Antes de llegar a los autos totalmente autónomos, se van a ver un sin fin de elementos tecnológicos de transición que de hecho, ya son parte de múltiples modelos de alta gama, y como siempre ocurre, van decantando en segmentos más populares.
Una de estas herramientas tecnológicas es el Control Crucero Adaptativo que ya está presente en el equipamiento de algunos vehículos, como por ejemplo la Ranger.
El Control Crucero Adaptativo (CCA) es un sistema semi autónomo que complementa al clásico control crucero. A la conocida función de poder mantener una velocidad programa de manera constante para aumentar el confort en un viaje, le suma seguridad permitiendo elegir la distancia que mantendrá el auto con el que se encuentra adelante.
O sea que ante una ruta sin trafico el auto mantendrá la velocidad escogida, pero cuando los sensores detecten un vehículo adelante reducirá la misma para mantenerse atrás del obstáculo -incluso en los sistemas más modernos se puede llegar a detener a cero-. Cuando el mismo se haga a un lado o acelere, automáticamente se recupera la velocidad programada.
De esta manera, Ford realizó una experiencia en la pista de pruebas de la planta en Detroit, Estados Unidos, en donde se determino que el CCA puede tener un impacto positivo y evitar los embotellamientos
Menos horas al volante
Una de las ventajas es reducir el tiempo en el auto. La marca aseguró tras la experiencia que, por más que los ciudadanos hagan el mejor esfuerzo para conducir correctamente, las reacciones tardías pueden generar un efecto dominó que puede causar demoras en el tránsito sin motivo aparente y hasta sumar -innecesariamente- una semana tras el volante.
Así, los investigadores de tráfico de la Universidad de Vanderbilt y Ford compararon el rendimiento del CCA con distintos conductores en situaciones de tráfico. En muchos casos, el sistema superó a los controladores humanos.
Reducir embotellamientos y maniobras peligrosas
El equipo realizó lo que se cree que es la demostración más grande y realista de su tipo, la cual revela que el CCA podría ayudar a minimizar los embotellamientos que aparentemente no tienen motivo alguno, además de reducir posibles maniobras peligrosas por parte de los conductores.
El estudio consto en que 36 conductores simularan el tráfico normal de la ruta utilizando el CCA. Esos conductores luego condujeron el mismo curso, pero sin la tecnología, lo que significa que tuvieron que frenar y acelerar el vehículo manualmente.
Los resultados indican que los vehículos que utilizaron el CCA redujeron el frenado inesperado y peligroso. Incluso si solo uno de cada tres vehículos activaba el CCA, los beneficios de tráfico eran similares.
Para finalizar Dan Work, Profesor de Ingeniería de Vanderbilt, expresó: "Habíamos experimentado esto en teoría, y verlo en la práctica fue emocionante para nosotros. Los ciudadanos, cuando no estamos prestando atención, empeoramos estos embotellamientos. Con el Control Crucero Adaptativo demostramos que las tecnologías de asistencia al manejo pueden mejorar nuestras capacidades de conducción".