Soja: el detrás de un negocio con "mala prensa" pero clave para la economía nacional

Del campo a la ciudad, aún existe una gran brecha de comunicación. La analista de mercados Paulina Lescano, aclara algunos puntos en relación al gran aporte de este cultivo

Compartir
Compartir articulo
Para Lescano, la “pobre soja” tiene una prensa malísima, cuando en realidad debería tener un monumento
Para Lescano, la “pobre soja” tiene una prensa malísima, cuando en realidad debería tener un monumento

El desconocimiento y la falta de información llevan a crear falsas ideas o prejuicios, y en el sector agropecuario ocurre muy a menudo en relación a los polémicos fitosanitarios, como así también alrededor de ciertos cultivos como la soja. Lo cierto es que 'del campo a la ciudad' aún hay una gran distancia. La información y el conocimiento a veces tarda en salir de la tranquera hacia afuera, y si bien aún hay mayor interés por saber, no todos son conscientes que lo alimentos que se consumen a diario vienen del sector agropecuario y que gran parte del motor de la economía argentina es impulsado por la agroindustria.

En medio de esta brecha del conocimiento, días atrás, la analista de mercados e ingeniera agrónoma, Paulina Lescano, comentó: "La pobre soja tiene una prensa malísima, cuando en realidad debería tener un monumento, para que no nos olvidemos de todos los dólares que viene aportando al país desde hace años".

Sería bueno que muchos políticos, dirigentes sociales y dirigentes gremiales, tengan bien claros algunos números de nuestra economía

La soja en cifras

En primer lugar, Lescano consideró que según la Fundación Producir Conservando (FPC), el año pasado, el complejo oleaginoso, por sí solo representó el 32% de los ingresos por exportaciones del país. Si se le agrega el complejo de cereales y de biodiésel, prácticamente explican el 50% de los ingresos por exportación.

En segundo lugar, se refirió a los ingresos que quedan en el Estado en concepto de derechos de exportación (DEX) y todos los impuestos que paga el sector en los distintos niveles de Gobierno. Al respecto, señaló que de acuerdo al índice que elabora la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), de cada $100 de renta (Ingresos – costos) que genera una hectárea agrícola, $60,9 se lo llevan los distintos niveles del Gobierno. Al observar en detalle el índice, se puede apreciar que en el caso de la soja, el fisco se queda con el 67,7%.

Un aspecto que influye en esta medición de septiembre, es el decreto del Poder Ejecutivo Nacional que restableció los (DEX), mal llamadas retenciones a todos los bienes exportables del país. En el caso de la soja, se redujeron los DEX vigentes al 18% y se le agregaron los nuevos. Es decir, que actualmente el producto estrella de argentina tiene un impuesto del 18% más $4 por dólar exportado, lo que equivale a una alícuota de entre 28% y 28,5% de acuerdo al tipo de cambio.

En tercer lugar, vale mencionar que según las primeras estimaciones para el cultivo de soja 2018/19 realizadas por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, las cuales mostraron que se implantarían 200.000 hectáreas más, que permitirían llevar el área nacional a 17,9 millones de hectáreas. Luego de la fuerte sequía que impactó sobre la producción de la oleaginosa en la campaña 2017/18, para el presente ciclo se registraría una proyección de producción de 53 millones de toneladas.

El imaginario sojero

Lescano señaló que cuando se refieren a los “sojeros”, mezclan en la misma denominación a todos los productores sin diferenciar su tamaño como así tampoco la localización
Lescano señaló que cuando se refieren a los “sojeros”, mezclan en la misma denominación a todos los productores sin diferenciar su tamaño como así tampoco la localización

Continuando con la imagen distorsionada que se ha creado alrededor de la soja, la ingeniera expresó que en general cuando se refieren a los 'sojeros', mezclan en la misma denominación a todos los productores sin diferenciar su tamaño como así tampoco la localización. "Meten en la misma bolsa al productor propietario de 100 hectáreas, al de 10.000 hectáreas, al que 'siembra' arriba de 50.000 hectáreas, al que tiene integrada la producción con el acopio, y hasta al que tiene integrada una fábrica. Al que produce en Salta, que está a una distancia de 1.200 km hasta la principal zona portuaria de la Argentina, con el que produce en Santa Fe que está a 200 km de las fábricas y puertos", advirtió.

Frente a esta indiferencia, para Lescano en el imaginario de las personas que no pertenecen al sector agropecuario, la soja nace espontáneamente para que los 'sojeros' 'automáticamente' se llenen de dólares o en su defecto se sienten arriba de los silos bolsas 'especulando' y sin pensar en el bien del país.

¿Qué hay detrás de la cosecha?

Ante este escenario, con el fin de aclarar dudas y brindar información para conocer la realidad de la producción de soja, la analista de mercado explicó el paso a paso. Primero, el productor tiene que definir en un Excel si los números le cierran, y ese Excel se empieza a realizar en algunos casos hasta un año antes de que se termine de cosechar la soja. Luego, indicó que "compra los insumos, y si el clima se presenta bien, recién va a sembrar entre octubre/noviembre, con algunas modificaciones del Excel mediante".

Con el cultivo sembrado, desde noviembre a mayo, el productor mira diariamente los pronósticos de lluvias y de temperaturas extremas. "Va reacomodando el Excel, según se vayan modificando los precios, y las expectativas de rindes, entre otras muchas variables", relató Lescano.

Si llueve bien, si no cae piedra, si no se inunda el campo o si deja de llover, se puede cosechar, y ahí se define cuanto se destina para pagar los compromisos adquiridos, y cuanto para reinvertir en la próxima campaña. En ese momento pueden sacar los números reales

Otro punto interesante a destacar por la analista, es que la "ganancia extraordinaria" de la que hablan aquellas personas que no son del sector agropecuario, se va reduciendo entre los ajustes de rindes, las variaciones de precios en dólares por toneladas, la inflación que en muchos casos contrarresta los efectos de la devaluación en el precio final de venta.

Por último, Lescano apuntó: "Una vez descontado del ingreso total, los costos totales y los impuestos, el productor puede saber cuánto le queda de ganancia". Según lo expuesto por la experta, también puede darse el caso que el productor haya tenido un mejor rinde que el esperado, y que el precio internacional tenga una muy buena suba, y el Excel se vea más lindo. "Un hecho que es muy positivo ya que le permite seguir en su negocio y continuar produciendo", resaltó.