El fin de semana se llevó a cabo un evento de música electrónica llamado Fetich in Wonderland. La fiesta, que se realizó en el bar Studio 64 ubicado en la localidad de Chapinero, terminó con dos hechos fatales, pues primero se supo la muerte de Miguel Rodríguez y este 14 de febrero por redes sociales, otro asistente anunció que en ese mismo espacio también murió Arles Ardila.
En los dos casos, las personas que acompañaron a los jóvenes que perdieron la vida aseguran que una gran parte del problema radicó en la mala organización, ya que según denunciaron, en el bar no había espacio suficiente, pues, se superó el aforo, no había acceso a un mínimo de agua potable, se dio el consumo de drogas y la Policía que no ejercen control.
El segundo caso lo publicó una joven que se identifica como Zareth Romero en redes sociales y en su descripción muestra como los dos casos tienen relación, ya que la forma como murió Rodríguez y Ardila es muy similar., comenzando porque hasta el momento sus acompañantes no saben que produjo el colapso de ambos y cuando llegaron al centro de salud por más reanimación murieron.
“Estábamos en la fiesta y no había espacio de nada. Él llevaba una máscara de conejo, estaba bailando al lado mío y de un momento a otro se desplomó en el piso. Los amigos con los que íbamos lo sacaron a la ambulancia, estaba muy mal y entró en estado de coma, lo llevamos a la clínica infantil de Colsubsidio y ahí, después de 30 minutos de intentar reanimarlo no pudieron salvarlo”, escribió Romero.
En cuanto al caso de Miguel Rodríguez, El Tiempo dio a conocer más detalles de los que se sabían, de acuerdo a los relatos de Miguel Ángel González, que era pareja del joven fallecido y una amiga que estuvo con la pareja, Camila Vega, aún no sabe que ocasionó la muerte de Miguel, pero cinco minutos antes del suceso recibieron unos dulces que alguien al interior les regalo, de acuerdo con lo mencionado, Camila se comió el chicle, Miguel Ángel lo boto y en el caso de Miguel no saben si lo ingirió. Sin embargo, denuncian que al poco tiempo el joven se desplomó. Además, en las investigaciones se registró que los tres habían consumido sustancias antes del evento, a las 11 de la noche: éxtasis y había inhalado popper.
Tras la caída del joven, sus dos acompañantes buscaron ayuda y lograron llevarlo a la clínica Marly, ahí lo atendieron y debido a su grave estado fue trasladado a una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) donde fue sedado y entubado. Posteriormente, le dio un paro cardiorrespiratorio y tras 30 minutos de reanimación murió.
Mientras tanto, en redes sociales los asistentes al espacio se han quejado y coinciden con la denuncia de las irregularidades que se vivieron en el evento: ““les comento los fallos: 1. No había ventilación, ni una sola ventana y dos ventiladores, nada más que ni se sentían por la cantidad de personas. 2. El agua súper costosa a $10.000 la botella y “no era potable” la del baño. 3. Al principio salir era un problema y te decían que no te dejarían ingresar nuevamente y se molestaban si querías salir por un poco de aire, esto fue cambiando por qué les tocó”, señaló un joven en sus redes sociales sobre la fiesta de música electrónica.