanó el camino de la reforma rural. Su legado permanecerá vivo en nuestros corazones”.

Premiada por su labor

Gracias a sus más de 30 años de trabajo en pro de los Derechos Humanos; con una labor conjunta con poblaciones campesinas, afros e indígenas y colectivos de pescadores, artesanos y mineros, Mendoza recibió el Premio Nacional de DD. HH en la categoría de “Toda una vida de lucha” el 19 de octubre de 2022.

Durante la premiación, Mendoza expresó que “cuando me dicen que algo no es posible yo me empecino en lo imposible […] es muy importante construir derecho agrario y en Colombia y vale la pena vivir para servirle a los Derechos Humanos”.

El trabajo consagrado por Mendoza se gestó gracias a las labores realizadas de la mano de la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos (Anuc), organización que presidió. Tras este relevante logro, la columnista Beatriz Vanegas compartió una reseña de su vida donde no solo consagró su labor desde lo social, sino como persona.

“Edilia Mendoza Roa tuvo once hermanos, como quien dice, un familión campesino”, resaltó Vanegas.

Toda una vida

En palabras de Vanegas, Edilia Mendoza comenzó su etapa de formación en Barrancabermeja, en el Magdalena Medio santandereano. Durante el pasar de la década de los ochenta, en su rol como estudiante, entendió la necesidad de una organización lo que la conllevó hacer parte de la Línea Sincelejo de la Anuc.

Durante esa época la Línea Sincelejo era considerada como la más rebelde, los cientos de campesinos comenzaban a hablar de autonomía y esto implicó un desprendimiento del gobierno, de las ONG y de toda aquella influencia que buscara cooptar los verdaderos pliegos de peticiones.

“Ante esta posición el gobierno central no los reconoció, pero sí inició la estigmatización y persecución de la ANUC al punto de ser considerados un brazo político de las nacientes guerrillas”, explicó Vanegas en su reseña.

Edilia a su vez recorrió con la Línea de Sincelejo pueblos del Magdalena Medio, sur de Antioquia, Sucre y Córdoba. Estas zonas, según lo contó Vanegas, Edilia padeció la arremetida paramilitar contra sus luchas, cientos de sus compañeros fueron desaparecidos y asesinados.

“En los años ochenta, tuvo que resistir con dolor ante el asesinato del líder sindical Manuel Gustavo Chacón, entre tantos otros compañeros. Tuvo además que sobrevivir a la nefasta aparición del mercenario israelí Yair Klain en los predios de Barrancabermeja quien arribó al país a entrenar a los primeros grupos paramilitares para la tortura y muerte de los ‘enemigos del orden’”, agregó Vanegas.

La columnista detalló durante su reseña que Edilia preservó hasta sus últimos días ese ímpetu de lucha con la Anuc para conseguir acueductos, luz eléctrica y el mejoramiento de hospitales en territorios abandonados por el Gobierno.

Vanegas añadió que amigos cercanos de Edilia la recuerdan como una mujer activa que siembre estaba al teléfono colaborando a resolver casos de personas, habitantes de la ruralidad, que se les negaba la atención a la justicia, salud, educación o que se encontraban amenazados.

Finalmente, Edilia recibía en la casa de la Anuc a mujeres de varios espacios del territorio que se trasladaban hasta Bogotá, cuando necesitaban realizar trámites o solicitudes, que, según Vanegas, muchas de estas se encontraban enfermas “Edilia era guía y protectora”.