Los servicios de “streaming” como Netflix cuestionados por sus producciones con escenas de sexo, violencia y tabaco

Por Travis M. Andrews

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Una escena de “Stranger Things” (Netflix)
Una escena de “Stranger Things” (Netflix)

Los servicios de streaming no están sujetos a las mismas restricciones de contenido que tiene la televisión abierta. El resultado, para el disgusto de algunos espectadores y el deleite de otros, es, a menudo, más sexo, más violencia y otros contenidos de carácter obsceno.

Y resulta que entre los vicios que tienen estos servicios de transmisión, y que se evitan en la televisión abierta, está el tabaco. Y precisamente por esta es razón, Netflix ha sido amonestada.

The Truth Initiative, la organización antitabaco sin fines de lucro, publicó un estudio que comparó siete producciones de Netflix con siete espacios emitidos en las plataformas convencionales de transmisión. En esta muestra se concluyó que los programas de Netflix presentaban personajes que fumaban casi tres veces más que los producidos por canales como NBC, ABC y CBS.

La organización que está detrás de este estudio argumenta que esto podría llevar a los adolescentes y adultos jóvenes a fumar.

"Ha habido una revolución en la televisión que ahora abarca un universo complejo que incluye Hulu, Netflix y un mundo emergente de plataformas bajo demanda", señaló en un comunicado Robin Koval, CEO de The Truth Initiative. "Y mientras todo el mundo estaba mirando, pero nadie prestando atención, hemos experimentado un resurgimiento generalizado de las imágenes de gente fumando que está glamourizando y renormalizando un hábito mortal para millones de jóvenes".

"Tiene que parar", instó Koval.

Netflix, por el momento, no ha abordado específicamente los hallazgos del estudio.

"Si bien la transmisión de entretenimiento es más popular que nunca, estamos contentos de que fumar no lo sea. Estamos interesados en obtener más información sobre el estudio", afirmó un portavoz de Netflix a Variety.

El mayor delincuente, según The Truth Initiative, fue Stranger Things, el espacio de terror ambientado en los ochenta que se ha convertido en uno de los mayores éxitos de la plataforma hasta la fecha. La serie mostró 182 escenas, explícitas e implícitas, con tabaco.

Hace un tiempo, escenas como estas eran la norma tanto en el cine como en la pequeña pantalla. En la edad de oro de Hollywood de los años cuarenta y cincuenta, los cigarrillos formaban parte de las películas, al igual que eran los créditos de apertura. Humphrey Bogart, Lauren Bacall, Cary Grant, James Dean y Marilyn Monroe, por nombrar algunos nombres, rara vez filmaron una escena sin un cigarro en sus famosas bocas.

Eso no fue completamente una coincidencia. La industria del tabaco, a menudo, usaba películas como un vehículo para anunciar cigarrillos. A Sylvester Stallone le pagaron USD 500,000 por fumar tabaco Brown & Williamson en cinco de sus películas, incluyendo Rambo y Rocky IV, según cuenta The New York Times.

Cuando se introdujo el sistema de clasificación de la Motion Picture Association of America (MPAA) en 1968, no se tuvo en cuenta el consumo de tabaco por parte de los adultos. Como resultado, las películas con clasificación G y PG, a menudo, incluían escenas con tabaco.

Eso cambió en 2007, cuando, bajo la presión de grupos antitabaco como The Truth Initiative y la Escuela de Salud Pública de Harvard, la MPAA agregó el tabaquismo como un factor en la asignación de calificaciones de películas, junto al sexo, la violencia y las blasfemias.

El cambio refleja, en gran medida, los propios sentimientos de la sociedad sobre el hecho de fumar, que es una actividad cada vez menos común: solo el 15 por ciento de los adultos estadounidenses fumaban en 2016, frente al 20 por ciento en 2005, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés). Algunos de los creadores de Hollywood han evitado incluir el consumo de tabaco en sus producciones.

"No tendría a ningún protagonista fumando en una película, a menos que fuera una película de época", dijo a The New York Times Daniel Melnick, productor de Blue Streak y Air America, entre otras películas.

El cambio, generalmente, se consideró positivo, ya que existe una conexión entre el hecho de fumar en la vida real y en la pantalla, según un informe de Surgeon General. El informe concluyó que "se espera otorgar una calificación R a futuras películas con el objetivo de reducir el número de fumadores adolescentes en casi 1 de cada 5 personas, evitando hasta 1 millón de muertes por fumar entre los niños vivos hoy en día", según el CDC.

En el clima actual, el consumo de tabaco que se vio en Netflix fue tan inusual que algunos usuarios de Reddit lo notaron y abrieron un debate al respecto.

"Hace como diez años que no he visto a ningún actor fumar en televisión. Muchas de las producciones originales de Netflix no dejan de mostrar gente fumando sin ninguna razón, y eso me hace sospechar que el dinero ha cambiado de manos. ¿Alguien más ha notado esta tendencia", escribió un usuario.

Muchos otros también hablaron en esa línea, aunque no hay nada que sugiera que la compañía de transmisión haya recibido ninguna compensación por mostrar el consumo de tabaco.

Independientemente de por qué los personajes se ven fumando, es sorprendente que muchas de las series incluidas en el estudio, como Strangers Things y Fuller House, estén dirigidas a jóvenes.

"También sabemos que la normalización del consumo de tabaco en las películas tiene un fuerte impacto en el riesgo de un niño a consumir tabaco en el futuro", subraya David Hill, presidente del Consejo de Comunicaciones y Medios de la Academia Estadounidense de Pediatría, en una entrevista con U.S. News & World Report. "Sabemos que existe un efecto dependiente entre la exposición al tabaco en las películas y las series de televisión y el riesgo posterior del niño a consumirlo", insiste.