Un alcalde francés condenado por violación dirige su ciudad desde la cárcel

Georges Tron fue declarado culpable de agresión sexual en febrero. Sin embargo, continúa al frente de la localidad de Draveil desde su celda. “Seguiré luchando para que se me reconozca de nuevo y no renunciaré a ninguno de mis mandatos ni a mis funciones”, afirmó

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Georges Tron. Foto AP
Georges Tron. Foto AP

Cuando el alcalde del suburbio de Draveil, al sur de París, fue declarado culpable en febrero de violación y agresión sexual y condenado a cinco años de prisión, el movimiento MeToo de Francia se adjudicó una victoria.

Georges Tron había sido ministro del gobierno. Los activistas esperaban que su caída y encarcelamiento enviaran un poderoso mensaje a otros culpables de delitos similares.

Pero más de dos meses después, el alcalde condenado del partido conservador sigue al mando, gobernando la ciudad de casi 30.000 habitantes desde su celda.

Depende de sus subordinados para llevar adelante el día a día. La última reunión del ayuntamiento comenzó con la lectura de una carta de Tron, redactada en prisión, con directrices sobre el presupuesto.

En el protocolo de la reunión figuraba el alcalde como ausente con excusa.

Los activistas afirman que el caso ha pasado a simbolizar todo lo que sigue roto en el sistema judicial francés y lo lejos que está el país de estar a la altura de sus ideales.

A los pocos días de su condena, una combativa carta de Tron apareció en las fachadas de las tiendas y en los tablones de anuncios locales, sembrando la confusión en la ciudad.

“Habiendo proclamado siempre mi inocencia en este asunto, seguiré luchando para que se me reconozca de nuevo y no renunciaré a ninguno de mis mandatos ni a mis funciones”, escribió, anunciando que apelaría su condena.

“Tengan la seguridad de que no desfalleceré”, prometió el hombre de 63 años en la carta, dirigida a “todos y cada uno de ustedes”.

Georges Tron. 162
Georges Tron. 162

“En el veredicto, se habló mucho del agarre que tenía sobre sus víctimas”, dijo Christian Chardonnet, un político local del partido del presidente Emmanuel Macron. “Pero este agarre se extiende a toda la ciudad”.

“Es un sistema mafioso que se replica en todos los niveles”, señaló Francois Damerval, un político local de un partido ecologista.

Según la legislación francesa, la decisión de Tron de apelar significa que, a pesar de su condena, se lo puede volver a considerar inocente hasta que el tribunal supremo dicte sentencia firme. Sus aliados conservadores locales han aprovechado ese resquicio y han rechazado los intentos de destituirlo.

El Gobierno francés -que bajo el mandato del presidente Emmanuel Macron ha declarado una “batalla cultural” contra las agresiones sexuales- tampoco ha intervenido.

El Ministerio de Justicia no respondió a una solicitud de comentarios.

El ministro de Justicia, Éric Dupond-Moretti, citó en marzo la independencia del poder judicial para explicar por qué el gobierno no había destituido a Tron como alcalde. Pero antes de convertirse en ministro de Justicia, Dupond-Moretti fue uno de los abogados que defendió a Tron durante el juicio que resultó en su absolución en 2018.

El ministro francés de Justicia, Éric Dupond-Moretti. EFE/EPA/GONZALO FUENTES / POOL
El ministro francés de Justicia, Éric Dupond-Moretti. EFE/EPA/GONZALO FUENTES / POOL

La senadora del Partido Socialista Laurence Rossignol planteó dudas sobre la imparcialidad del ministro, diciendo que trató a las víctimas de Tron “como mentirosas durante todo el juicio”.

Una petición pidiendo la destitución del alcalde ha sido firmada por más de 35.000 personas.

En Draveil, sin embargo, la indignación ha sido más silenciosa.

Frente a una zapatería con la carta del alcalde pegada en su entrada, bajo unos árboles cuidadosamente podados en un seto aéreo, un pequeño grupo de activistas repartió folletos contra Tron en la plaza del mercado principal la semana pasada.

“No digo que sea inocente”, dijo una mujer que pasaba por allí a los activistas. Sin embargo, no está convencida de que Tron deba dimitir. Después de todo, afirmó, la ciudad está “bien gestionada”.

Localidad de Draveil (Facebook)
Localidad de Draveil (Facebook)

Su voz fue pronto ahogada por un tenso intercambio en el otro lado del mercado, donde un hombre lanzó un insulto sexual a uno de los activistas. “Es fácil destruir a la gente”, gritó el hombre. Cuanto más alto hablaba, más se le caía la careta.

Junto a él estaba su mujer, que afirmaba haber trabajado en el despacho del alcalde antes de su jubilación sin notar un comportamiento sospechoso.

Apartándose de la pareja, la activista, Marion Hubert, se mostró exasperada. “Me avergüenza que mi país esté tan atrasado”, dijo. Cerca de la mitad de los residentes con los que habla siguen apoyando al alcalde.

