Federico Storani quiere llevar a Martín Lousteau a actividades en universidades. Otros dirigentes intentan empujar al economista para que se anime a ser candidato por un frente progresista. Y otros, del PRO, intentan sumarlo a Cambiemos en la Capital.
Para un grupo el plan B en el radicalismo es migrar a una opción progresista con el Socialismo santafesino, con Margarita Stolbizer del GEN y con Ricardo Alfonsín que pro to lanzará su corriente animado por algunos ex 'coordinadores' enojados cada vez más con el Gobierno. Incluso algunos visualizan una fórmula para el 2019 con los apellidos de Lousteau o Alfonsín.
En esas elucubraciones andan referentes de primera y de segunda línea del centenario partido que fueron críticos de la decisión de la Convención de Gualeguaychú, que luego aguantaron esa derrota que los llevó a conformar Cambiemos y que también cedieron en los últimos dos años.
Los animan ahora expresiones como las de Jorge Sappia de la Convención Nacional, del siempre molesto Juan Manuel Casella o del mismísimo Gerardo Morales, uno de los más férreos defensores del Presidente Mauricio Macri pero que ahora pide frenar tanto ajuste.
Pero hay quienes directamente empezaron a armar las valijas como dos operadores avezados, César Martucci y Alberto Giordanelli, dirigentes históricos del radicalismo bonaerense (el primero además dirigente de Boca Juniors y amigo de Daniel Angelici) que dijeron en privado que van a promover y acompañar cada acción que surja para expresar disconformidad con el accionar político, social y económico del Gobierno. Y lo dijeron así, sin metáforas.
En Gualeguaychú se opusieron a armar una alianza solo con el PRO y pidieron abrir el espacio a la centro izquierda que en ese momento expresaba UNEN. En aquel momento ganó la opción favorable a competir con Mauricio Macri y Elisa Carrió para forzar la alternancia y dejar fuera de juego al peronismo.
"Con la alternancia alcanzada ya están cumplidos parte de los objetivos pretendidos por la UCR", comentó un dirigente en un encuentro de esos que se multiplican y donde ya no se habla del Mundial sino de economía y política.
"Aunque no nos guste, Elisa Carrió tiene razón, patalea y maneja desde afuera. Nosotros sólo somos invitados en este Gobierno", se quejaba otro radical, ex diputado nacional.