Un discurso repetido y la reaparición del ex Procurador Balbín

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Durante dos días funcionarios, abogados y jueces porteños se congregaron en el VI Congreso de abogacía pública, local y federal que organizó la Procuración de la Ciudad de Buenos Aires.

Pasaron por el evento, en el hotel Panamericano, desde el jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta a Inés Weinberg de Roca, del Tribunal Superior de la Ciudad y candidata de Mauricio Macri para ocupar el cargo de Procurador General de la Nación, lugar que tuvo que dejar Alejandra Gils Carbó.

Weinberg, cuyo pliego recién se volvería a analizar en comisión en el Senado después de que se apruebe el Presupuesto, habló acorde a  los cambios en el uso del lenguaje y saludó a "todos y todas". Elogió la Justicia de la Ciudad, más nueva y "de las más modernas" con "una agilidad mucho mayor". Para ser más breve y precisa leyó parte de su discurso y explicó por qué a los abogados del Estado se les exige mucho más, entre otras cuestiones porque deben preservar el patrimonio de todos, señaló.

La temática central de este año fue el "Diálogo y convergencias entre el Derecho Administrativo Global y el Derecho Administrativo del Estado Constitucional Social de Derecho" y la apertura del congreso estuvo a cargo, además de Larreta, Weinberg y el procurador Gabriel Astarloa, también de  Francisco Quintana, vicepresidente Primero de la Legislatura porteña.

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En el Panamericano estuvo por la Corte Horacio Rossatti, además ex procurador del Tesoro. También estuvo otro 'ex' procurador, Carlos Balbín, que volvió a su puesto de juez y habló en su condición de académico. Como tal, disertó extensamente sobre derecho administrativo y explicó por qué los juicios por deuda se dirimen en tribunales extranjeros. Pero además habló sobre "el accidente de Once" por el que volvieron a prisión Juan Pablo Schiavi, el motorman y el empresario Claudio Cirigliano. Se preguntó cómo se resuelve la responsabilidad estatal en el caso de Once, Cromagnón o casos de mala praxis en hospitales cuando el derecho privado no tiene en cuenta el derecho público y los problemas que la legislación presenta al respecto.

Antes del cierre dio un discurso justamente quien sucedió a Balbín cuando Macri decidió echarlo. Bernardo Saravia Frías en cambio habló más como político y prometió ser breve y contundente e hizo un discurso casi calcado del que el día anterior había pronunciado frente al Rotary Club Buenos Aires, en el que habló de los cuadernos de Centeno, elogió ampliamente al Presidente y volvió a reconocer que "estamos cruzando el desierto" pero "abrazarnos a la institucionalidad es el único camino".