Después de ver a Macri, Lousteau suma en la UCR

A 400 pesos el cubierto, el mítico restaurante Lalín se llenó de radicales, en su mayoría críticos.

De entrada habló la diputada de Evolución Carla Carrizo, después el vicepresidente de la UCR Federico Storani y, de postre, Martín Lousteau que así sumó el viernes a la noche una pata bonaerense a su futuro político.

El convite venía siendo organizado en el marco de los cien años de la reforma universitaria desde la Convención del partido, bastante cuestionadora de la gestión nacional, máxime con Jorge Sappia a la cabeza. Pero las tarifas y sobre todo el pedido de ayuda al FMI, empujó a muchos boina blanca que llegaron a comer aunque hubo unos cuantos que tuvieron que resignarse y quedaron de pie.

Algunos le preguntaron a Lousteau por su encuentro a solas con Mauricio Macri. Parece que fue áspero y que no lograron hacer un diagnóstico coincidente.

Otros hablaron sobre los pedidos de reuniones que reciben de parte de algunos peronistas y de sectores progresistas atentos a los reclamos de autonomía en una parte de la UCR.

En la cena hubo radicales de la vieja guardia como el ex titular de la AGN, Leandro Despouy; Rafael Pascual, Hipólito Solari Irigoyen, y jóvenes como el hijo de Enrique 'Coti' Nosiglia, Juan Nosiglia, diputado de la Ciudad.

Aunque no son mayoría, ni los más fuertes en la UCR, excepto en Capital y en parte de la Provincia, varios quedaron hablando sobre la sugestiva idea storanista de crear un SOS, Sistema de Orientación Social, para detectar, censo mediante, a los sectores más vulnerables. Además de esa idea, tiró otra, un Proyecto del Bicentenario para convocar a otros sectores políticos y recuperar autonomía respecto a algunas decisiones del macrismo como el endeudamiento.

Pero lo más fuerte que dejó rumiando a muchos fue la exhortación de Lousteau: "No podemos ser furgón de cola del PRO".