Para entender la apuesta que cada campaña hace el productor argentino, hay que considerar que en las zonas más afectadas por la peor sequía de los últimos 50 años, el hombre de campo tendrá que financiar hasta el 80% de su capital para seguir con su actividad, sean granos o ganado.
El dato surge del reciente relevamiento cuatrimestral que realizó el Área de Economía del Departamento de Investigación y Desarrollo (I+D) del Movimiento CREA (Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola).
De acuerdo al estudio, el aumento promedio del capital operativo requerido para cada actividad, medido en dólares, tuvo una variación promedio para la Campaña 2017/18 de 6,7% para la agricultura, en comparación con un año atrás; y del 7% para la ganadería, en el mismo escenario. En el primer caso, se consideraron unas 854 empresas dedicadas a la producción de granos; mientras que los ganaderos consultados fueron unos 604.
Para Federico Bert, Responsable de I+D, "el origen de la proyección de aumentos es distinta dependiendo de cada actividad. Sin embargo, el factor común para todas es la sequía".
En diálogo con Infobae, el analista señaló que los agricultores "esperan que la variación del tipo de cambio no supere el índice de inflación, porque eso terminaría generando aumento de los costos en dólares. Me refiero puntualmente a todos aquellas cargas que están pesificadas, como las labores (mano de obra) o el transporte. Si los ajustes de estas variables se mantienen debajo del ritmo inflacionario, el impacto en dólares no sería tan alto", explicó.
Lo que viene
Del total de empresas agrícolas consultadas, el 35% consideró que el aumento en el capital operativo requerido para la Campaña 2018/19, valuado en dólares por hectárea, estará por arriba del 10%, mientras que un 30% considera que la variación no será mayor a los 10 puntos porcentuales.
El ganadero observa el horizonte con una mirada similar, aunque con una leve diferencia. En este caso, el 32% estima que los costos subirán más allá del 10%, y un 35% cree que crecerán por debajo de ese rango
Para CREA, el productor de granos se muestra más optimista respecto de la próxima siembra de granos gruesos ya que piensa que la variación promedio esperada para la Campaña 2018/19 será menor a la de este año y alcanzará 5,6% (vs. el 6,7% actual). Las empresas ganaderas coinciden y opinaron que la próxima temporada el capital operativo requerido aumentará 6,5% (contra el 7% de la actual campaña).
Lo que deja la sequía
Si bien la encuesta de CREA se realizó durante la primera quincena de marzo, los datos más destacados señalaban que el 87% de las empresas agrícolas y el 94% de las ganaderas registraron impactos negativos por la sequía.
Cabe recordar que el estudio del SEA (Sistema de Encuestas Agropecuarias) mostró que la falta de agua generó pérdidas de área de 5,2% en maíz temprano; 8,6% en soja de primera; 18,4% en soja de segunda y 13,4% en maíz tardío. Además, mostraba que se había registrado un alto porcentaje del área afectada con estimaciones de caída de rinde importantes.
Estas aproximaciones se confirmaron la semana pasada con la publicación de las primeras cifras del Ministerio de Agroindustria sobre los resultados preliminares de la actual campaña.
Según el Gobierno, al 19 de abril de este año, la producción de maíz (comercial y forrajero) alcanzará las 42 millones de toneladas (MTn), un 15,2% menos que a la misma fecha de 2017. Para la soja, la caída se sintió aún más fuerte con una merma del 31,6%, pasando de las 55 MTn del ciclo pasado a una estimación de 37,6 MTn de producción estimada.
De acuerdo a CREA, en las empresas con ganadería, la sequía generó pérdidas de área de 12% en pasturas y campo natural y 14% en verdeos.
A su vez, el área afectada varía entre 28 y 31% con estimaciones de disminución en la producción de forraje (en esas áreas) de entre 28 y 31% dependiendo del recurso forrajero que se analice. Esta situación repercutió sobre variables claves como la retención de vientres, en la que se registra un aumento considerable de empresas que planean disminuir la retención (16%).
