Son casi las dos de la tarde cuando Alejandra Campoverdi entra en el ascensor de la clínica de radiología. Lleva varias horas en ayunas. El olor a espacio confinado y a las sobras de comida de alguien no lo hace más fácil.
"¿Hueles, verdad?" dice la ex funcionaria de la Casa Blanca durante el mandato de Obama mientras se abren las puertas y recorre el pasillo. "Patatas fritas, estoy muy hambrienta", comenta.
Ella se siente muy incómoda siempre que camina por un pasillo como este. En pocos minutos, una enfermera le hará unas radiografías en el pecho y le inyectará un colorante en sus venas que le dejará algo mareada. Sin embargo, eso le podrá dar algunas respuestas.
Hace dos años, a Campoverdi le diagnosticaron una mutación genética, conocida como BRCA2, lo que significa que es muy probable que desarrolle un cáncer de mama, la misma enfermedad que acabó con la vida de su abuela, de su bisabuela y estuvo apunto de hacerlo con su madre. Heredó el coraje de estas tres mujeres mexicano-americanas, pero ellas también le dejaron el legado de un gen que podría matarla.
Es la primera vez que ella habla públicamente sobre su diagnóstico y su decisión de realizarse una mastectomía doble preventiva en un futuro cercano. La situación de Campoverdi supone la creación de su campaña más emocional para representar a una parte de su ciudad natal, Los Ángeles (California), en el Congreso de Estados Unidos. Trabajó en la Casa Blanca con el presidente Barack Obama y fue una de las jóvenes que llenó de optimismo y alegría la administración estadounidense. Ha sido una niña pobre que ha sobrevivido en una sociedad de bienestar, ha concursado en un reality-show, ha sido modelo de ropa interior de Maxim, y ha sido la primera directora adjunta de medios hispanos en la Casa Blanca.
"Tengo esta identidad y una historia llena de experiencias personales con muchas contradicciones. He montado en el Air Force One y también en un 'G ride'", dice utilizando un término del argot para hablar de un vehículo robado. "También he usado un marcador negro para colorear los tacones de mi bota para empezar a trabajar en el Ala Oeste", afirma sin problemas.
Ahora su candidatura se está convirtiendo en una prueba de fuego para demostrar si Barack Obama creó una generación de futuros líderes, algo que se ha puesto de manifiesto en los últimos años con la elección de jóvenes ex funcionarios como Eric Lesser en el Senado de Massachusetts o Michael Blake en la Asamblea del Estado de Nueva York.
"La voz de su generación está esperando ser escuchada", apunta Mona Sutphen, jefa de Campoverdi en la Casa Blanca, durante una entrevista.
Al reconocer públicamente los resultados de su prueba genética, Campoverdi, que está siendo tratada por el mismo doctor de Angelina Jolie, está vinculando su campaña con su situación personal. Ella recuerda que fue quién ayudó a la implantación de la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Costo (conocido como Obamacare) en el país. Según Campoverdi, la modificación de esta legislación sanitaria provocaría que hubiera menos personas con cobertura de salud y, por tanto, menos acceso a cuidados preventivos.
"Hay salvavidas que pueden suponer la vida o la muerte para mucha gente", puntualiza.