Iannizzotto: "Muchos productores le tienen miedo a la formalidad"

Mientras el Gobierno busca combatir la informalidad en las cadenas productivas y asegurar que los productos que llegan al consumidor tengan garantizada la inocuidad, algunos sectores reclaman que antes de esos objetivos, se atiendan las urgencias que afectan la competitividad de las economías regionales: altas tasas de interés que dificultan el financiamiento; inflación imparable; y costos logísticos cada vez más caros.

Tal es el caso del cooperativismo, representado en CONINAGRO (Confederación Intercooperativa Agropecuaria), cuyo presidente Carlos Iannizzotto, se refirió a la Resolución General Conjunta 4297 publicada en el Boletín Oficial sobre la implementación del Documento de Tránsito Vegetal Electrónico (DTV-e) que fuera presentada a comienzos de semana por el titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Leandro Cuccioli; el director del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), Ricardo Negri; y el Ministro de Agroindustria de la Nación, Luis Miguel Etchevehere.

Sin embargo, en diálogo con Infobae, el líder de CONINAGRO afirmó que "la mayoría de los productores le tiene miedo a la formalidad porque no está acompañada por una baja de impuestos o con medidas que venimos reclamando desde hace tiempo y que están vinculadas al déficit del Estado".

Ayuda que va y viene

Cabe recordar que la nueva DTV-e unifica el Documento de Tránsito Vegetal del SENASA que funciona desde 2016 con el Remito RG 1415 de la AFIP, de manera que "un sólo documento, generado en un único trámite por autogestión, permitirá cumplir con el control fiscal de lo que se traslada con fines comerciales y con el resguardo del estatus fitosanitario de la producción vegetal", explicaron los organismos estatales en un comunicado.

Iannizzotto consideró que "si todas estas medidas, que algunas implicarían mayores costos al Estado, no están acompañadas con apalancamiento financiero, rebajas de algunos aspectos impositivos, revisión de costos logísticos para aquellos productores que están alejados de los puertos, entonces lo único que produce es una mayor presión sobre las espaldas de los productores".

"Pedimos que haya medidas que, aunque tengan un mayor impacto fiscal, si están orientadas al agregado de valor, le permitan a los productores una mayor capacidad de repago a través de mayores exportaciones", señaló el cooperativista y agregó: "observamos que sigue habiendo un achicamiento del proceso productivo; sería lamentable que ideas como estas queden truncas por la difícil coyuntura que se está viviendo y que después genere que no se puedan pagar salarios o seguir produciendo, como actualmente sucede en el sector de peras y manzanas o en los tambos".

Digitalización sin conectividad

Entre los considerandos de la Resolución Conjunta de AFIP y SENASA se establece que "en materia de buenas prácticas de simplificación normativa, el Sector Público Nacional deberá aplicar mejoras continuas de procesos, a través de la utilización de las nuevas tecnologías y herramientas informáticas, utilizar e identificar los mejores instrumentos, los más innovadores y los menos onerosos, con el fin de agilizar procedimientos administrativos, reducir tiempos que afectan a los administrados y eliminar regulaciones cuya aplicación genere costos innecesarios".

Sobre este aspecto, Iannizzotto advirtió: "Tenemos un problema muy serio respecto a la conectividad que genera un gran aislamiento. Estas ideas (como la implementación del flamante DTV-e) son muy interesantes pero están alejadas de la realidad, porque hay un déficit de infraestructura de comunicaciones tan significativo, producto de años de desinversión por la corrupción en la obra pública, que va a costar que el productor pueda implementarlo". El dirigente recalcó: "El hombre de campo tiene un presente muy duro y tenemos que atenderlo".

De esta manera, Iannizzotto se refirió a las políticas macroeconómicas implementadas por la administración de Mauricio Macri. "Hay un coyuntura muy difícil en ciertos sectores de las economías regionales vinculada a la pérdida de puestos del trabajo y a la expulsión de productores de la actividad que nos obliga a buscar medidas alternativas", resaltó. En ese sentido, el titular de CONINAGRO indicó que "el sector necesita políticas diferenciales para ir sobrellevando esta coyuntura con un dólar que sólo sigue a la inflación; no podemos continuar con tasas de interés tan altas que contraigan la economía para que baje el índice de precios; es un precio muy alto que terminan pagando los pequeños y medianos productores. Además, se está generando un deterioro en el bolsillo de los trabajadores y  una recesión del mercado", manifestó.

Dólar, reintegros y competitividad

Iannizzotto también se refirió a la fuerte apreciación del dólar frente a la moneda nacional que ya superó los $ 32 por billete estadounidense. "La sola recomposición del tipo de cambio no genera por sí sola competitividad" dijo el dirigente quien explicó que "hay economías regionales que se ven beneficiadas con la devaluación, pero otras han sido tan postergadas en el tiempo que no están preparadas para aprovecharlo. Las economías regionales no producen commodities, por lo tanto, la implementación del negocio lleva más tiempo. Siendo nuestra economía tan volátil, donde las reglas de juego cambian todo el tiempo, sobre todo los costos que suben constantemente producto de la inflación, nunca sabemos cuánta previsibilidad van a tener esas ventajas competitivas", detalló.

También hizo mención a la reciente decisión del Gobierno Nacional de recortar en un 66% promedio los reintegros a las exportaciones de más de 7.000 productos en busca de reducir el déficit fiscal, "afectando a la mayoría de las economías regionales que llevan adelante nuestras cooperativas y sus federaciones", según señala CONINAGRO en el último informe del Área de Economía de la entidad que analizó el impacto del Decreto 767/2018. Iannizzotto sostuvo que "los reintegros ya recortados frente al dólar apreciado nos da una pequeña ventaja en algunas actividades, salvo en la frutihorticultura o la lechería donde juega un papel adverso, porque son actividades que necesitan mano de obra extensiva y que están atrasadas en innovación y tecnología y necesitan un apalancamiento en el crédito que hoy no tienen; ahí sí se vive una situación muy difícil".

El trabajo de la entidad calcula que el ahorro fiscal anual de la medida para este año será de USD 202 millones, lo que equivale a $ 5.842 millones según el tipo de cambio promedio mensual. Analizado por cadena productiva, CONINAGRO destaca que la del Arroz es una de las más afectadas con un impacto negativo del (-84%), seguida por la Apícola (miel) con una reducción del (-81%), y la del Maní con una caída del (-72%). En el otro extremo se ubican la ganadería Ovina con una depreciación del (-28%) y la del algodón con un (-4%).

Para comprender el efecto de la medida y tomando la situación de los arroceros, en 2017 ese sector exportó casi USD 170,4 millones con un reintegro promedio de 2,55%, lo que permitió recuperar a los productores unos USD 4.350.000. Con los recientes recortes, esa cadena obtendrá reintegros del 0,42%, lo que se traducirá en reembolsos por ventas externas de USD 710.000. Sobre 24 actividades relevadas por la entidad, sobre un total de USD 30.365,31 millones exportados el año pasado, los reintegros promediaron el 1,12%, lo que significó devoluciones por USD 339,16 millones. Con los cambios, el porcentaje baja a 0,45% lo que se traduce en USD 137,15 millones, o una reducción en los ingresos del (-60%) para el sector agroalimentario.