La venta de vinos cayó un 8,5% con respecto a 2017

Los bodegueros intentan evitar que la suba de los costos se traslade a los precios. Preocupa la alta carga impositiva que enfrentan los productores

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Desde 2016 a la fecha, el consumo interno cayó de 23 a los 20 litros por persona por año.
Desde 2016 a la fecha, el consumo interno cayó de 23 a los 20 litros por persona por año.

Las ventas de vino fraccionado cayeron en mayo 8,5% en comparación al mismo mes del año pasado, según el último Anticipo de Comercialización Total de Vinos y Mostos que difundió el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV). De acuerdo a las cifras del organismo, en lo que va de 2018 se vendieron casi 3,26 millones de hectolitros, tres puntos por debajo de los registrados en los primeros cinco meses de 2017.

El Departamento de Estadísticas y Estudios de Mercados del INV informó que en mayo se comercializaron 754.310 hl., siendo la categoría "Espumoso" la más afectada por la caída en las ventas con un descenso del 19,1%. Cabe destacar que la participación sobre el total es la segunda más baja con el 3,2%.

Sin embargo, la categoría con mayor participación, "Sin mención varietal"(78% del total, 588.414 hl.), registró en mayo una reducción del 8,3% con respecto al año anterior, a tono con la baja general de las ventas de vinos fraccionados. En el detalle del Color y Blanco, el primero tuvo un incremento de 3,1%, mientras que el segundo registró un derrumbe de casi 37 puntos porcentuales.

Si se toma en cuenta el tipo de envase, el INV tiene a la Damajuana como la más perjudicada con una caída en las ventas del 23,7%, seguido por el Tetra Brik (-8,7%) y los vinos en botella (-7,1%). Dentro de esta última categoría, la comercialización del segundo formato que más salida tiene, el de 750 cm3 (37% del total, 278.866 hl.), sufrió una merma del 7,7%; mientras que la más popular, "el cartón" (46,7% del total, 351.938 hl.), se redujo 8,7% en mayo en relación al quinto mes de 2017.

Copas vacías

En los dos últimos años, los precios al público han subido por encima de la inflación debido a dos malas campañas.
En los dos últimos años, los precios al público han subido por encima de la inflación debido a dos malas campañas.

Según el INV, de enero a abril el consumo interno cayó 1,6% en comparación al año pasado. Para el Gerente General de la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR), Carlos Fiochetta, "la situación que vivimos en los últimos dos años es una profundización de la crisis del sector que comenzó allá por 2010".

En diálogo con Infobae, Fiochetta se refirió a la bajas que se habían registrado en 2016 y 2017, con mermas en la adquisición de la bebida en el mercado local que alcanzaron el 8,3% y el 5,4%, respectivamente; marcando el piso histórico más bajo de la industria con 8,91 millones de hl.

"Venimos de dos cosechas que fueron de las más bajas de los últimos 60 años. Sin embargo, hay que destacar que pasamos de producir 1.900 millones de kilos en 2016 para pasar a 2.500 millones de kilos en 2017, lo que representa un incremento del 30%", explica el dirigente de COVIAR.

Señala además que "eso demuestra que, cuando tiene buenas condiciones agroclimáticas y con un buen precio por su materia prima, el productor invierte. La calidad de las uvas y, como consecuencia, los vinos que se vienen van a ser los mejores en mucho tiempo", aseguró.

Precios sin acuerdo

Según un informe de las entidades del sector, la vitivinicultura tiene una carga impositiva promedio del 60%
Según un informe de las entidades del sector, la vitivinicultura tiene una carga impositiva promedio del 60%

El presidente de Bodegas de Argentina, Walter Bressia, recordó que en 2016 "arrancamos con 23 litros de consumo per cápita y en 2018 estamos en 20,3 litros. Esto significa que en los últimos dos años perdimos un 20% de mercado interno. Los vinos básicos incrementaron su precio un 116% en ese lapso, esto hizo que cayera esa franja, mientras crecían las ventas de vinos de alta gama", explicó el dirigente.

