Julia Hawkins empezó a correr a los 100 años: ahora va a por el oro

Por Sarah Netter

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Julia Hawkins entrena varias veces a la semana frente a su casa (Sarah Netter/The Washington Post)
Julia Hawkins entrena varias veces a la semana frente a su casa (Sarah Netter/The Washington Post)

Era una tarde calurosa y húmeda cuando Julia Hawkins salió a hacer una pequeña carrera frente a su casa.

Fijó su mirada en la marca de los cincuenta metros, a un extremo de su propiedad, se agachó en posición inicial y salió corriendo hasta lograr los 50 en poco más de 19 segundos.

Hawkins tiene 101 años.

La mujer suele estar frente a su casa en Baton Rouge (Louisiana) tratando de mejorar su tiempo. Ella confía en que esos entrenamientos den resultado cuando compita por una medalla de oro en los Juegos Nacionales Senior que se celebran en Birmingham (Alabama).

"Simplemente me gusta la sensación de ser independiente, hacer algo un poco diferente, probarme a mí misma y tratar de mejorar. También quiero satisfacer a mi familia", comenta Hawkins. "Tener una mamá que pueda hacer esto les gusta, y me complace que ellos estén encantados", agrega.

Equipada con unas zapatillas adecuadas para correr, unas New Balance de color gris con algunos adornos en coral, sus hijos la animan marcando la distancia con pequeñas banderas blancas atadas a los arbustos frente a su hogar.

A sus 101 años, Julia Hawkins está decidida a participar en los Juegos Nacionales Senior que se celebran en Birmingham, Alabama (Sarah Netter/The Washington Post)
A sus 101 años, Julia Hawkins está decidida a participar en los Juegos Nacionales Senior que se celebran en Birmingham, Alabama (Sarah Netter/The Washington Post)

Hawkins, una ex profesora viuda, fue una insaciable ciclista durante muchos años, pero no fue hasta que cumplió los 100 años que se puso a correr. El año pasado, ella participó en las rondas clasificatorias de los Juegos de los Estados Miembros, en Lake Charles (Louisiana), convirtiéndose en la mujer más mayor que había corrido en muchos años.

"Tenía una piernas muy fuertes gracias al ciclismo. Cuando estaba afuera y sonaba el teléfono siempre iba corriendo a contestar, así es como supe que podía correr", confesó.

Después de la carrera clasificatoria de los cincuenta metros, sus hijos la quisieron sorprender apuntándola para la carrera de los 100 metros.

"Sentí que sería un desafío para mi edad", revela.

Viendo a Hawkins moverse por su casa, cuidando su jardín mientras se encorva para arrancar las malas hierbas, a uno le cuesta creer que algún día pueda desgastarse.

Hawkins nació en febrero de 1916, en medio de un frío invierno de Wisconsin. Con pocos meses de edad, fue trasladada en una pequeña embarcación casera junto a su familia, mientras viajaban por el río Mississippi, hasta llegar a Louisiana. Ahí se instalaron en la pequeña ciudad de Ponchatoula, a unos ochenta kilómetros al norte de Nueva Orleans, y trabajaron en un hotel que atrajo a mucha gente interesada en la pesca, los deportes acuáticos y la vida en el campo.

La anciana Julia Hawkins tiene una salud de hierro y sale a cuidar su jardín habitualmente (Sarah Netter/The Washington Post)
La anciana Julia Hawkins tiene una salud de hierro y sale a cuidar su jardín habitualmente (Sarah Netter/The Washington Post)

Hawkins estuvo compaginando tres trabajos al mismo tiempo para poder entrar en la universidad. Al final pudo graduarse en Enseñanza en la Universidad Estatal de Louisiana en 1938. Se casó con Murray Hawkins el 7 de diciembre de 1931, cuando él estaba en la batalla de Pearl Harbor. Se casaron por teléfono: Julia en Baton Rouge y Murray en Pearl Barbor.

La pareja tuvo cuatro hijos, que ahora tienen entre 64 y 71 años, además de tres nietos y un bisnieto. Murray Hawkins murió en 2013 a los 95 años.

Su hijo menor, Warren Hawkins, de 69 años, está muy pendiente de su madre.

"Ojala tuviera la actitud tan positiva que tiene mi madre. Creo que eso es lo que la impulsa. Nunca conocerás a nadie con mejor actitud. Para ella el vaso nunca está medio vacío, siempre está medio lleno y siempre va a funcionar, y algo bueno va a pasar. Siempre está decidida", dijo.

Los Juegos Nacionales Senior serían la primera incursión de Hawkins en una competición nacional, aunque anteriormente había participado en otras cuatro competiciones, siempre en la disciplina ciclista. Empezó en 1995 y ganó oro en casi todos los juegos. Otras mujeres, a medida que se iban a haciendo mayores, dejaban de competir. Pero Hawkins seguía adelante. De forma temporal dejó de hacer ciclismo, pero solo por una razón: no había ninguna competición.

Ahora está de vuelta, preparada y decidida a añadir más oro a su colección. Ella sabe de los riesgos de esta carrera por las montañas de Birmingham, mucho más duro que las llanuras del río de Louisiana. Por eso, su familia cree que Hawkins debería renunciar a la competición de este año. La anciana sabe que correr con 101 años es añadir tensión a su cuerpo, sin importar lo saludable que pueda estar.

(iStock)
(iStock)

"La carrera no es difícil ni mucho menos. Pero has de tener en cuenta que puedes caer, tener un ataque al corazón, un derrame cerebral o algo por el estilo", confesó consciente de la situación. "Espero que no, pero tiene que pensar que a los 101 años cualquier cosa puede pasarte", añadió.

Su hijo, sin embargo, no se preocupa demasiado por que su madre esté encima del pavimento en la carrera.

"A ella le encanta y le gusta estar en tensión. Si algo sucede, Dios no lo quiera, hay maneras peores de irse de este mundo", relató el hombre.

Hawkins tiene otras cosas más importantes en las que pensar mientras se prepara para una carrera.

"Pienso en lo que debo comer, en lo que no…", comentó al tiempo que recordaba que le habían dicho que comiera espaguetis antes de las carreras ciclistas.

Los Juegos Nacionales Senior empezaron en 1987, siendo una plaza para los atletas más mayores. Este año, más de 10.500 deportistas mayores de cincuenta años competirán en 800 pruebas.