Al volar con tu mascota, la ruta más aconsejable podría tener un costo elevado

Por Martine Powers

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(Getty)
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Cuando, recientemente, Andrew Bakalar hizo un viaje de negocios de 10 días por París, dejó a sus cariñosos perritos, Jujee y Elsa Rosa, en manos de un canguro de confianza.

Pero cuando, inevitablemente, él tuvo que prolongar su viaje durante dos meses más, el hombre decidió que lo mejor era que le enviaran los animales para que estuvieran con él.

Su plan era el siguiente: que el cuidador enviara esta pareja de mascotas como carga desde el Aeropuerto Internacional de Dulles a Francia. Los perros, un schnauzer y un terrier, son pequeños. Él pensaba que no sería algo difícil.

Pero la aventura dio una serie de giros tan absurdos que solo pueden describirse como kafkianos. A medida que los problemas burocráticos, las complejidades logísticas y los costos se acumulaban, Bakalar pensó que debería haber mentido y hacerlos pasar como animales de apoyo emocional, lo que les habría permitido viajar en cabina con el cuidador.

"Francamente hubiera sido más barato si le digo al cuidador: 'Vas a venir a París durante dos días'", relató Bakalar, de 54 años, de Silver Springs (Maryland).

Todo el proceso le costó unos USD 2,000.

El mundo del transporte de mascotas ha cambiado drásticamente en los últimos años. Con el advenimiento de los animales de apoyo emocional, en algunos casos con certificación dudosa o no cuestionable, los dueños de animales han intentado abordar aviones con todo tipo de mascotas, desde perros y gatos hasta roedores y mascotas más exóticas, incluso pavos reales, arañas y serpientes.

Eso ha provocado ciertas medidas. Delta Air Lines comenzó a solicitar documentación por adelantado que certifique la necesidad del propietario y la preparación del animal antes de permitir que una mascota de apoyo emocional viaje en cabina. United Airlines también cambió recientemente su política y requerirá documentos que confirmen que un animal de estas características goza de buena salud y ha sido entrenado para entornos públicos.

Las nuevas reglas están destinadas a desalentar a las personas que intentan aparentar que sus mascotas son, en realidad, animales de apoyo, que tienen la intención de ayudar a sus dueños y que no requieren de una capacitación especial, como los perros guía u otros de servicio.

Pero para aquellos que eligen seguir las normas, enviar un animal puede ser logísticamente complejo y emocionalmente desgarrador, por no mencionar el costo exorbitante.

Según la Asociación Internacional de Transporte de Mascotas y Animales, una red global de más de 420 compañías que ayudan a coordinar los envíos de animales, al menos 2 millones de mascotas son transportadas por aire anualmente en Estados Unidos, y otros 2 millones son transportadas a otras partes del mundo.

Y la red de regulaciones, requisitos y tarifas, impuesta por el gobierno o las propias aerolíneas, es casi inescrutable. Con American Airlines, United y Delta Cargo, la capacidad de los pasajeros para enviar sus mascotas depende de factores tan variados como la especie, la raza, el peso, la edad, la forma del hocico, el clima y la temperatura de los aeropuertos de salida y destino, las políticas en las aduanas , la duración del vuelo, la marca y el modelo de la aeronave.

Una vez que la compañía aérea acepta una mascota como carga, los próximos pasos son aún más complicados.

Por lo general, los propietarios deben obtener un certificado de salud para su mascota dentro de los 10 días anteriores a la fecha del viaje. También necesitan la certificación de la vacuna contra la rabia y, en algunos casos, un "certificado de aclimatación" para viajar en clima frío.

Algunos destinos requieren una carta solicitando "liberación directa del aeropuerto" que sirve para indicar que alguien que no sea el propietario tiene el permiso para recoger al animal.

La caja del animal debe cumplir con los estándares establecidos por el Departamento de Agricultra y la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA por sus siglas en inglés). Muchas de las cajas vendidas en tiendas de mascotas no cumplen con esta normativa. Algunas compañías requieren que su viaje sea reservado a través de una compañía externa, lo que ayuda a cumplir con todos los requisitos antes de que el animal llegue al aeropuerto.

Las cosas se complican aún más para viajes internacionales o vuelos a Hawai. Puede que haya el requerimiento de un formulario de importación de mascotas, que debe ser notariado. Es posible que sea necesario poner en cuarentena al animal antes del vuelo, por ejemplo, hasta 120 días antes para viajar a Hawai, todo ello a expensas del propietario. El animal puede requerir un microchip, con documentos que demuestren que el sistema se implantó antes de la fecha de la última vacunación contra la rabia.

