Los cuatro consejos esenciales para preparar un buen plato de pasta

Por Becky Krystal

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(Stacy Zarin Goldberg / The Washington Post)
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La pasta puede ser la mejor comida, en todos los sentidos. Puedes hacer un poco o mucho, poner una salsa rápida de la despensa o poner algo que hayas comprado en la tienda. La pasta siempre estará ahí.

Además, es casi tan simple como hervir agua. Casi. Aquí hay algunos consejos para hacer que tu próximo plato de pasta sea más fácil de preparar y más satisfactorio para comer.

No necesitas una gran olla cada vez que cocinas pasta. Claro, quieres hervir la pasta con suficiente agua como para darle espacio a la comida con tal de que se expanda y evite que se pegue la pasta. ¿Pero tienes que sacar la olla más grande? No siempre. El chef Matt Adler, chef ejecutivo en Schlow Restaurant Group dice que si él está haciendo pasta en casa para comer con su esposa, a menudo elige su cacerola mediana. Él sugiere mantener la pasta cubierta, por al menos, entre 2 y 5 centímetros de agua, en una sartén, y vigilar cuánto líquido se evapora.

Saber cuándo salar el agua. Hay dos problemas principales al salar el agua primero. La sal no se disolverá bien si el agua está fría. Además, cuando la sal no disuelta entra en contacto con el acero inoxidable, puede provocar que la superficie se oxide, más un problema cosmético que funcional, pero prevenible. Agregar la sal cuando el agua hierve resuelve ambos problemas. Pero, ¿cuánta sal agregas?

Este es un paso clave para asegurarte de que el plato no tenga menos sabor. Mira a tu alrededor, y parece que hay tantas respuestas como peces en el mar. Adler recomienda 1 cucharadita de sal kosher por cada litro de agua.

(Stacy Zarin Goldberg / The Washington Post)
(Stacy Zarin Goldberg / The Washington Post)

No cocines demasiado. Todos hemos escuchado que la pasta debe cocinarse hasta que esté al dente, pero ¿qué significa eso? Adler dice que puedes hacerlo quitando un trozo de pasta con pinzas y echarle un poco de agua fría (hazlo solo para la prueba, no para el resto de pasta). Dale un mordisco: sentirás un poco de resistencia, pero no mucho (la madre de Adler le enseñó que si se queda pegado a los dientes, no está listo). Luego echa un vistazo al interior de la pasta. Para formas como el espagueti o el linguini, verás un pequeño punto en el centro de la pasta y eso querrá decir que aún no está completamente cocida, ya que se cuece desde el exterior hacia adentro. Con formas como las del penne o rigatoni, verás un pequeño anillo delgado alrededor del centro.

Adler dice que has alcanzado el nivel correcto de cocción cuando la proporción es aproximadamente del 90 por ciento cocinada al 10 por ciento sin cocinar. La pasta terminará de cocinarse cuando la coloques de nuevo en la sartén y mezcles la salsa.

Guarda un poco de esa agua. Antes de drenar la pasta, toma una taza de café o una taza de medición líquida para recoger el agua salada. Adler tiene un consejo más para el plato: un poco de grasa extra. Ahora que sabes cómo cocinarlo bien, un poquito de mantequilla o un chorrito de aceite de oliva virgen extra es el último paso para conseguir un buen plato de pasta.