Perspectivas financieras
En este contexto, el último estudio del Movimiento CREA dejó al descubierto un cambio relevante respecto a la confianza del productor para invertir. Dos años atrás la mayoría de los empresarios creían que transitaban por un buen momento para realizar inversiones. En la actualidad, ese patrón se invirtió: el 40% piensa que "es un mal momento" y 27% que "es un buen momento". No obstante, el 69% de los encuestados está planificando algún tipo de inversión para 2018, lo que representan 12 puntos porcentuales por debajo de 2016.
Para Federico Bert, "la caída en los rendimientos de esta campaña, producto de la sequía, hace que las necesidades de financiamiento para la próxima temporada sean mayores. El productor está proyectando en sus costos un aumento tanto en el capital como en los intereses y eso hace que se incrementen sus costos operativos".
El investigador destaca que "esta situación no sólo impactó en la percepción de la situación actual y en el ánimo hacia adelante, sino también en cuestiones como los costos de algunos insumos".
El responsable de Investigación y Desarrollo estimó un incremento promedio de ocho puntos porcentuales en los costos de implantación a financiar en el ciclo 2018/19, siendo este valor superior a los relevamientos de las dos campañas anteriores.
“Estamos viendo que aumenta de 35% a 43% la parte de costos que el productor cree que va a necesitar financiar durante la campaña que viene. Ese porcentaje varía de acuerdo a cómo la sequía afectó a determinadas zonas”, detalló Bert
Puso como ejemplo un productor de Entre Ríos que, según argumenta, "está sacando en promedio un 50% menos de rendimiento de lo que esperaba, por lo que su flujo de fondos va a estar muy afectado y la necesidad de financiamiento para el próximo año será mucho mayor".
En este sentido, el relevamiento de CREA afirma que para Entre Ríos (que tiene 17 de los 55 partidos en emergencia por la sequía junto con Buenos Aires y Santa Fe, aunque es la única provincia con la homologación a nivel nacional), el porcentaje del capital a financiar para la próxima campaña llega al 79%. Al tiempo que para los productores del norte santafesino ese número alcanza los 77 puntos porcentuales.
Es decir, que de cada $ 100 que el hombre de campo invierte para hacer funcionar la empresa agropecuaria, entre $ 70 y $ 80 deberán financiarse con entidades bancarias a través créditos (o renovación o ampliación del capital ya tomado) o mediante otros instrumentos que le permitan darle arranque a otro año productivo, apostando a que el clima y las condiciones macroeconómicas lo acompañen.
Más atrás quedan las necesidades de los chacareros del sur de Córdoba o Santa Fe cuyos números de financiación oscilan entre el 43 y el 57% (entre $ 40 a $ 60 de cada $ 100 de costos de implantación deberán ser financiados). En el norte de La Pampa, las cifras caen al 38 y 43%.
No todo está perdido
Bert afirma que “el haber pasado en pocos meses de un tipo de cambio de $ 17 por dólar a $ 20 por cada billete estadounidense, junto con el aumento en el precio internacional de los granos, generó un efecto positivo que está ayudando a paliar los efectos de la sequía”
El especialista sostiene que "así como este aumento en el precio de los granos impacta de manera positiva en la agricultura, lo hace negativamente en la ganadería donde, en los sistemas productivos que dependen cada vez más de los granos (como los feedlot), estamos viendo variaciones en la relación insumo producto que son preocupantes para la actividad".
"Hoy un kilo de novillito (un animal de entre 350 y 430 kg.) compra entre 10,5 y 11 kg. de maíz, insumo clave para parte de la ganadería. El año pasado esa proporción era de uno a 14, o sea, 40% más de lo que compra un año después. Eso habla del aumento de costos de la alimentación, a consecuencia de algo que resulta positivo para otra actividad, como la agricultura", argumenta Bert sobre la relación insumo/producto.