La construcción de la Villa Olímpica y Paralímpica para los Juegos de París 2024 continúa en medio de la polémica respecto a que las habitaciones no tendrán aire acondicionado y desde la organización dejaron clara su postura: no habrá marcha atrás.
“Puedo garantizarles que no vamos a cambiar de rumbo y que no se modificará el plan de construcción en la Villa con respecto al aire acondicionado”, aseguró Anne Hidalgo, la alcaldesa de la capital francesa.
París se comprometió a cuidar el medio ambiente cuando se postuló para organizar los Juegos y el proyecto elegido para la Villa Olímpica y Paralímpica aspira a reducir el 45% la huella de carbono. “Quiero que los Juegos sean un ejemplo desde un punto de vista ambiental”, afirmó Hidalgo.
La temperatura en el último verano en París llegó a los 40 grados durante varios días consecutivos y, lógicamente, la salud de los deportistas es un tema que generó preocupación. “Construimos habitaciones en las que habrá seis grados menos respecto a la temperatura exterior. Es una cuestión de sociedad. Debemos colectivamente aceptar que tengamos seis grados menos y un excelente balance carbono o decimos que no y rebajamos el balance carbono”, había explicado en medio de la polémica Nicolas Ferrand, el director general de Solideo, empresa encargada de las obras.
Más allá de la utilización de materiales ecológicos para bajar la temperatura en el interior de las habitaciones respecto al exterior, desde la organización pensaron en alternativas y comenzaron a probar un nuevo sistema de refrigeración, subterráneo, que ya se usó el año pasado en el Museo de Louvre.
El objetivo de este sistema de energía geotérmica es asegurar que en las habitaciones la temperatura no supere por la noche los 26 grados, que se logre mantener ese clima durante el día con algunas reglas básicas y Laurent Michaud, el director de la Villa, confirmó que las pruebas que se realizaron fueron satisfactorias.
La simulación se llevó adelante en las habitaciones más altas y más expuestas al sol, al mismo tiempo que también se tomó en cuenta el viento y la temperatura del agua en el río Sena. “Pese a que las temperaturas en exteriores alcanzaron los 41° grados, tuvimos temperaturas de 28 grados en la mayoría de estas habitaciones. En otras, por supuesto, registramos más bajas”, destacó Michaud a The Associated Press.
Laurent Monnet, a cargo de la transición ecológica en Saint-Denis, donde estará ubicada Villa Olímpica y Paralímpica, también aseguró que las habitaciones tendrán seis grados menos y envió un mensaje a los atletas: “Necesitamos que los deportistas den ejemplo cuando usen los edificios. Podemos construir la Villa más virtuosa que queremos, pero el uso de la misma es lo que marcará nuestra huella de carbono”.
La decisión de no utilizar aire acondicionado no fue lo único que generó polémica, sino que también se abrió un debate respecto a la posibilidad que tendrían las delegaciones de poder contar con sus propios sistemas de refrigeración.
“Será caso por caso y la salud y bienestar de los deportistas”, expresó Michaud y explicó que podrían emplearse ventiladores con vaporizador de agua en lugar de aparatos tradicionales; Hidalgo, la alcaldesa de París, se opuso categóricamente a cualquier mecanismo adicional: “Tenemos que ser consistentes con nuestros objetivos. Estoy en contra”.
La Villa Olímpica y Paralímpica de los Juegos de París se levanta a orillas del río Sena, en Saint Denis. El complejo de 50 hectáreas espera, entre deportistas olímpicos y paralímpicos, acoge a más de 25 mil personas.
Una vez finalizados los Juegos Olímpicos y Paralímpicos en la capital francesa, los edificios serán destinados al uso residencial y comercial.