El mercado de las ediciones limitadas tiene en los autos un nicho predilecto. Las automotrices lo saben y por eso, las que tienen más historia, aprovechan para crear vehículos actuales que remiten a modelos clásicos con el objetivo es que se vuelvan objetos de colección.
Tal es el caso del nuevo Porsche 935. Su presentación oficial fue días atrás en uno de los mayores eventos de Porsche del mundo, la Rennsport Reunion en el circuito de Laguna Seca, en California, Estados Unidos.
Como auto celebra al que se llamó igual en 1978. Tanto que tomó algunos elementos de diseño y los convirtió en un guiño retro. El detalle: la marca alemana fabricará solo 77 unidades y cada una tendrá un precio de 700.000 euros.
El valor se debe no solo a que es una edición limitada que refiere a un hito de la marca, sino que está basado en uno de los modelos más brutales que hoy tiene disponible Porsche, el GT2 RS.
De hecho lleva su motor 3.8 de seis cilindros bóxer, es decir, ubicados opuestos y de manera horizontal. Esta solución técnica, un sello de la marca alemana, le permite obtener un centro de gravedad más bajo y así beneficiar el comportamiento deportivo.
La potencia es de 700 caballos de fuerza, que llegan a las ruedas traseras y se aprovechan gracias a una rapidísima caja automática de doble embrague y siete marchas. Obviamente, con una función manual desde levas al volante.
Porsche realizó un fino trabajo aerodinámico, que se corona con un enorme alerón posterior que mide casi dos metros de ancho. También los paragolpes, las tomas de aire y las molduras de la carrocería fueron desarrolladas para mejorar el paso del aire.
Ese es otro de los detalles que hacen a este auto único: es tan extremo que directamente no puede rodar por la calle. Nació para la pista y solo ahí tiene permitido circular. Un auto de carrera con todas las letras.