Descubre el Anvil Hotel, un rancho del lejano Oeste pensado para hipsters

Por Nikki Ekstein

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Vista aérea de una de las estancias del Anvil Hotel, en Jackson (Anvil Hotel)
Vista aérea de una de las estancias del Anvil Hotel, en Jackson (Anvil Hotel)

Quizás conozcas la pequeña ciudad de Jackson (Wyoming) por los enormes ranchos de los famosos y las legendarias pistas de esquí.

El hotelero Erik Warner abrió recientemente el Anvil Hotel, con 49 habitaciones, y lo último que quiere es que pienses en el esquí cuando visites el lugar.

"Jackson es espectacularmente bello, da igual por donde vayas porque siempre dices: -¡Guau!. No hay duda de que este es uno de los lugares más especiales del mundo", comentó el hombre que ha adoptado la ciudad como su segundo hogar.

Este motel de los años cincuenta convertido en una construcción de gran diseño podría ser el enclave más espectacular de Jackson. No hay ningún argumento que ponga en duda su genialidad, dando por hecho que no has recibido una invitación de Harrison Ford para pasar un día en su rancho.

El restaurante Glorietta, del Anvil Hotel, se ha reconvertido en un moderno comedor italiano (Anvil Hotel)
El restaurante Glorietta, del Anvil Hotel, se ha reconvertido en un moderno comedor italiano (Anvil Hotel)

El diseño minimalista forma parte del Estudio Tack's Jou-Yie Chou, que durante muchos años ha trabajado con la cadena ACE. Las habitaciones, a partir de USD 195 la noche, tienen paredes cubiertas de madera dando un tono rústico y los bordes de la cama son de hierro. Es un guiño a los hombres que cruzaron la frontera por el sendero de Oregon y que pasaron por Wyoming en el siglo XVIII.

El bar del hotel está a cargo de Death & Co., toda una institución en Nueva York por tener el mejor menú de cócteles de todo el mundo. La tienda, en general, está repleta de productos del Oeste y está regentada por la empresa especializada en exteriores, Westerling, con sede en el Soho. El restaurante del antiguo motel, Nonni's, se ha reencarnado en un comedor italiano mucho más moderno gracias al ex chef del Pok Pok, Troya Furuta.

También encontrarás otras sorpresas como la cafetería Jackson's Snake River Roaster, los pasteles de Persephone y trozos de ciervo curado en el minibar. Es la mezcla perfecta del sabor global con los elementos locales lo que hace de este sitio un lugar atractivo para salir de la ciudad.

Nada de esto sucedió por accidente. La idea del hotel se remonta a 1996, cuando Warner, estudiante de hotelería de la Universidad de Cornell, hizo una pasantía en Spring Creek Ranch, a las afueras de la ciudad. El trabajo fue muy gratificante pero no le alcanzaba para vivir en Jackson, por lo que tuvo que recurrir a otros ingresos adicionales. Así es como terminó trabajando en la recepción del Anvil Hotel.

Centro de la ciudad de Jackson, en Wyoming (Jackson Hole)
Centro de la ciudad de Jackson, en Wyoming (Jackson Hole)

Los antiguos dueños del Anvil habían intentado vender esta propiedad cuando Warner visitó de nuevo este lugar en 2014. Gracias al éxito de sus proyectos anteriores -su compañía Eagle Point Hotel Partners ha trabajado en hoteles que van desde el Lumeria, en Maui, hasta los elegantes hoteles de Arlo, en Nueva York- pudo hacer una oferta de compra y quedarse con las instalaciones.

"¿Sería capaz de comprar el lugar donde estuve trabajando de joven? Suena un poco extraño", relata Warner, que ya trabaja en otros proyectos en Long Island, Portland y Napa Valley. "Eso es muy significativo a muchos niveles", aseguró.

Debido a su conexión personal con el lugar, Warner sabía que necesitaba transformar el Anvil en un lugar que reflejara la comunidad local.

"Mi objetivo era abrir algo que se sintiera del lugar, no el típico diseño moderno de montaña con cabañas de troncos", cuenta. Para ello, él y sus diseñadores estuvieron un año entero viviendo en Jackson. Así pudieron conocer de primera mano los encantos de la ciudad. "Queríamos realmente entender la historia del lugar, la gente, la cultura y la comunidad", agregó.

Los detalles están cuidados al máximo: los grifos están fabricados a mano (Booking)
Los detalles están cuidados al máximo: los grifos están fabricados a mano (Booking)

Todo cambió salvo su nombre. El Anvil empezó siendo una herrería durante la fundación de la ciudad, hace ahora casi 100 años y, desde entonces, se ha utilizado ese nombre. Se quitaron las alfombras y se puso parqué. Los accesorios de baño fueron reemplazados por piezas hechas a mano de Waterworks. Las paredes del nuevo restaurante, Glorietta, se abrieron para dejar ver una parrilla de madera.

Hay otros hoteles de lujo en los alrededores de Jackson. Por ejemplo, el Amangani, uno de los complejos más elitistas del país, donde la gente va a disfrutar de aventuras privadas hechas a medida. También hay un Four Seasons, que cuida como nadie a los esquiadores más apasionados. Pero solo el Anvil pretende convertirse en una estrella de la ciudad, con museos e instituciones culturales alrededor y una escena culinaria floreciente.