Asesinaron a otro detenido dentro de una estación de Policía en Bogotá

De acuerdo con el parte médico, el sujeto habría muerto tras recibir múltiples golpes y varias puñaladas

Compartir
Compartir articulo
En Bogotá muere un preso tras riña contra compañero de celda
En Bogotá muere un preso tras riña contra compañero de celda

Un nuevo altercado de presos en Bogotá dejó un muerto. De acuerdo con la información preliminar, los hechos se dieron en la Estación de la Candelaria, en el centro de la ciudad, y todo comenzó con un enfrentamiento verbal entre presos que se fue escalando y se salió de control.

El hombre, quien se encontraba detenido por el delito de acceso carnal violento, aparentemente había comenzado la disputa con un preso que llevaba más tiempo en el lugar y en medio de los golpes que se encontraban intercambiando, el otro sujeto sacó un arma cortopunzante y lo atacó.

La Policía mencionó que estos hechos son comunes en estos espacios de detención y que frecuentemente tiene que intervenir en este tipo de riñas, pero que en esta ocasión, pese al esfuerzo por preservar la vida de Luis Alberto Ortiz Palomino, como fue identificado el delincuente, llevándolo al Hospital Santa Clara, se murió debido a las fuertes heridas con arma blanca y los golpes que recibió.

“Nuevamente, se traslada al centro asistencial en donde en las horas de la mañana reportan su deceso, la Fiscalía apertura una investigación en compañía de la investigación criminal de la Policía metropolitana de Bogotá, para esclarecer los hechos que rodean la muerte de esta persona”, puntualizó la Policía a Noticias RCN.

La veeduría de la institución explicó que es común esto, debido a que los presos crean ciertos espacios donde existe uno de que se vuelve un líder y el resto debe obedecer, de no ser así, el preso que cree resistencia frente a sus compañeros es atacado.

“Aquellas personas que son antiguas en estas estaciones se vuelven caciques y si los internos nuevos no hacen lo que ellos quieren los terminan hiriendo”, señaló Armando Vergara, veedor de la institución, como lo citó El Tiempo.

Hace algunas semanas se presentó un caso similar en una estación de Policía de Soacha. De acuerdo con la información presentada por las autoridades, el recluso John Edward Bautista, también acusado de acceso carnal violento, fue golpeado por sus compañeros de celda en el Centro de Traslado por Protección (CTP) de Soacha.

Tras recibir múltiples golpes y quedar gravemente herido, las unidades de la Policía Nacional que custodiaban el lugar decidieron trasladar al sujeto al Hospital Cardiovascular de Cundinamarca. Pese a los esfuerzos médicos, el hombre falleció minutos más tarde debido a la gravedad de las heridas. Hasta el momento las autoridades no se han pronunciado sobre este caso, pero al parecer ya iniciaron las labores investigativas para esclarecer los hechos.

Estos hechos se volvieron más visibles ante la opinión pública, tras el caso de Juan Pablo González señalado de abuso en TransMilenio a Hilary Castro. Pues tras ser capturado en noviembre del 2022, fue asesinado al interior de la URI de Puente Aranda.

De acuerdo con un testigo del homicidio, que habló con Revista Semana, fue una banda criminal que se gestó en los calabozos de la misma URI de Puente Aranda, la que acabó con la vida del sujeto.

‘Los Plumas’, como son conocidos, son el grupo criminal que aparentemente da las órdenes en la URI en complicidad con los custodios. En ese sitio no se mueve un dedo sin que ellos lo sepan y autoricen, según el testimonio.

Al parecer la muerte de Juan Pablo González era un hecho desde que llegó al penal. Según el testigo, los uniformados, en vez de internarlo en la celda 8, por donde tienen que pasar todos los privados de la libertad, lo condujeron de una vez a la celda 4, donde ocurrió el asesinato.

En esa celda están ‘Los Plumas’ con al menos 80 presos más. En ese lugar con precarias condiciones de salubridad y sobrepoblación carcelaria se castiga a los reclusos que la banda criminal establezca. Ese fue el caso de Juan Pablo González, que fue condenado a muerte por otros delincuentes y aparentemente algunos policías.