Vendió ropa, emprendió en gastronomía y ahora proyecta exportar nuez pecán a China

La historia de Cynthia Grams comenzó en Posadas, donde nació: tuvo un local de indumentaria, hizo dulce de leche y quesos y da talleres de cocina de alimentos libre de gluten. Actualmente vive en el campo, en la provincia de Buenos Aires, y junto a su marido cultivan y realizan productos como dulces, conservas y jugos con marca propia

Compartir
Compartir articulo
Cynthia Grams en sus comienzos, cuando iniciaron la plantación agroecológica
Cynthia Grams en sus comienzos, cuando iniciaron la plantación agroecológica

Bajo el sol del mediodía, y luego de varios días de intensa lluvia, los productores y artesanos ultimaban los últimos detalles en los stands de la Feria Franca, en la plaza Brown de la ciudad bonaerense de Suipacha, a 126 kilómetros de Capital Federal.

Pese a ser feriado, Cynthia Grams, de 37 años, se despertó temprano. "Desde ayer que estoy recibiendo mensajes de gente de Capital Federal, de Moreno, de Mercedes que vienen a participar y a visitarnos", contó en diálogo con Infobae.

A los 17 años, luego de terminar la secundaria, Grams dejó su Misiones natal y se fue a vivir a Garín, en el partido de Escobar. "Me fui a pasar unos días con mis tías y me quedé. Ahí trabajé en un local de ropa hasta que me ascendieron a encargada", explicó. Fue en ese momento que también conoció a su marido, Victor Maidana, y tuvieron a su primer hijo, Tomás.

La oportunidad llegó cuando el pequeño tenía un año y medio. "Cuando tenía 22 años surgió la posibilidad de trabajar en una plantación en Suipacha: era un cambio radical, irse a vivir al campo, no conocer la forma de vida, pero nos terminó encantando, aprendimos muchísimo de la tierra y de distintos cultivos", recuerda la productora.

Fue así que toda la familia se mudó al interior de la provincia, en el medio del campo donde viven hace 15 años. Ahí en Suipacha donde nació su segundo hijo, Ignacio.

Grams y su marido, Víctor Maidana, en la cabaña sobre la ruta 5 donde venden sus productos
Grams y su marido, Víctor Maidana, en la cabaña sobre la ruta 5 donde venden sus productos

Al comienzo, su marido, de 47 años, realizó un curso en Tecnicatura en Pequeñas Frutas y se dedicó ciento por ciento a la plantación de 15 hectáreas donde empezaron a producir arándanos, ciruelas, seis variedades de higos, duraznos, zarzamoras y frambuesas, todo de forma agroecológica.

"Empezamos a plantar frutales, fuimos a Mercedes donde investigamos y nos enseñaron. Después probamos con almendros y nogales pero no tuvimos suerte porque no era una zona apropiada: Suipacha es muy húmeda", explicó.

Mientras su marido se encargaba de la plantación, Grams se dedicaba a la elaboración de productos desde dulces hasta jugos, confituras y conservas: todo lo vendía con el nombre Cynthia Regionales, su marca propia. "Aprovechamos hasta la última fruta de la producción", destacó la productora que comenzó a vender sus productos en una cabaña ubicada en la ruta 5, en el kilómetro 126.

Producción de nueces

Pero el matrimonio quería aventurarse a cultivar frutos secos y el fracaso de las almendras y las nueces no los detuvo. Hace cinco años plantaron 15 ejemplares de nuez pecán. "Los ingenieros agrónomos nos explicaban que Suipacha era una zona de ideal para el pecán donde la nuez crece con un tamaño increíble y un sabor excepcional. Como vimos una planta linda y sana nos animamos a plantar más. En 2018 plantamos 500 ejemplares y este año 500 más", explicó.

La emprendedora junto a la Directora Nacional de Alimentos y Bebidas, Mercedes Nimo, en la Secretaría de Agroindustria de la Nación
La emprendedora junto a la Directora Nacional de Alimentos y Bebidas, Mercedes Nimo, en la Secretaría de Agroindustria de la Nación

Y además agregó: "La nuez pecán no es una fruta tan perecedera como el arándano. Hasta el momento cosechamos diez de las 15 plantas que pusimos a modo de prueba. En unos años, cuando tengamos una buena cantidad de producción la idea es exportar nueces a China".

Grams experimentó en la elaboración de quesos, hizo dulce de leche de vaca y hasta de cabra. Luego, su espíritu emprendedor la llevó a querer seguir aprendiendo y comenzó a tomar clases para realizar productos sin TACC. "Me caía mal la harina y empecé a cocinar con la premezcla. Hoy estoy muy comprometida con este tipo de alimentación", explicó.

No sólo vende alimentos sin glúten sino que da cursos para elaborar y manipular productos para celíacos. Además, también se presenta en ferias y exposiciones como Expo Suipacha, Caminos Regionales y hasta en la Fiesta del Pan, en General Rivas.

Según contó a Infobae, se terminará tarde la actividad en la feria y hoy viajará a Luján donde comenzó un curso de repostería y decoración de tortas. "Emprender es una prueba constante, es arriesgarse y cuando las cosas salen mal no hay que bajar los brazos. Hay que buscarle la vuelta hasta que salga. Siempre estoy haciendo mil cosas, no me quedo quieta un minuto y cuando me meto en algo, doy con todo", contó. Una emprendedora que no para.