Cómo el presidente Kuczynski se propone saciar la sed de Perú

Por John Quigley

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(Flickr)
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Para acabar con la sed de la ciudad más grande del desierto, después de El Cairo, la mayor compañía de agua del Perú quiere atraer a inversionistas internacionales para ayudar a costear un proyecto de redireccionamiento de agua a la árida costa del Pacífico, y así atender a diez millones de ciudadanos de Lima.

Sedapal, que es así como se llama el proyecto, planea aprovechar las inversiones extranjeras para ayudar a financiar los USD 6.1 billones que cuesta el proyecto, uno de los más grandes del país, según declaró el presidente de la compañía, Rudecindo Vega, en una entrevista.

Una quinta parte de los hogares peruanos carece de agua corriente y el presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, ex banquero de Wall Street, pretende cerrar esa brecha en los próximos cinco años con USD 14,000 millones de dólares en inversiones.

En Lima, alrededor del ocho por ciento de la población vive en hogares sin agua potable ni saneamiento. Vega aseguró que la experiencia de Kuczynski en finanzas y en el sector del agua –en el 2000 fundó una organización para llevar agua a los más pobres– permitirá a Sedapal obtener el dinero necesario para construir más presas, túneles y plantas de procesamiento.

(Wikimedia)
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"Su visión, su conocimiento y su identificación con el agua nos da la esperanza de que no tendremos problemas con el financiamiento", declaró Vega, quien fuera ministro responsable del agua durante el gobierno de Alejandro Toledo, entre 2005 y 2006.

El Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de Lima abastece a la población con el agua de tres ríos que están a unos cinco kilómetros de la cordillera de los Andes. Para aumentar la oferta actual, Sedapal necesitará construir cuatro nuevas presas y así capturar el agua que fluye hacia la cuenca atlántica. También dos túneles para canalizarla a través de los Andes hasta llegar a la costa, donde se encuentra Lima.

También está prevista la construcción de tres plantas de tratamiento de agua en Lima, una planta de desalinización y el establecimiento de tuberías adicionales bajo la ciudad.

Vega manifestó que Sedapal tiene la intención de invertir este año más de USD 215 millones, el doble de su promedio anual.

"Vamos a tener que avanzar muy rápido, de 2018 a 2020", subrayó.

(Wikimedia)
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Los bonos del gobierno, en moneda local, han incrementado su valor en un diez por ciento este año, en comparación con el aumento del 6.8 por ciento para los mercados emergentes, según índices de Bloomberg.

El programa de expansión de Sedapal será financiado por las tarifas del agua y por los fondos públicos en los próximos cinco años, además de la realización de nuevos proyectos mediante asociaciones público-privadas.

La sede de Sedapal se encuentra en el complejo de La Atarjea, donde dos de sus plantas están enfocadas al tratamiento de aguas. El área se ha convertido en el principal proveedor de agua en Lima desde el siglo XVI, cuando los gobernantes españoles de Perú construyeron un acueducto desde el pantano de La Atarjea hasta la plaza principal de la ciudad.

El programa de inversiones de Sedapal está diseñado para ponerse al día después de décadas de la expansión urbana que se ha realizado de forma imprevisible, causada principalmente por la migración masiva de los Andes a Lima. La población de la capital peruana se duplicó desde 1980.

El presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski (Wikimedia)
El presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski (Wikimedia)

En los próximos cinco años, la compañía planea conectar a 800.000 personas que viven en cabañas y chozas cerca de la metrópoli a través de la red existente de tuberías. También se fija como objetivo garantizar el suministro durante las 24 horas del día para los 9.2 millones de clientes existentes que tienen el servicio pero que, a día de hoy, en algunos casos, solo hay servicio durante seis horas al día.

La expansión también está diseñada para reducir el costo de vida para los más pobres de la ciudad. Los residentes que viven en barrios más pobres pagan hasta USD 7.71 por metro cúbico del agua que reciben a través de camiones cisterna no regulados, mientras que los hogares con agua corriente pagan solamente USD 0.92, de acuerdo a datos facilitados por Vega.

Los camiones de agua son totalmente privados, por lo que, además de que el agua es de muy mala calidad, existen muchos abusos. En ese sentido, se prevé poner en marcha una legislación para implementar un servicio de camiones de agua públicos que esté supervisado por el órgano regulador competente.

En marzo, gran parte de Lima se quedó sin agua corriente durante varios días. Eso pudo haber sido una llamada de atención. La lluvia torrencial provocó varios deslizamientos de tierra en la ciudad y descargó cientos de miles de toneladas de barro en el río Rimac, la principal vía que lleva el agua a la ciudad.

La Atarjea fue incapaz de procesar el agua y los embalses de la compañía se agotaron rápidamente. Se produjo la compra de agua embotellada y los supermercados empezaron a racionar ese producto. La expansión de esa planta está pensada para hacer frente a ese tipo de situaciones.

"Si dejamos de producir, tendremos agua durante cinco horas, y eso no es nada. Deberíamos tenerla durante 24 horas, y eso nos ayudaría a superar la próxima crisis", finalizó Vega.