El representante de la cámara que nuclea a la mayoría de las principales bodegas del país sostuvo que las empresas del sector "queremos vender, no vamos a hacer ningún acuerdo de precios. Queremos ser competitivos y sólo trasladaremos los aumentos de algunos insumos, que no podamos soportar".

En ese sentido, Fiochetta le dijo a Infobae que "es muy difícil alcanzar un acuerdo de precios en un sector tan atomizado. Al tener una oferta tan diversa de vinos, cualquier entendimiento que se alcance entre un supermercado y una bodega, es muy factible que esa marca pueda ser reemplazada por otra. No sucede lo mismo con marcas líderes de gaseosas, cervezas o fernet", productos que hoy le están marcando la cancha a los bodegueros.

"Los precios de las uvas que se están pagando este año van a ser, o bien similares, o muy poco por arriba de los valores de 2017. Esto significa que el traslado del precio de la materia prima no se va a dar en el valor al consumidor final. Probablemente no se registren aumentos significativos en el precio de los vinos", señaló el directivo de COVIAR.

Fiochetta admitió que "en los últimos dos años, ante aumentos significativos en los precios, el consumidor prefirió otras bebidas, como las cervezas. De esa experiencia, aprendimos que los clientes no toleran precios altos; pero sabemos que seguimos estando dentro de las preferencias, porque en la medida que haya valores razonables en la góndola, los compradores nos eligen", manifestó y destacó que "el vino logra mucha cercanía; cerca de 14 millones de argentinos lo consumen".

Impuestos embotellados

El año pasado, la vitivinicultura le aportó al Estado unos $ 4.400 millones de aportes tributarios
El año pasado, la vitivinicultura le aportó al Estado unos $ 4.400 millones de aportes tributarios

COVIAR elaboró un informe junto al Observatorio Vitivinícola Argentino, la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Cuyo y la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas, en el que también participó la Bolsa de Comercio de Mendoza. La investigación concluyó que la carga tributaria en el sector tiene un promedio del 58%, entre impuestos directos e indirectos.

El trabajo de las entidades también reveló que en la actividad primaria, la carga tributaria sobre el excedente implica 43% para una finca pequeña de hasta 100.000 quintales. Esto significa que esa porción del excedente de explotación se utiliza para pagar impuestos.

"Se paga impuestos en varias etapas: en la producción primaria, en la elaboración, y también por el fraccionamiento. Es una cadena que tiene más eslabones que el resto de sus competidores, como las gaseosas o las cervezas. Sin embargo, paga más tributos que otras producciones que están mucho más concentradas, donde hay menos eslabones y menor valor agregado", se quejó Fiochetta.

En ese sentido, el dirigente anticipó que desde la Corporación están trabajando para encontrar un equilibrio entre la distribución territorial que se utiliza para producir (0,1% de las tierras cultivables), y el valor agregado que le aporta la actividad a la economía (0,4% del PBI), "para que esa participación que tiene la vitivinicultura se reconozca a través de cambios en la política impositiva", reclamó.

“De otra manera, terminamos tributando muchos impuestos y el Estado termina siendo un socio más que importante en una producción que tiene muchos riesgos que sólo termina asumiendo el bodeguero”.

Convenio por venir

El Ministerio de Agroindustria de la Nación, COVIAR y la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina (Fehgra) firmarán este miércoles 27 de junio un convenio marco de cooperación mutua en el que suscribirán a la Carta de Adhesión al Plan de Promoción del Vino Argentino Bebida Nacional.

El acuerdo tiene como objetivo "generar acciones conjuntas para la promoción y el fortalecimiento del desarrollo de la producción, elaboración, industrialización, comercialización y consumo del Vino Argentino y la Gastronomía Argentina en todos los establecimientos hoteleros y gastronómicos del país".