Escuela católica quita los libros de Harry Potter de su biblioteca: advierte que los lectores "corren riesgo de conjurar malos espíritus”

Por Antonia Noori Farzan

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Una escuela católica de Tennessee ha eliminado copias de la serie de libros de Harry Potter de su biblioteca, citando temores de que “corren el riesgo de conjurar espíritus malignos”. (Foto: Sarah L. Voisin / The Washington Post
Una escuela católica de Tennessee ha eliminado copias de la serie de libros de Harry Potter de su biblioteca, citando temores de que “corren el riesgo de conjurar espíritus malignos”. (Foto: Sarah L. Voisin / The Washington Post

Antes de iniciar el nuevo año escolar, el reverendo Dan Reehil recurrió a varios exorcistas en busca de consejo.

Reehil, pastor de la escuela católica St. Edward en Nashville, estaba preocupado por las lecciones heréticas que los estudiantes podrían aprender de los libros de Harry Potter. En un correo obtenido por WTVF, el hombre escribió a miembros de la facultad. Por consejo de los exorcistas que consultó, quienes compartieron su preocupación, purgó la serie de libros de la biblioteca de la escuela.

"Estos libros presentan la magia como buena y mala, lo cual no es verdad, pero de hecho es un engaño inteligente", explicó. "Las maldiciones y hechizos que usan en el libro son maldiciones y hechizos reales; los cuales, al ser leídos por humanos, corren el peligro de conjurar espíritus malignos en presencia de la persona que lee el texto".

No es la primera vez que novelas que narran aventuras y la mayoría de edad de un joven mago han sido expulsadas de campus escolares. Sin embargo, el furor de las acusaciones de satanismo y adoración al diablo han disminuido en los últimos años, y la decisión de quitar los libros de Harry Potter de St. Edward parece haber tenido el poco apoyo por parte de la comunidad escolar, de acuerdo con WTFV.

Los padres expresaron sus preocupaciones en una carta anónima compartida este lunes a la estación en la que sugieren que la decisión planteó preguntas acerca de las opiniones "marginales" del sacerdote y su habilidad para "evaluar críticamente y discernir los hechos de la ficción" y se quejaron de que la decisión se tomó unilateralmente sin las aportaciones de los padres o otros administradores de la escuela.

En una respuesta enviada por correo electrónico a los padres, Rebecca Hammel, superintendente de las escuelas de diócesis católica en Nashville, explicó que la biblioteca había sido reacomodada en el verano, y los libros que no eran utilizados con frecuencia o no eran considerados apropiados para la edad de los estudiantes fueron retirados.

Localizada en la zona sur de Nashville por 60 años, St. Edward está "guiada por la fe y comprometida con la excelencia educativa", de acuerdo con la misión que la escuela declara tener. La asistencia a clases de doctrina cristiana y misas dos veces por semana es obligatoria, y la escuela dice que el propósito de la biblioteca es animar a los estudiantes a abrazar y modelar el evangelio de Jesucristo al proporcionar materiales que apoyen los valores y la misión de iglesia católica".

De acuerdo con el correo de Reehil a los miembros de la facultad, los libros de Harry Potter no cumplen con ese estándar. "Los libros usan medios nefastos para lograr las metas de los personajes, incluyendo los "personajes buenos", escribió para argumentar que este acto no puede ser considerado moralmente bueno bajo la teología católica si es logrado a través de métodos cuestionables. Los libros de Harry Potter, reclamó, "promueven un enfoque maquiavélico para lograr los fines deseados por el medio que sea necesario".

Reehil también reclamó que los libros "glorifican los actos de divinización, evocación a los muertos, de lanzar hechizos entre otros actos que ofenden la virtud de la religión" y que los lectores "podrían ser persuadidos a creer que estos actos están perfectamente bien, incluso que son buenos o espiritualmente sanos". Concluyó que "los libros y otros materiales que presentan una posible amenaza a nuestra fe no pueden ser promovidos por nuestra iglesia o escuela".

De acuerdo con The Tennessean, que reportó por primera vez la situación, Hammel confirmó la autenticidad del correo y dijo que fue enviado después de que un padre preguntará porque los libros ya no estaban. Agregó que como la Iglesia Católica no tiene una posición oficial sobre la serie de Harry Potter, el pastor de la escuela tiene la autoridad para sacar los libros de los estantes de la biblioteca. Que ella sepa, ninguna otra escuela en la diócesis hizo esto.

Hammel también dijo al periódico que la diócesis no "entra en censura" más allá de que los libros sean apropiados para la edad de los estudiantes. Dijo que la Iglesia Católica cree que corresponde a los padres determinar que es apropiado para sus hijos y "guiar a sus hijos e hijas para entender el contenido a través del lente de nuestra fe".

Las prohibiciones de Harry Potter tienen una larga historia: como señala Daily Telegraph, los libros fueron repetidamente prohibidos por las escuelas y fueron destruidos en una quema de ejemplares patrocinada por la iglesia entre 1997 y 2007, cuando los siete volúmenes de la serie fueron publicados. La autora J.K. Rowling ha sido acusada frecuentemente de promover el satanismo y la glorificación de lo oculto.

La Asociación Americana de Bibliotecas encontró que entre 2000 y 2009, los libros estaban entre los más propensos a ser rechazados por los padres que se oponían a su inclusión en las bibliotecas escolares. El papa, Benedicto XVI, intervino en la controversia cuando era cardenal al escribir en 2003 que los libros "distorsionan profundamente el cristianismo en el alma antes de que esta pueda crecer de forma adecuada".

La decisión de retirar los libros de Harry Potter de la biblioteca de St. Edward fue objeto de burlas en redes sociales por parte de los fans de la popular serie, quienes apuntan que la colección es un trabajo de ficción y que no hay absolutamente ninguna evidencia que sustente el reclamo de Reehail de que los hechizos y maldiciones son reales.

"Cada día me pregunto a mí mismo "¿Puede este país ser más tonto? Y sin falla, siempre puede", escribió un usuario de Twitter "Gracias por nunca decepcionarme, Estados Unidos.".

Pero no todos estuvieron sorprendidos con la decisión. Un grupo de padres de St. Edward, que solicitó permanecer en el anonimato por temor a represalias, escribió una declaración que compartió con WTVF, en la que dijeron que habían tenido preocupaciones por los métodos de enseñanza de Reehil desde otoño de 2017. El pastor tiene "una fanática obsesión con el demonio y el pecado", escribieron y alegaron que durante una misa también había reclamado que la estrella de pop Lady Gaga "tiene un pacto con el demonio por fama y que la fibromialgia que padece es la consecuencia".

Reehil y otros funcionarios escolares no respondieron a una solicitud de comentarios hecha el pasado lunes. En un mensaje que los padres compartieron con WTVF, Hammel, la superintendente, aclaró que los estudiantes aún tendrán permitido leer los libros de Harry Potter en la escuela, sólo no será posible sacar esos libros de la biblioteca.

"Lamentamos que esta decisión, aunque hecha desde la preocupación del bienestar de nuestros estudiantes, haya tenido como respuesta atención no deseada a la escuela", concluyó.