En la mayoría de los casos de viajes internacionales, la certificación de salud del animal debe ser realizada por un veterinario aprobado por la USDA y el certificado debe ser entregado por correo o en persona en una de de las varias oficinas del USDA para que sea endosado, sellado y devuelto al propietario de la mascota (a un costo de entre USD 100 y USD 200). Esto se suma al certificado de salud emitido a su llegada, que puede requerir la contratación de un veterinario autorizado para que acuda a un aeropuerto en el extranjero para realizar una inspección una vez que el animal haya sido retirado del avión.

El precio de cada uno de estos pasos puede variar desde unos pocos cientos de dólares hasta algunos miles.

"Es muy engorroso y burocrático", dice Andrea Gruber, jefa de carga especial de la IATA, que trabaja con agencias gubernamentales, transportistas aéreos y veterinarios para actualizar anualmente las normas internacionales para viajes de mascotas. "Requiere buena comunicación, documentación adecuada y mucha preparación", apostilla.

Luego están los pasos inesperados. Por ejemplo, cuando Bakalar orquestó el viaje de sus perros desde Dulles a París, se realizaron llamadas a cinco aerolíneas, arreglos con varios consultores de transporte de mascotas y un viaje de emergencia a la oficina satélite del USDA en Richmond (Virginia), porque la sede de la agencia en Washington no se ocupa de la certificación de viajes de mascotas.

"Tiene que haber una manera de reducir la burocracia", señala Bakalar, agregando que el Congreso o la Administración Federal de Aviación deberían tomar medidas para simplificarla.

No es de extrañar que la gente sienta la tentación de eludir las reglas y que simplemente le pida a un terapeuta que declare a su mascota como un animal de apoyo emocional.

"Las restricciones que tenemos para los animales que van como carga no se aplican a los animales de servicio, por lo que las personas han encontrado que es más fácil ir con el 'apoyo emocional' o con la 'ruta de servicio'", subraya Derek Huntington, presidente de la Asociación Internacional de Transporte de Mascotas y Animales. "Es una situación desafortunada y nos gustaría que cambiara", agrega al respecto.

Y luego están las historias de terror. Animales que mueren por el estrés dentro de la bodega de carga del avión, o sucumben a la hipotermia en los almacenes o camiones que esperan ser cargados a bordo. Las mascotas pueden llegar con vida a su destino pero salen traumatizadas.

"Es un miedo que las personas tienen, pero realmente es una falta de consciencia y comprensión", explica Huntington. "Desafortunadamente los animales mueren en el proceso de carga, pero la cantidad es extremadamente baja en comparación con la cantidad de animales enviados con éxito. Y tomamos todas las precauciones posibles para garantizar que los animales lleguen sanos y salvos", aclara.

Algunas aerolíneas han intentado capitalizar el mercado con opciones seguras de transporte de mascotas, con veterinarios y cuidadores de animales capacitados profesionalmente en el aeropuerto y con vehículos especiales con aire acondicionado que transportan a los animales desde el depósito hasta el avión.

United tiene un edificio específico para mascotas en el Aeropuerto Internacional O'Hare de Chicago. Lufthansa, la aerolínea alemana, se jacta de que su sala de animales de carga en el aeropuerto de Frankfurt es "la instalación aeroportuaria de animales más moderna del mundo".

Charles Hobart, portavoz de United, dijo que aunque las aerolíneas toman medidas para garantizar la buena salud y la seguridad de los animales, la responsabilidad recae en los dueños de las mascotas que deben tomar medidas antes del viajes, así como ayudar a los animales mantenerse tranquilos y cómodos en el trayecto.

"La abrumadora mayoría de perros y gatos no tienen incidentes, y mucho de eso tiene que ver con la aclimatación adecuada", cuenta Hobart.

Sugiere que, para prepararse, los dueños coloquen a sus mascotas en una caja, la pongan en la parte trasera de un automóvil y manejen el auto a través de un centro de lavado de autos.

"La experiencia se aproxima a lo que es viajar en la bodega de carga de un avión", relata el experto.

Pero las criaturas más estresadas pueden ser los propios dueños.

Tekin Yilmaz, de 27 años, de Toronto, describió la mezcla de emoción y terror que sintió cuando sus amigos le enviaron mensajes de texto con una imagen de su adorado golden-retriever cocker spaniel Theo, mientras la caja estaba atada a un palé de madera, a punto de ser levantada por una carretilla y almacenada durante varias horas antes de ser llevada a un avión. El perro viajaría con seguridad de Beirut a Qatar, y luego a Montreal. El viaje de 35 horas, en total, tiene un costo de USD 1,500.

"No quería pensar qué podría pasar durante el viaje", cuenta Yilmaz, de 27 años, que viajó a Canadá desde el Líbano como refugiada. "Pero tuve que arriesgarme. Él es mi familia y tengo que reunirme con mi familia", finaliza.