La Universidad de Harvard acusada de sesgo contra los estadounidenses de origen asiático

Boston – En unos días dará comienzo un juicio federal para sopesar las acusaciones de que el famoso sistema competitivo de admisión de estudiantes de la Universidad de Harvard está amañado contra los estadounidenses de origen asiático.

Students for Fair Admissions, un grupo que representa a solicitantes asiático-americanos, alega en la demanda que Harvard viola sus derechos civiles de múltiples maneras a través de un proceso de admisión en el que la raza es un factor conocido.

El demandante sostiene que Harvard discrimina a los estadounidenses de origen asiático al calificar sus cualidades personales, y cada año crea un equilibrio racial preciso de ofertas de admisión que otorga una ventaja injusta a los postulantes menos calificados de otros grupos. El demandante también acusa que Harvard le da demasiado peso a la raza y no cumple con el mandato de la Corte Suprema de considerar alternativas neutrales a la raza para reunir un grupo diverso.

Harvard niega todas las acusaciones y dice que considera la raza solo de manera limitada, siguiendo los precedentes de los tribunales que datan de la década de los setenta y que han citado los métodos de la universidad con aprobación. La universidad dice que el proceso de admisión consciente de la raza es esencial para garantizar que los estudiantes estén expuestos a una variedad de puntos de vista.

Se espera que las audiencias en corte duren tres o más semanas. Esta vez, un grupo minoritario está en el centro de la lucha.

El juicio promete arrojar luz sobre los detalles de las admisiones que, de no celebrarse esta vista, seguirían siendo un misterio. Cada año, Harvard y otras escuelas selectivas prometen brindar una "revisión integral" a todos los que solicitan su entrada, ver sus calificaciones, recomendaciones, antecedentes familiares y otra información, incluida la raza y el origen étnico.

Pero la mayoría de los solicitantes no saben lo que eso significa.

La fase previa al juicio de la demanda reveló que Harvard recibió advertencias internas sobre posibles sesgos contra los estadounidenses de origen asiático en los últimos años, pero aparentemente hizo poco para hacer un seguimiento. Se espera que se divulgue más durante el juicio a través de la evidencia recolectada de los funcionarios de Harvard en declaraciones previas al juicio que hasta el momento se han mantenido bajo sello.

Se espera que William R. Fitzsimmons, el antiguo decano de admisiones de Harvard y una de las figuras más influyentes en el campus, sea el primer testigo en el juicio. El ex presidente de Harvard Drew Gilpin Faust también está en la lista de testigos.

A menos que haya un cambio sorpresivo en la estrategia, los abogados de la demandante no planean llamar como testigo a ningún asiático-americano que alegue que fue víctima de Harvard. Algunas presuntas víctimas hicieron declaraciones preventivas bajo juramento, pero sus identidades permanecen anónimas.

Sin embargo, algunos estudiantes y graduados de Harvard que son asiático-americanos planean declarar en apoyo de la política de admisión y los objetivos de diversidad de la universidad.

El economista de la Universidad de Duke, Peter S. Arcidiacono, dice que los datos revelan patrones de sesgo significativo, con los estadounidenses de origen asiático sujetos a una "penalización" en relación a los solicitantes blancos en ciertos aspectos. El economista David Card, de la Universidad de California en Berkeley, a quien Harvard retuvo, dice que los datos no muestran dicha sanción y cuestiona la versión de Arcidiacono.

En el equipo legal de Harvard están los abogados de la firma WilmerHale, entre ellos William F. Lee, que también es miembro principal de Harvard Corporation, uno de los consejos directivos de la universidad, y Seth Waxman, un ex abogado general de Estados Unidos. El abogado principal del demandante es William S. Consovoy, un ex secretario de justicia del juez del Tribunal Supremo Clarence Thomas.

La demanda se presentó en noviembre de 2014 y fue encabezada por Edward Blum, un conocido opositor de las preferencias raciales en las admisiones universitarias, que es blanco. Las escuelas prominentes de la Ivy League y otros lugares han presentado informes en apoyo a Harvard. La administración de Trump ha intervenido en el lado del demandante.

Por otra parte, el Departamento de Justicia ha abierto investigaciones de derechos civiles sobre denuncians de que Harvard y Yale discriminan a los estadounidenses de origen asiático. Ambas universidades niegan esas acusaciones.

La jueza Allison D. Burroughs preside el juicio y espera emitir un veredicto una vez que finalice. No habrá jurado. Los abogados de ambas partes están asumiendo que Burroughs no tendrá la última palabra porque cualquier veredicto se enfrenta a una apelación casi segura. Eventualmente, el caso podría llegar a la Corte Suprema.