María Eugenia Vidal le solucionó un problema al intendente Ramiro Tagliaferro, el papá de sus hijos, su ex marido. Y a su municipio.
"Bienvenida a Combate de los Pozos", recibió un vecino a la gobernadora bonaerense en la tardecita del martes.
Vidal caminaba sobre un puente, que no lleva ese nombre, entre Morón y Castelar. Detrás suyo caminaba su ex marido, el intendente, y un grupo de vecinos.
Vidal no entendió y repreguntó: "¿Combate de los Pozos?"
El hombre le contó que así llamaban a ese puente con sus amigos del bar por el estado en el que estaba y por los recaudos que debían tomar con sus autos para cuidarlos de los baches. Vidal se rió y le dijo que tenía razón, que ella misma lo cruzaba hace años y sufría los pozos.
"Ahora que pudimos repavimentarlo y quedó bárbaro le vas a tener que poner otro nombre" le propuso la gobernadora mientras conversaban junto al administrador Provincial de Vialidad, Mariano Campos que también recordó sus años en la facultad, a pasos del viaducto que se extiende sobre las vías del ferrocarril Sarmiento.