Familiares de Valentina Trespalacios rompieron en llanto durante la audiencia contra John Poulos

En la diligencia de medida de aseguramiento, la madre y el hermano de la víctima de feminicidio lloraron tras ver las imágenes de las últimas horas de vida de la DJ colombiana

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Familiares de Valentina Trespalacios rompieron en llanto durante la audiencia contra John Poulos. (Colprensa - John Paz)
Familiares de Valentina Trespalacios rompieron en llanto durante la audiencia contra John Poulos. (Colprensa - John Paz)

El Juzgado 59 Penal Municipal con funciones de control de garantías retomó el miércoles 1 de febrero la audiencia para determinar cuál será la medida de aseguramiento para Jhon Poulos, el presunto feminicida de la DJ Valentina Trespalacios. Durante la diligencia, los familiares de la víctima lloraron después de ver las imágenes de su asesinato.

El fiscal del caso, Daniel Gómez Acuña, hizo una descripción minuciosa de las últimas horas de vida de la artista colombiana, antes de que la encontraran dentro de una maleta azul en un contenedor de basura en Fontibón, Bogotá. El cuerpo de Trespalacios lo halló un reciclador en el barrio Versalles, en la madrugada del 23 de enero.

Cuando la madre, Laura Helena Hidaldo, y el hermano de la DJ vieron las imágenes de sus últimos momentos con vida, empezaron a llorar en medio de la audiencia. El juez de control de garantías le solicitó “tanto a la señora Laura como al señor Daniel Felipe que por favor mantengan sus cámaras apagadas”, haciendo una excepción por respeto a su dolor.

“Si bien es un deber para estas audiencias tener las cámaras encendidas, no es necesario que quede en el registro el dolor que pueden estar sintiendo”, manifestó el jurista durante la diligencia. En ese sentido, el juzgado les dio permiso de “expresar su dolor de manera íntima” y reconoció que no es necesario que las demás partes y el público vean “sus imágenes de tristeza”.

De hecho, el juez también cuidó de la imagen de la víctima cuando el representante de las víctimas, Miguel Ángel del Río, expuso las fotos del cuerpo de Valentina en el contenedor de basura. El abogado estaba presentando algunos indicios que apuntarían a Poulos como el responsable del crimen; sin embargo, el jurista hizo una petición particular.

“El despacho si bien permite la exhibición de esas imágenes, también hay que tener un poco de ponderación con la ilustración”, comentó el juez. Seguido a ello, indicó que Del Río ya había realizado la explicación pertinente, por lo que “creo que no es necesario dejar fijada la imagen de la víctima”.

Por otra parte, el juez aclaró que el caso se trata de un feminicidio y no de un homicidio de una mujer “y uno de los principales rasgos característicos diferenciadores es el de la crueldad”.

Las pruebas que presentó la Fiscalía

El ente investigador cuenta con más de 900 horas de registros de vídeos sobre el asesinato de Valentina Trespalacios. La Fiscalía también tiene las declaraciones de algunos cercanos y familiares, que afirmaron que el estadounidense “la acosaba y controlaba sus acciones y actuaciones” pues vigilaba sus redes sociales, limitaba sus amistades y hasta contrató un investigador privado.

Uno de los testimonios más importantes fue la de María Silvana Núñez Vélez, la mejor amiga de la joven de 21 años. La testigo explicó que Poulos y Trespalacios se conocieron en febrero de 2022, en México. “Ahí se conocieron en persona y empezó entonces todo el amorío entre ellos”, precisó y comentó que el estadounidense le enviaba dinero a su pareja cada semana.

De hecho, una de las pruebas clave tiene que ver con la maleta azul en la que encontraron a la mujer. Núñez reconoció ese equipaje y aseguró que le correspondía a la pareja de la DJ, pues le faltaba una rueda.

Por esa razón, Daniel Gómez Acuña afirmó que es necesario poner una medida restrictiva de la libertad. De no hacerse, se perdería la oportunidad de hacer justicia, dado que la comparecencia del imputado en audiencias posteriores se tornaría imposible”, detalló el fiscal y aseguró que después del feminicidio, Poulos trató el cuerpo de la víctima como “un objeto inservible”, desconociendo su dignidad humana.