La policía encontró un cuerpo en el río. Uno de los tatuajes que tenía los conduciría al asesinato de una mujer y un búnker macabro

Se trataba de un búnker subterráneo de seis pies de profundidad. Ahí la policía encontró decenas de armas cargadas y más de 1,000 rondas de municiones

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A partir de un misterioso tatuaje se descubrió una historia macabra (Foto: Washington Post)
A partir de un misterioso tatuaje se descubrió una historia macabra (Foto: Washington Post)

La figura del canino estaba tatuada en blanco y negro, su mirada feroz y colmillos afilados le daban un aspecto macabro. La palabra "sheepdog" aparecía en medio del dibujo.

Aquel críptico tatuaje era una de las pocas pistas con las que tenía que trabajar la policía. El 7 de abril de 2018 un pescador que se encontraba cerca de la ciudad de Yuba, en California, vio un cadáver flotando en el río Feather. El cuerpo había estado tanto tiempo en el agua que ya no era reconocible. Inicialmente lo confundieron con una mujer delgada y de pelo oscuro porque estaba vestido con ropa femenina y no llevaba identificación. No había signos de algo más, por lo que las autoridades terminarían determinando el ahogamiento como causa de muerte. Sin embargo, un mes después todavía no habían identificado a la persona.

La policía visitó varios estudios de tatuajes pensando que quizás alguien podría recordar el tatuaje del lobo, pero tras no conseguir nada, decidieron difundir una fotografía en distintos medios para ver si alguien lo reconocía.
Eventualmente, alguien lo hizo. El martes pasado, los funcionarios anunciaron que las pruebas de ADN habían confirmado que el cuerpo anegado pertenecía a Jacob González. El joven de 33 años había sido objeto de una persecución multiestatal desde marzo de 2018, cuando su novia, Katherine Cunningham, de 26 años, fue encontrada decapitada cerca de un búnker lleno de armas en una isla boscosa al norte de Seattle.

Katherine, la ex pareja de Jacob (Foto: Washington Post)
Katherine, la ex pareja de Jacob (Foto: Washington Post)

Según los registros de la corte, la pareja había estado viviendo en un terreno a medio construir en la isla Camano, donde muchos habitantes adinerados de Seattle tienen sus casas de fin de semana entre los altos pinos que dominan la bahía de de Skagit. El 3 de marzo de 2018, un vecino interesado en comprar la tierra había vagado con amigos por un barranco, donde divisaron un carro rojo, sosteniendo lo que parecía ser un saco de dormir envuelto en una lona. Poco tiempo después de descubrir el contenido, los chicos contactaron a la policía.

El personal de la policía del condado de Island concluyó que la mujer que estaba en el saco de dormir llevaba varios días muerta y había sido decapitada con una sierra o machete. Una docena de sacos de arena vacíos los condujo desde el carro hasta lo que al principio parecía ser un agujero en el suelo. En realidad se trataba de un búnker subterráneo de seis pies de profundidad. Ahí la policía encontró decenas de armas cargadas y más de 1,000 rondas de municiones.

Cunningham, una ex corredora de campo traviesa que creció en el condado de Merced, en el centro de California, se unió a la Reserva de la Fuerza Aérea a la edad de 20 años en 2012, según el Everett Daily Herald. Allí fue donde conoció a Gonzáles, quien también había crecido en Merced y se había unido a las reservas un año antes que ella. Los dos salieron de manera intermitente durante años, dijo una de las familiares de Katherine Cunningham.

En 2015, un año después de que González abandonó las reservas, Katherine también se fue y ambos se mudaron a la isla de Camano, en el estado de Washington.

El Búnker, en cuyas inmediaciones fue localizado el cuerpo de Katherine (Foto: Especial)
El Búnker, en cuyas inmediaciones fue localizado el cuerpo de Katherine (Foto: Especial)

Cuatro días después del macabro descubrimiento, las autoridades anunciaron que González era una persona peligrosa y pidieron a la población que estuviera pendiente de un Mitsubishi Montero verde. Probablemente estaba armado, advirtieron. Un amigo de González le dijo a la policía que el sospechoso había estado tratando de vivir "fuera de la red" y que era un "loco de búnker" que pensaba que el gobierno iba a quitarle sus armas.

González había tenido problemas legales en California, según los registros. Después de ser condenado por cargos de robo de autos en 2005, se le había prohibido tener armas, según el Stanwood Camano News. En 2014, solo unos días después de abandonar las reservas, cumplió una sentencia de 13 días por cargos de armas de fuego que surgieron de un incidente de 2012 en el que un equipo SWAT llegó a su casa después de escuchar informes de disparos.

Nueve días después de la investigación, llegó una llamada que parecía confirmar el presentimiento de los oficiales. Un policía de la Patrulla de Caminos de California había visto el Honda plata de Cunningham el 16 de febrero de 2018, casi dos semanas antes de que los oficiales encontraran su cuerpo. Había sido abandonado en la carretera interestatal 5, en la cima de un paso de montaña cerca de Yreka, California. Según los registros de la corte, el oficial de patrulla que lo remolcó notó que una espada samurai había sido envuelta en una manta y metida en el maletero.

La policía concluyó después que Gonzáles había robado el auto de Cunningham y había huido a California, utilizando su entrenamiento militar y sus habilidades de supervivencia para desaparecer. Todavía estaba en libertad cuatro meses después, cuando los fiscales anunciaron que enfrentaría cargos de asesinato. Los resultados del laboratorio habían arrojado resultados que mostraron que la sangre seca en la hoja de la espada samurai pertenecía a Cunningham. En la empuñadura de la espada, los técnicos forenses habían encontrado un ADN que coincidía con Gonzales.

La evidencia no dejaba ninguna duda, pero el responsable no estaba en ninguna parte. Personas en varias partes de California afirmaron haberlo visto, pero ninguno de los avistamientos llevó a ningún lado. Los funcionarios especularon que González podría haberse afeitado la cabeza y el vello facial, lo que le permitió pasar desapercibido. La búsqueda que había comenzado a principios de primavera se prolongó durante el verano y el otoño, sin que hubiera ningún arresto.

Luego, en noviembre, los detectives recibieron la noticia del cuerpo encontrado en el río.

Aún así, quedan muchas preguntas, entre ellas los posibles motivos del sospechoso y cómo terminó ahogado en un río a cientos de millas de distancia de donde se había encontrado el Honda a un lado de la carretera.
Mi esperanza era interrogarlo y proporcionar respuestas a la familia de Katherine", dijo un policía a Redding Record Searchlight.