Faltan 20 días para que arranquen los Juegos Olímpicos de la Juventud 2018 en la Ciudad de Buenos Aires. La antorcha que está recorriendo el país había llegado a Córdoba, provincia donde la muerte del ex gobernador José Manuel de la Sota conmocionó por igual a dirigentes de todos los partidos políticos y de la sociedad en general. Cinco días de luto decretó el gobernador Juan Schiaretti, mientras que el intendente radical Ramón Mestre decretó tres días de duelo a pesar de que lo usual es que el municipio solo decrete duelo en caso de ex intendentes. De hecho así lo hizo la Ciudad cuando murió Ramón Mestre padre y cuando falleció Rubén Martí, pero no con el fallecimiento de Eduardo Angeloz ni de Ricardo Obregón Cano.
Mestre, hijo del ex gobernador del mismo nombre y hermano del diputado nacional Diego Mestre, estuvo ayer en el Centro Cívico del Bicentenario donde se abrazó, a pesar de las diferencias, con Schiaretti y saludó a la familia De la Sota, entre ellos a las hijas del dirigente Candelaria, periodista, y Natalia, concejal de la Ciudad, a quien el radical había llamado el viernes por su cumpleaños. Sobre el féretro, Schiaretti lloró y depositó la banda de gobernador y conversó también con la plana mayor de la UCR local: Mestre, Mario Negri y Oscar Aguad, además de Sergio Massa que también viajó para despedir a su amigo.
El intendente radical, por su parte, reveló además que hace 15 días tuvo un encuentro con De la Sota, quien intentaba tejer puentes con referentes de distintos partidos así como lo venía haciendo con los peronistas. De la Sota se había mudado a una casa en Barrio Rogelio Martínez, en la capital mediterránea y había invitado al intendente a conversar para intentar saltar la grieta política. Hace unos meses había iniciado una ronda de conversaciones con intendentes del PJ bonaerense sin distinción de sectores, desde massistas, ex massistas a kirchneristas. Pero tuvo que salir a negar una reunión con Cristina y Máximo Kirchner.
Mestre dijo de él que era un dirigente capaz de estimular "un diálogo maduro y responsable" y destacó su liderazgo. Y recordó además cómo en 1983 De la Sota se enfrentó y perdió con su padre por la intendencia y la revancha en diciembre de 1998, en elecciones adelantadas, cuando el peronista le arrebató la gobernación a la UCR.
"Estaba construyendo el sueño de gobernar Argentina. Esa debe haber sido una de las pocas cosas que le quedó en el tintero", señaló y recordó que siendo intendente y De la Sota gobernador, "el diálogo fue el camino que nos llevó siempre a buen puerto".
Los festejos por la llegada de la llama olímpica se suspendieron en señal de respeto aunque se encendió para que continuara su viaje sin presencia de políticos.