El campo argentino mira con incertidumbre a Bolsonaro

El primero de enero, con el comienzo del nuevo año, el Presidente electo del vecino país, Jair Bolsonaro, asumirá la presidencia de Brasil, pero además, planteará cómo será el intercambio comercial con su principal socio y el impacto que tendrá en el sector agroindustrial argentino.

Para el analista en Economía y Negocios Internacionales de la Consultora DNI, Marcelo Elizondo, "Brasil va a tener una política exterior un poco diferente de la que venía teniendo históricamente, con más intereses comerciales, con más vocación de hacer negociaciones económicas con el resto del mundo, y con una idea de flexibilizar el Mercosur para alcanzar negociaciones individualmente por fuera del bloque regional".

En ese sentido se expresó el Director de la Fundación INAI (Instituto para las Negociaciones Agrícolas Internacionales), Nelson Illescas, quien también en diálogo con este medio se mostró escéptico de que el electo mandatario brasileño "vaya por un desarme del Mercosur, pero sí por una flexibilización, aunque todavía no hay definiciones de cómo. Esto lo vienen pidiendo desde hace mucho tiempo Uruguay y Paraguay", destacó y agregó: "Lo que sí creo es que Brasil tratará de imponer su agenda".

Radiografía comercial

Según el último informe sobre Intercambio Comercial Argentino (ICA) de septiembre que difundió el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), las exportaciones a Brasil alcanzaron los USD 933 millones y las importaciones desde ese país los USD 962 millones, lo que dio un saldo deficitario de USD 29 millones. En relación al Mercosur, el 78,9% de las ventas externas interbloque tuvieron como destino el vecino país; mientras que las compras fueron del 87,9%.

Entre enero y septiembre de este año, las exportaciones a Brasil fueron de USD 8.293 millones; las importaciones de USD 12.991 millones, lo que dio como resultado un déficit de USD 4.699 millones. Este 'rojo' comercial con el vecino país fue (-25,4%) menor en comparación al mismo período de 2017.

De acuerdo al INDEC, en el noveno mes del año, las exportaciones a Brasil aumentaron 7,2% en relación al año pasado. De enero a septiembre las ventas externas también tuvieron un recorrido positivo de 21,2% comparado a similar lapso del año pasado.

El ICA también reveló que los envíos de Productos Primarios (PP) aumentaron 38,1% en septiembre con un incremento en el rubro 'Cereales' del 55,2% y una caída similar de (-54,2%) en el ítem 'Semillas y Frutos oleaginosos'. En los primeros nueve meses del año los PP registraron ventas 17 puntos porcentuales superiores en relación al año anterior.

Respecto a las Manufacturas de Origen Agropecuario (MOA), pese a que hubo una caída en septiembre del (-12,2%), la comercialización del rubro 'Lácteo' aumentó 88,2% y el de "Azúcar, Cacao y Artículos de Confitería" lo hizo 66,7%. Las mayores caídas se dieron en "Café, Té, Yerba Mate y Especias" (-68,8%) y "Grasas y Aceites" (-40%), entre otros. Entre enero y septiembre, las MOA se redujeron (-3,6%).

Primero lo primero

El consultor agroindustrial y Licenciado en Economía y Administración Agraria, Sebastián Salvaro, consideró en declaraciones a Infobae que "lo primero que va a hacer Bolsonaro es acomodar algunas cuentas macroeconómicas internas". Sobre este punto, Illescas afirmó que "uno de los temas fundamentales es cómo va a lograr una reactivación económica. Cualquier tipo de mejora en los indicadores se traduce en una mejora en el intercambio comercial".

Salvaro sostuvo que "lo que está buscando Bolsonaro es un sesgo exportador, por lo que necesita que el real se pueda acercar  a una cotización de 4,15 / 4,20 por dólar y con ese tipo de cambio lo que se genera es una actividad agropecuaria muy competitiva que puede ser negativo, no sólo para la Argentina sino para el resto de los competidores mundiales". Por su parte, Elizondo señaló que si el real se aprecia "nos beneficiaría, porque nos hace más competitivos ante Brasil; si ocurre lo opuesto le metería más presión devaluatoria al peso".

Trigo y Mercosur

Illescas recordó que la Argentina es el principal proveedor de trigo a Brasil con el 65% de lo que producimos, por lo que también ellos son nuestro principal mercado. Nos une una relación de confianza y el exportador ya conoce lo que necesita el industrial brasileño.

El hombre del INAI subrayó que "el arancel externo común genera un atractivo importante y una protección como proveedor. Además, seguimos teniendo una ventaja adicional que es la logística, por lo que ante el peor escenario con nuestros vecinos, como la ruptura del bloque, podríamos seguir explotando la relación comercial", manifestó.

Para Elizondo, "la relación comercial entre ambos países no va a cambiar y se van a mantener las condiciones de aranceles cero; además Brasil necesita del trigo argentino. En todo caso, la única modificación arancelaria sería la exclusividad que tenemos en esas condiciones, porque si Bolsonaro empieza a hacer acuerdos con terceros quizás sean otros los que tampoco paguen aranceles y ahí tengamos que empezar a competir", advirtió el analista.

En tanto, Salvaro señaló que "cada vez que hubo precios competitivos hubo comercio. Las expectativas respecto al trigo y al poroto de soja es que si somos competitivos vamos a poder tener un comercio muy ágil". Por su parte, Illescas remarcó: "Desde la foto agroindustrial, tenemos superávit y el trigo juega un gran rol, además de la malta sin tostar. Pero si uno ve toda la película, el déficit comercial con Brasil continúa".

Unión Europea

Otro de los interrogantes para los socios del Mercosur es la posición que tomará Bolsonaro respecto al nivel de apoyo de Brasil en un futuro acuerdo entre el bloque regional y la Unión Europea (UE).

"A decir verdad, esa negociación está bastante estancada, lleva más de 20 años y siempre que estuvo a punto de firmarse aparecen diferencias que son, a esta altura, insalvables. También creo que las diferencias que la UE tiene con la Argentina no son las mismas que las que tiene con Brasil. Brasil va a poner más energía en acordar con otros países como Japón, Corea e incluso con los EE.UU", explicó Elizondo.

"Sin embargo, hay que considerar que Michel Temer (el actual presidente brasileño) no va cerrar ninguna negociación sin el consentimiento de Bolsonaro. La política exterior de Brasil mantiene una coherencia a lo largo del tiempo y esto puede traer cierta tranquilidad a la región", dijo Illescas .

Por último, destacó que "muchos integrantes de la UE buscarán presentar la firma definitiva de este acuerdo durante la Cumbre del G20 en Buenos Aires como un logro contra el proteccionismo de países como los Estados Unidos".