Restaurante australiano adorna sus margaritas con ojos de res

Por Jelisa Castrodale; traducido por Daniela Silva

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Foto cortesía del MONA
Foto cortesía del MONA

El ojo encima del cóctel es puramente una guarnición: no te lo puedes comer, ni tragar ni siquiera lamer.

En la página de inicio del Museum of Old and New Art (MONA), la institución de Tasmania promueve su nuevo restaurante diciendo: "este cerdito se fue al Faro Tapas". Ya que Faro cataloga con orgullo su "máquina para cortar cerdo" como una de sus características, tal vez a ese cerdito le gustaría hacer una reservación en otro lugar. A las reses tampoco les gustaría participar, ya que el cantinero de Faro hoy en día le pone a su margarita negra un ojo de res en hielo como guarnición. ¿Acaso llegaron demasiado lejos?

A pesar de que el cóctel color tinta y el ojo de res flotando parecen hechos a la medida para los amantes de Instagram, Pat Nourse la crítica de restaurantes dice que se van a decepcionar. "La negrura de la Margarita se logra agregándole polvo de carbón, y el vaso está escarchado con sal negra", escribió Nourse. "Al parecer, esto disminuye los sabores del tequila, el mezcal y el limón con la misma eficacia con la que lo convierten en algo horrible para fotografiar".

El ojo de res (el cual Nourse cree erróneamente que le pertenece a un cerdo con poca suerte) es puramente una guarnición: no te lo puedes comer, ni tragar, ni siquiera lamer. En su reseña de Faro para Gourmet Traveler, Nourse dijo que su mesero lo alentó a tomarse su margarita rápidamente, "antes de que la esfera de hielo que cubre el ojo se derrita".

Toda la estética de Faro parece ser muy confusa al igual que el museo. Los comensales entran al restaurante por un elevador subterráneo y pasan por una serie de instalaciones artísticas, incluyendo la obra de Richard Wilson, 20:50. Una vez que llegan al comedor, su mesa podría estar adornada con un recipiente en forma de vulva, el cual fue diseñado para la boda del dueño del museo, David Walsh.

Afortunadamente, una de las piezas distintivas de MONA, Cloaca Professional, no se exhibe cerca del restaurante. El trabajo, que estuvo a cargo de Walsh, se conoce coloquialmente como "The Poo Machine" (La maquina de popo), porque se "alimenta" dos veces al día y, dos veces al día, reproduce por completo el proceso digestivo, incluyendo el depósito de su propia basura hedionda y sintética al otro lado de la habitación. ("Mi consejo: contén la respiración mientras lo compruebas", escribió un periodista).

"[Faro] es un caos apenas controlado", dice el restaurante según Walsh. Mientras esos globos oculares no se fundan en la margarita de alguien, todo estará bien.

Publicado originalmente en VICE.com