Para Hubert y otros activistas, la resistencia local a la destitución del alcalde es sintomática de los retos que supone enfrentarse a la sociedad patriarcal francesa, en la que los límites entre el acoso y la seducción son a veces difusos.

EFE/EPA/CHRISTOPHE PETIT TESSON/Archivo
EFE/EPA/CHRISTOPHE PETIT TESSON/Archivo

Pero el apoyo al alcalde también puede reflejar la larga influencia de Tron en Draveil. Ha gobernado la ciudad desde 1995, consiguiendo mantenerse en el poder incluso cuando su incursión en la política nacional se vio truncada por las acusaciones que ahora han desembocado en su condena.

El alcalde fue investigado por primera vez en 2011, un año después de asumir un cargo adicional como ministro subalterno de la función pública bajo el mandato del presidente Nicolas Sarkozy. Dos antiguas empleadas del ayuntamiento acusaron a Tron de obligarlas a someterse a masajes en los pies que pasaron a ser violaciones y agresiones sexuales.

Tron dimitió del gabinete. Pero negó las acusaciones, diciendo que sólo se interesaba por la reflexología. Y continuó como alcalde de Draveil, ganando cómodamente la reelección incluso mientras continuaban los procesos judiciales.

El primer veredicto judicial, en 2018, fue de absolución para Tron. Luego, a mediados de febrero, un tribunal de apelación anuló esa decisión en el caso de una de las mujeres, condenando a Tron a cinco años de prisión, de los cuales dos fueron suspendidos.

“El problema es que hay muchos Trons en Francia”, dijo a principios de marzo Elodie Tuaillon-Hibon, abogada que representó a un grupo de defensa durante el último juicio. Ella representa a varias mujeres que han acusado a personajes franceses de alto nivel, como el actor Gérard Depardieu y el ministro del Interior Gérald Darmanin, de agresión sexual o violación.

El actor Gérard Depardieu también ha sido acusado de violación y agresión sexual. Foto Stefanie Loos. Reuters
El actor Gérard Depardieu también ha sido acusado de violación y agresión sexual. Foto Stefanie Loos. Reuters

A pesar de que se está investigando si hay fundamento en las acusaciones de que Darmanin violó a una mujer en 2009, sigue siendo el ministro a cargo de la policía nacional de Francia.

Estos vínculos tan estrechos entre los funcionarios acusados de delitos sexuales y las autoridades que investigan esas acusaciones han suscitado acusaciones de parcialidad por parte de los activistas.

Cuando los manifestantes locales estaban distribuyendo sus folletos en Draveil la semana pasada, un agente de policía y dos empleados municipales aparecieron en la plaza, ordenándoles que trasladaran su protesta fuera del mercado. Era la segunda vez en cinco días que los agentes interrumpían al grupo.

Después de que los políticos locales de la oposición cuestionaran la legalidad de su petición, y con los periodistas observando las idas y venidas, los trabajadores municipales acabaron marchándose sin hacer cumplir su orden.

Hubert y otros activistas dicen que las intervenciones policiales son intentos de intimidación. Entre los residentes que están de su lado, muchos les dicen que tienen miedo de hablar por temor a perder sus puestos de trabajo o verse perjudicados de otra manera.

El ministro del Interior Gérald Darmanin es otro de los personajes públicos acusados de agresión sexual o violación. REUTERS/Gonzalo Fuentes/Pool
El ministro del Interior Gérald Darmanin es otro de los personajes públicos acusados de agresión sexual o violación. REUTERS/Gonzalo Fuentes/Pool

Después de 25 años de Tron como alcalde, “el miedo a lo desconocido y a criticar al alcalde” está muy extendido en Draveil, expresó Gabrielle Boeri-Charles, miembro del consejo municipal.

Tron y sus aliados han guardado silencio sobre esas acusaciones.

Una secretaria del alcalde dijo que transmitiría las preguntas por escrito al alcalde encarcelado, pero no hubo respuesta. La oficina del alcalde tampoco respondió a una solicitud de entrevista con Richard Privat, el ayudante del alcalde que se ha encargado de las tareas cotidianas en ausencia de Tron.

En declaraciones a la televisión francesa a principios de este mes, Privat dijo que “hasta que se demuestre lo contrario, [Tron] sigue siendo alcalde”.

Draveil (Facebook)
Draveil (Facebook)

Los aliados de Tron en el ayuntamiento han rechazado los intentos de la oposición de destituirlo o de redirigir sus tareas a proyectos de ayuda a las víctimas de la violencia sexual. Ante otro desafío de este tipo la semana pasada, los partidarios de Tron dieron una respuesta contundente.

“Abandonaron la sala”, manifestó Boeri-Charles.

En las imágenes de vídeo, se oye a un miembro de la oposición decir: “Esto es una negación de la democracia”.

Luego, se apagan las luces y la oposición se queda a oscuras.

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